TRASCRIPCIÓN SIN EDITAR DE LOS DIÁLOGOS MANTENIDOS POR EL LITORAL CON REFERENTES DEL NEGOCIO INMOBILIARIO EN LA CIUDAD DE SANTA FE.

Transcripción

1 TRASCRIPCIÓN SIN EDITAR DE LOS DIÁLOGOS MANTENIDOS POR EL LITORAL CON REFERENTES DEL NEGOCIO INMOBILIARIO EN LA CIUDAD DE SANTA FE. Un argumento, desde usinas de Buenos Aires es que invertir en ladrillos en pesos, es la mejor manera de refugiar ahorros, ya que el valor de los ladrillos se mantendrá aun medido contra las oscilaciones futuras del dólar. Los referentes del negocio inmobiliario, que piden reserva de sus nombres, opinan: La paralización alcanzó el mes pasado alrededor del 70 por ciento de las ventas. Toselli (el empresario inmobiliario señalado por Cristina Fernández) no dijo nada grave. Solo que había caído la cantidad de negocios que hacía. Aquí en Santa Fe la caída venía arrastrándose, pero en el último mes caímos 70 por ciento. Pregunta No se convencen los inversionistas de que el ahorro es el ladrillo? La gente esta atemorizada a dar pasos... relacionados con el consumo... eso por no saber hasta donde se puede agudizar la recesión... el consumo está cayendo El mercado inmobiliario tenía dos segmentos... uno el del vendedor neto...el que vendía su casa para comprar otra... mas grande o más chica según sus condiciones familiares y esa gente hoy se retrae porque ya no van a recibir dólares sino pesos y duda que con esos pesos vaya a poder comprar lo que se propone... quienes tienen dólares en el bolsillo los guardan... no sabe si el dólar costará 5 o 6 o 7 pesos... y están los que vienen y quieran comprar en pesos, pero el vendedor no le quiere vender. Está el otro mercado, que es el de las constructoras que ya desde hace tiempo ofrecían en pesos los edificios en construcción... con los ajustes de la Cámara de la Construcción... y sin embargo ese negocio también está parado... si el razonamiento fuese que el resguardo de valor es el ladrillo... aprovecho, pago en pesos... con el índice de ajuste de la cámara que hoy es casi negativo... y sin embargo tampoco se vende. En el caso de quienes tienen dólares la contraoferta es permanente... como yo tengo dólares te contraoferto a menos del 20% del valor... en los negocios que hemos concretado se buscó establecer un valor medio entre el dólar paralelo y el oficial... y armar alguna ingeniería... pero es la mínima. Las consultas se han reducido y la concreción de ventas muchísimo más... y las expectativas de que esto sea sólo un periodo no son tales, porque lejos de avizorar una luz en el túnel, la luz no se ve. A la salida del 2001, con la devaluación, se salió del corralito, se podían comprar inmuebles y se dinamizó el sector de la construcción con el derrame que eso significaba para los más de 40 gremios que intervienen en esa industria.

2 Los alquileres no se movieron... se venía ajustando por debajo de los índices de la inflación real... el año pasado los incrementos estaban en el orden del 20 por ciento... este año los contratos nuevos se están ajustando con 25% de incremento... acompañan la inflación prevista del Algunos de los grandes emprendimientos inmobiliarios de la ciudad han pisado el freno y el lanzamiento de los proyectos se han postergado por algunos meses Pregunta: Cual es la relación real entre los ladrillos y el dólar? El valor real de las propiedades, medidas en dólar blue, dio un salto de 30 por ciento en apenas dos meses. No hay nada que justifique ese aumento del valor de las propiedades, excepto las turbulencias creadas por la existencia de un dólar paralelo que crea incertidumbre entre los inversionistas. Existen anuncios de prensa (iprofesional.com) ofertando que quien pague en dólares puede obtener rebajas de hasta 15%. Esto en realidad es la búsqueda de un valor intermedio entre el negro y el blanco. No es que se consigue una rebaja. En realidad se esta incrementando el valor de la propiedad en 15% (en lugar del 30%). Decir hoy que la inversión en ladrillos le va a ganar al dólar obliga a preguntarse a cuál dólar. Lo cierto es que las ventas están casi totalmente detenidas, aun en pesos, por la falta de demanda. En la medida que esto se profundice el que quiera vender deberá bajar sus pretensiones. En otro mercado, esto está sucediendo con el alquiler de locales comerciales. Estamos trabajando lamentablemente en el día a día, no podemos planificar. La situación difícil del mercado inmobiliarios no comenzó ahora. Comenzó el 28 de octubre cuando anunciaron el control de cambios. De modo que venimos de 8 largos meses de caída, que se ha agravado en estos últimos días. /// PULBIO BENUZZI Nosotros estamos vendiendo muy bien. Yo diría que la gente tiene una vocación compradora como nunca. Sí está diferenciando mucho el nivel y la calidad de los edificios. Sí está sucediendo que antes de jugarse la vida en una inversión, quieren asegurarse que los edificios con el tiempo no van a perder valor. Dicen : ya me podrí de comprar edificios nuevos, baratos, donde al año tengo unos despelotes bárbaros.. Si es real que las operaciones antes de este despelote eran más fáciles. Uno ponía el monto en dólares, se cerraba y se acabó. Ahora hay una alta dosis de especulación de la parte compradora, hay que aportar más argumentos de venta, está mucho más conversado. El que tiene los dólares billete te dice que... quienes tienen dólares billete argumentan que las propiedades bajaron entre 15 y 20 por ciento.

3 Hay que explicarle que el dólar blanco no existe para las empresas constructoras. Que desde hace un año aumentaron la mano de obra, el material, el cemento, el hierro, la arena, en un 30 por ciento. Y el pronóstico es que este año va a aumentar otro 30% tanto materiales como la mano de obra. La UOCRA ya arregló un 24 por ciento de aumento salarial. Es imposible arreglar un negocio con un dólar congelado como es el oficial. Uno explica que se puede pagar en pesos, pero a un cambio acorde con la inflación real. En algunos puntos los costos están por encima de la cotización del blue. Según nuestros propios análisis, siguiendo el costo de la construcción, hoy el dólar debiese estar como mínimo a 7 pesos. Hace dos años, un departamento en el barrio El Pozo estaba a 65 mil dólares hoy están a 115 mil dólares. Casi se duplicó en 2 años. Y se venden. Quien quiere pagar en pesos pero cotizándolos a dólar blanco es totalmente injusto. No es equivalente. Es imposible. Si se revisa lo que se compraba con 100 dólares en proveedores de la construcción hace dos años, con lo que se compra ahora, el resultado es que se compra mucho menos. Hay una inflación en dólares porque el dólar esta congelado. Es imposible que los inmuebles queden al mismo precio del año pasado con un dólar congelado. Vendo en pesos, en dólares o en lo que sea. Depende del momento de la construcción. Depende del momento en que está la obra, terminada o en pozo. En pozo, si me pagan en pesos, me sirve para seguir pagando todo lo que me venden en pesos. En una obra construida la negociación del cambio es otra. Hoy en nuestros negocios, con un dólar a 6 pesos, que es un dólar piso, nos permite entrar en negociación. Una de nuestras maneras de negociar es darle tranquilidad a la gente que de acá a fin de año nosotros te congelamos el precio a 6 pesos. No importa que se vaya a 6,50 o 7. Hay que trabajar con la realidad. Nosotros creemos que estas crisis nos van a favorecer. Se van a parar un montón de obras. Los improvisados que no tienen espaldas para aguantar la negociación van a desaparecer y eso descarna el negocio. Esos improvisados consumen mano de obra. Cuando uno se pone a negociar un contrato con un proveedor es distinto. En los boom inmobiliarios, donde hasta la mano de obra especializada se desvirtúa, porque por la demanda es tal que el especialista termina mandando al sobrino que es remisero o al tío que viene del campo, y es un quilombo. Ahora eso va a desaparecer. Yo me voy a poder sentar tranquilo a negociar, sin histerias, con el que me vende los ascensores, con quien me provee de mano de obra y vamos a poder llegar a un acuerdo consensuado. Porque hasta hace poco los que mandaban eran ellos. Nos impedían hacer rebajas a nuestros compradores porque los proveedores nos mataban. Eso está cambiando. Al cambiar esas reglas, nos permite tener un poco más de margen para negociar y conceder mayores beneficios a nuestros compradores. SEBASTIÁN FERRARO

4 (Socio gerente de Santa Fe Materiales, una de las principales proveedoras de material grueso - hormigón y hierro - en la ciudad de Santa Fe) Los despachos no tienen el ritmo de antes, pero no se han parado. La demanda del sector publico se ha detenido de modo que estamos dependiendo de la actividad privada. No hubo disminución en la demanda privada. Tenemos una disminución de pedidos de presupuestos y negocios con gente que quiere hacer un casa chiquita (particulares) pero afortunadamente siempre salen grandes obras y las que están en construcción no se han paralizado. El negocio sigue funcionando, no al ritmo que veníamos, pero se sigue trabajando aceptablemente. DANIEL ARDITI Hay un reanálisis de todo lo que esta en construcción y todos los proyectos que están en carpeta. Estamos revisando todo en función de esta nueva realidad. A nosotros no nos preocupa tanto el tema del dólar sí o el dólar no, si se puede vender en pesos, porque todo eso no hace a la cuestión de fondo. El fondo la cuestión es la inestabilidad y la imprevisibilidad de todas las variables, producto de la inflación y de la presión gremial que existe. Ya hace un año y pico que estamos renegando con el gremio (UOCRA) que está exigiendo cosas de las más variadas, que hacen crecer costos, y esos costos no hay forma de trasladarlos a ningún tipo de precio, porque nosotros tenemos mercadería vendida en condiciones pactadas. Pregunta: Hay arquitectos de renombre en Buenos Aires que dicen que el valor del ladrillo siempre se igualará al valor del dólar. Nosotros decimos que el problema no es el tipo de cambio. El problema es que la gente en una sensación de inestabilidad, o de movimiento continuo de las variables, lo primero que hace es retraer cualquier tipo de inversión que tenga pensada. El problema no es que el dólar cueste 4,50 o 6 pesos, el problema es que ante la incertidumbre lo que hace la gente es parar y esperar. Hay una retracción de la demanda y eso esta paralizando las ventas inmobiliarias. La retracción es del 100 por ciento. El movimiento que teníamos hasta el primer cuatrimestre del año hoy se paró totalmente. Todo tipo de inversión se paró, tanto de los inversores como de nosotros los desarrolladores. Pregunta: (Se le comenta la opinión de Sebastián Ferraro de Santa Fe materiales. quien opina que el sector privado sigue demandando). Nosotros tenemos compromisos de entrega de edificios en construcción y de eso todavía no hemos tocada nada. La obras siguen en su curso normal. El impacto de todas estas cosas en la construcción es a plazos medianos. El problema es que uno hoy tiene que tomar decisiones para lo que va a hacer dentro de un año. Hoy uno dice: no voy a

5 comenzar con un proyecto más porque no sé cómo va estar la milonga dentro de un año. Lo que está en ejecución está en ejecución porque uno tiene sus compromisos. Por ahí hay problemas, porque algunos de los compromisos están pactados en dólares y el comprador quiere hacer valer el dólar oficial, cuando la realidad de costos es otra. Comienzan una serie de pujas. La negociación se hace más difícil. Esto no sucede en el mundo. Esto sucede cuando el gobierno se mete a regular. La negociación ha dejado de tener parámetros. Todo es negociable. Cuando uno tiene que negociar algo que solo uno vende, para pasar a negociar si el dólar se va o no se va, si consigo los dólares o no los consigo, todo se complica. Todo eso agrega complejidad porque agrega más variables de las que el negocio inmobiliario tenía acostumbradas. De los proyectos que ya tenemos largados se terminarán caiga quien caiga. No hemos parado ninguna obra en construcción. Pero el panorama que viene es crudo. A ese no lo vemos claro. Hoy un departamento en la Argentina cuesta más caro que en Manhattam, con la inflación real y el dólar planchado, nos transformamos en un país con costos altísimos que no se pueden trasladar a precios y eso conduce a una retracción tanto de la oferta como de la demanda. La cuestión del dólar crea un clima de especulación. Uno se sienta con un cliente para negociar intereses de las partes. Hoy aparecen elementos que distorsionan la situación. Es como en 2001, cuando se pesificó tras la devaluación, no se sabía a qué precio se pesificaba. No me preocupa vender en cualquier moneda. Si me preocupa la inestabilidad. Hoy hay problemas con la provisión de algunos materiales. Por ejemplo hoy, ladrillo hueco no hay, porque cuando dejan de estar paradas, cuando dejan estar paradas no tienen gas para producir, porque está racionado el gas para las industrias, y eso lleva a que un ladrillo que debiese costas 5 pesos cueste 10. Hoy uno tiene que tomar la decisión sobre si lo compra o no lo compra. Empiezan a jugar un montón de variables que hasta hace un tiempo no existían. Más que la paralización de las ventas me preocupa la falta de seguridad de los costos de materiales y de mano de obra. Ya se nos está yendo de las manos la previsibilidad. Con la retracción de la obra pública suceden cosas insólitas. Nosotros tenemos comprados materiales, pagados anticipadamente. Pero algún proveedor nos dice que no nos pues entregar, porque fulanito, que está haciendo obra pública, no le paga. Me dice que a larga nos lo va a entregar. El tema es cuanto tiempo va demorar esa entrega. Hay una paralización y eso lleva a que el gremio (UOCRA) salga a cazar al zoológico. Buscan beneficios entre quienes todavía estamos funcionando.