PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS. C-C-C

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1 PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS. C-C-C yi-'jj CílM-ílENR LUS l).l!mfi5 FIOUIUNES ILl.Mi.NAÜQS {)?. I.\S MílDAS ['K I'AIIIS. l'atiulnes UE TAMAÑO NATliUAL, MOüFl.DS I3E TIÍADAIOS i. 1.A AGUJA, CUÜCnF-T, NOVELAS. CaOKICñS. BELUtS AHTES. MüSICa, ETC., ETC Sin r>xreijica. E>r j,s T>IA.S e. i<t-, :2;2 "s: a DIC CJÍDJ-L 3MES. JAPICEIÜAS I-.N COLORES. AÑO XXSIV. Madrid 30 de Marz de KÚM. U'. SUMARIO. 1. Tr nje ac teatvii ]i.-.!ii íi;ilr.i=. 2, Trnje de tcíitr paraécñritns. 3. Be- Antnl pilfíi,iiñ_^g (1^,.j g n, 5=, 4. Delantal jinrn niñas de 4 A U fí?. >. Dflntiíal rurii níilnb de 4 á 7ttP.DS. (i. rraj úa bai;r,urtc.- 7. Traje íifira r.iíia ile.' j nr^dp, S. Tinje pura uijlaa LC i d D aesca. Ji. Veitiil pnra uiñag d 7 á 9 añs. 10ft. 15. Trajea de priaiatera ];arii sebras y iiiñns. 16 y 17. Dí icinads ptrn haile. IB. Crpiil j'inra baile! fnna crnial. ID 7 "0. reial. 'Jl, SBIÍ'ÍA tí tni' ó de teatr, 22 j- 23. Esulavina de caeijenijr. 3t y 35, richii (te íiiliacitt. EsiJÜcncln liü IÍIB pralinda. K] vk-ja EscineiTa, pr D. Vicctite de Arniu. El verb amar, pr D.' Putrcinl d Dledin. Ln ra úcl TAHB, leyenda, pr D. Jsé F. Síimartln y Agiiirrc. Tii y y, puala, pr Dn J, fielgna Crrespndencia par eíeee, pr X. X. EsplicacSn dclllguriit Jlnmínnd. IliaíeLc da la iiií.incin. Advertencias. Anucis. Qert'lilic. I. Traja de teatr par sefira. a. Traje e teatr para Befiritas,

2 90 LA MODA ELEGAN^TEJ JPEÍ^IÓDICO DE LAS FAMILIAS, Traje de teatr para señras. isúm. 1. Eete traju es de gr nzul muy pálid. Fakla du gni admuda pr detrás cn vlantitüa nlbies y pr encima un b'uhu, inmcidci ds veces en ls [ts brdes cn unn cabeza de 25 centímetrs de alta. Pr delante, t-n elimj, vlante al bies de (jcentiiiietrs lininciil tres veces; pr encima la pañs van bclínadbcu íriincids agrupads d tres en tres á 10 ceutimetrs de distancia. Delantal de blnda blanca brdada de cuentas, atada p]' tras cn un laz de gr azul. Crpin enlazad pr detras y guarnecid cn una especie de pabellón de creapn lin y blnda brdada de cuentas. Ham de rsas en el lad izquierd. Traje de teatr para señritas. Nüm. 2. Este traje es de gr blanc. La falda va adrnada pr deti'as cn tres vlantes recrtads, y pr encima un rizad también recrtad, lueg tres vlantes iguales y tr rizad. Pr delante tres vlantes que ensancban un pc en lb cstads. Encima un biüln ífuucid ds veces hacia la brdea y cn cabeza recrtada, i'niia una cun'a. Delantal de gr blanc. guarnecid cn ds vlantitor recrtad.^, el iiltiin cn cabeza. Crpin cn puntas redndas y adrnad cn un sin^pl viv, desctad en cuadr, y el escte gnarnecid de un rizad de gr recrtad. Manfías da crespón lis blanc cn un tablead en el brde inferir. E.sa puesta en el escte, á la iaquierja, y rsa en Itt cabeza. Delantal para niñas de 3 á 5 añs. Núm. 3. tna flgs. 28 y 2!) dül Sii /'mciilo al preaente núicr citespodilfln A este delnntal. Se bacü d nausuk Manc y va adrnad cn un brdad al punt de cadeneta ejecutad cn algdón eii- camad. Se cita el delantal y BU cinturn, ambs enters, pr las figs. -28 y 29. El' cinturn va crtad dble. Se cse el delantal en el hmbr, desde 58 basta 51), y ae hace un dbladill ea- 1, Delautal pn.t.\ nisaa d 4 li C aíla. O, Traja de banquete. í>, Dulftütal para nitias du 1 á 7 asi, trech en el brde inferir y en ls cstads. Se pne baj el escte y baj la siaa una tira de nunsulí de 2 centimetrs de anch, y lueg se fnaan la pliegues. Be ejecuta el brdad, se pne una jareta en et escte y se pega el cinturn. Delantal para niñas de 4á6 añs. Núm. 4. De lienz gris. El cntrn va recrtad frmand ndas, las cuales se ribetean cn trenza de lana encarnada y s adrnan cu trencilla de lana del mism clr. Se ejecutará este delantal cn arregl á las ligb. ;H y. B5. La línea de punts de la iig. ;U marca el limite del cntrn. Delantal para niñas da 4 á 7 añs. Núm. 5. Las iii,'=. 4 V :i-j i3el S»i'leincnt al lirscnte uúincr crrespndan & esm Dbiet. Es de lienz crud y va adrnad de suíacfie ó trencilla negra. Después de cmpletar la parte dblada, se crta el delantal enter pr la figura 34, per ain tener en cuenta la linea de punts que sirve para el anterir delantal. El blsill va crtad pr la iig. 35. Se pliega el delantal fijand cada cruz sbre un punt, se pne baj su cntrn una tira de 2 centinietra de anch, s adrnan lfj blsills cn un brdad liger de trencilla y se les pega sbre la li- ]iea seguida del delantal desd 67 basta l>8. Finalmente, se pega el del.iutal áimcinturn sbre el cual se fijan ls lada trasversales de las hmbreras. Traje de banquete. Núin. 6. La falda ea de gr clr de raa, Us pr detrás y de inedia cla. El delanter va adrnad cn ds tableads qu se fijan cn lazs á cada Lul. La túnica es de gasa de seda blanca cn listas de ras al través. Esta túnica va abrchada pr detras hasta 15 centímetrs de la cintura, y en este punt se separa para frmar ds faldnes ó puntas que se cruzan y pliegan de una manera muy riginal. Cm adrnot la túnica lleva s61 un tablead de gr, que termina

3 91 en tin ñec blanc de un centímetr (le anch. Se cse ente llec abrc; líi tira de teln y se la pliega despiiub. Las man^íis llevan un triple plegad; el últim tienü ds cabezas separadas pr un Inz de clr de rsa. Ds laza de clr de rsa en el crpifin y Oti de-tras del cuell. Bnuda de gr clr de rea frmand ccas puestas pr detrae. Traje gara niñs de 2 á 4 ans. Nüm. 7. Pura la explíl^acin y patrns I véase f.l númer I, iiya. 1 i ü de la Ilja-Supleuieni al pre- Bentc númer. Tra.i^s para niñas, de 4 á S añs. Núra. tf. Pura la explicación y patrnes, véase el númer II, ligf". U á 16 de la Unja-Supleinent al presente númer. Vestid para niñas de 7 á 9 añs. Núm. 9. Pura la cspliwiciii y patrnes, véase el númer III, figs. 17 ii ^3 de la JIfija- Buphmen! til presente númer. Trajes de priirvera para señras y niñas. Múms. ioals. Núnj. 10. Ti-ít/e para ''ññíts de 12 íí 14 añs. I'alija de luner marrón, l'tinica y crpin de mer heige. Oliaqiifcca abierta de mer marrón, brdada cn seda marrón scur. ííiim. II. Veiíiid de siciliana COIÜV brnce, cn íiplicacines de hjas de tercipel brncscur. Núin. 12. Truje para niñs de 2 (í 4 afis. Falda tableada y chaqueta 5, Tnije rriraiúriostip 2 ft4 rida. Esplic!/ pal., i\iim. I, l-js. 1 li 5 rfei (le pplin gris. Suplement.. H. riaje jiava PIÜÍIB fie 4 ii (I nfis. [Esplic,!f pal., riiiíji. II, figs.g á IC del SiipleitiCDt.j!>, Vcrtlil" pnra iilñíib ile 7 á!) nfln?, (Eiplic. íi ial.,mt>i. líyfigs. ITfííó del StitilcmcnLD.i Núm. 13. Falda de r/r verde pav real, guarnecid cn bullnes frmand el delantal y vlante cn cabeza. Túnica y craza de cn-^ cliujuir del mism clr d la falda, cn inangas de gr igual á la falda. K"úm. 14, Traje Jifera niñas de 7 á ^ uns. Falda y plnesa de pplin dp lana azul scur. Núm. 15. Falda de fr negr. Plnesa de caclieujir de la India gris clar. Ds peinads para baile. Núms. 16 y 17. Núm.lG. El cabell va dispnese en nda.s, levantad sbre la frente y enrllad en e>pirales frmand ccas. Un trzal dble parte de la crnilla y ca bastante baj sbre el cuell. Ds if tms bucles acmpañan este trzal. Plumas d clr de rsa en l alt del [jt-inad. ÍNi'iin. 17. Nud grdian cu la parte líe delante, acmpañad d trzales y de ccas. Varían pluniiisldancascnstitnyeu el adrn d este pei]jad, cmpletad pr uns Ltieles bastante largs. Crpin para baile (frma craza). Núm. 18. Este crpifiü i-s de ras clr de r.sft, frma craza cuadrada pr delante. Alrededr un llec de teda i'ízada, blanca y clr de rsa, llevand pr ci]cíuia un rizad de gasa blanca, {iuarnicia de gasa en el escte del crpiq. Cada pliegue de esta guarnición va sepaio íi IK, TrajcB lie irin uvera pra seeraay niünfl.

4 í)2 LA MODA ELEGAISL.T J PEÍ^IÓDICO DE LAS FAMILIAS. Fiehú de siciliana. Wúms. 24 y 25. Las liga. SO á U3 da la UJa-SJipInncni al iireacnte iiüraer cfrespnóea a esta premia. Este licliú será una de las más liiidna cnfeccines de la pviinavera entrante. Se le buce de f-iciliana ncg-fíi y tercipel > y va gutirneciii de nnus caidns ú biinílas que cruzan pr detrüs y se aniidnn pr dlüiití;. Ls iidfiis se cmpnen de galnes brdads de azabache de 2 y 5 centimetrs de anch, de un llec tainl.ñc-n ile nzabnciie y un laz de cinta negra tle G ceiitiinelrs de anch. Se Culta ^1 delanter enter de tercipel nef^r pr la fig:. ilo, y ds pedaxiis pr la fig' 33 (tanilien de tercipel). Se crtan ínég ds pedazs de siciliana negni pr cada una de las hgs. Si y 32. Esta última ügnra, ósea la banda, HG prlngará 70 centinietrs á máü de las dinienf.ines del piitrn, y en U dirección indicadn pr la punta de la Hecha. La dehuiterb y ls cstads van fn-.ads de tafetán. Se juntan les peduk's acercand ls númers iguales, y se juntan ks bandufi ó ciíid.is a las íigs. 30 y ^3 deisdc C"2 hasta 0.^, y desde 03 híipta (34. Baj el cntrn de cíitíiv banda se pne una tira de siciliana de 3 centinnítrs de anch. Se fija ei cuell al escte, se le cierra pr detras cn crchetes, '^'WM'\ju^ Itt. reinad partt liailq. rad pr un tablcadit d ras clr de rsa. Las niaugas van frmudas pr un bullón de giiaa blanca. Peinad tniiy ndu!ndi> per rielante, cn crmuí de lienza y largs bucles. Peinad. Núras. 19 y 20. Se cmpne de cíieas pr delante, las ciinlea se jn'lngan basta el medi de la cabeza; pr detrn!3 nuichs bucles, que caen sbrt? la espalda. Salida de bails ó de teatr. Múm. 21. Este abrig es de cachemir blanc, frrad de ras, algdnad y pespuntead. Sus adrns cnsisten en ds tableada degi blanc. En IftS luiiugas ds lazs, unn la sangl'ia y tr en el brde inferir de la manga, reunids pr medi de una cinta de faya. Laz cn largas caldas en la espalda. Esclavina de cacliemir. Müms. 22 y 23. Para la explicación y patrnes, véase el m'un. IV, ligs. 24 ú 27 de la Ifaja-Suplemeni al presente númer. "S, Peinad para bail. gel ilel sui-ri sbre la tiira, le í^ que á. ella brillar en el finnament, rdcuda de una elegante crte de cstrelhis, El mar lame cariñsamente la arena de l.i csía que en est pimtu es elevada é inuccesible, y frma un A^ast semicírcul terminad pr da angsts cabs, que se intrducen en el mar audazmente. Un viej de estatura elevada, dcrecli ci>nuj una caña,-.de mirar centelleante, y de Idrga barba blanca, deseiendt: cn extremada facilidad de l iiji'is ahí) de la csta, y enlríi en una pequl-üa bsrca, á ln cu:il el mar imprime un mvimient ilelicis. D; pié en la ppa, acariciúndbe ia barba y cuntemphmd cn avidez la extensión liquida, entna cii \-z Bpra y vibrante este cant i'antástic y lúg-ubre, en ln lengua de ls cántabrs; anche, echa tu maut sbre la tierra, é inimde la luna cn su pética luz este iumens estanque y la csta de Jauíi Arana. Mas ay! á qui viene la calma en este mineutv 18, Crpin para IjatlG (ímia crza). y se dblan sus pics dé delante sbre la línea de punts. Ademas RC guarnece el cuell cn una gla. Se ejecutan ls 'adrns del fichú, y se "fija sbre la fig. 31, desde la estrella hasta el punt dble, un cinturn que se cierra pr detras baj la? bandas, cn btnes y jales. ítt. Pcluad. Vist pr fllant. EL VIEJO EZQUERRA. LEYENDA V A S C O K G A D A. I. El Cant del vieg. El sl acaba de cultarse. La débil claridad del vespertin crepúscnl tiñe de plata la inmensidad de las aguas, y la suave briaa de la tarde acaricia dulcemente ls gigantescs árbles de la escarpada csta. Hacia el Oriente se ve el nacarad rstr de la luna, que impaciente espera el mment en que, cerniéndse el ún- SO. PlDd. TiaW iwi detrás.

5 LA JAODA EL GA]S[,TEJ JpEfí^ióDrc DE LAS PAWILÍAS. 93 A qué ia calma cuand U naturaleza va á prefiuiiciar un crimen spanís? Per n; habrá tempestad, me l dice el Occidente. : Y y u puerl equivcarme. Y sy Ezc[^uúiTa, y le en el ciel el tiemp y el destin. > Antes de tres hras ls elements deaencadends Tupirán cn vilencia. Tú temlilariis. naturaleza. Y íentlnis mtiv. 1 El liij hiciuu-á cn su padre, y le precipitará en i-el mar. la luna brillalja en el hriznte en td su explendr; per pi' la parte puesta densas nuhes invadían el ciel, y empezaba á Bplaa' un vient muy reci., El rstr del piej tma una eá n-píin de siniesti'a y ferz cmplacencia. Jlira á la luna frente á frente, y cauta : KY tú, reina de lá nche, cmplácete en brillar ahra, prque prnt te cubrirán sends nnharrnes negrs. Desgraciada! u verás el hrrend espectácul que va á tener lugar. 28. EijcluTiiiti d cncliciuir. Eaprildn. y_explic. y >aí., ti&m. IV, /Is", 21 á 27 rfí/suple me QM.) 2il lísglftviuíi fi cachemit. Dülantcri), {Exi'lic. I pnl., riúm V,fig.'i.< l 4 27 rif/saplment.! Las estrellas me l lian dich, y las estrellas n nienten. Oh! n será hrrible ver al gallard Van Hel- Qlnt iucliar cn su ancian padrcj y precipitarl ín ls ahisnujs del Océan, El viej Smulcr Graviland Van IIcrmnL ha de tarir. Delante de mi se cnsnuiarú el crimen, y n ' he de impedir. Puede aca.s alg-un cerrar pas ^la fatalidad? Bien ciert *liie ]i.» Ezquerra se '" *^nr e v cntinúa: " «HacecLía- 'i^utaarisque ^ 1 ahuci de ' ' ^ü xtranic- /^, de ese Van (líelrant, fué»4. Fichú de BlctUana. Espalda. 21. Saliaa ác batleú d teatr, arrjad á las aguas desde esta misma barca que y dirigia, pr su hij, que cdiciaba lae riquc-zíis de su padre. Veinte añs des]>ues cnducía y en esta batea á H\mder Gráviknd y ásu padre, é impulsad el primer pr el mism mtiv que prdujera el primer crimen, arrjó á BU padre sbre las aguas, que ne abriern para diiri pas. Cristian me ha dich que le espere cn mi barca, pues quiere distraer á su padre cn un pase inarilitn. Já! ;já! já! Bien sé cuant se desvela Gi^stian pr su ladre.» El ancian calla pr nn mment..una extraña snrisa ilumina su rstr..: Pr íi[i, su ^. ^".- i vz se deja ir ^~.. aun más radiante y snra ; «Esta nche, cuandun negr sudari cubra la lana, cuandí vient y et truí3nnnruevan la naturaleza y las lasakten sin piedad el slar de.jaun Arana,el liijdesnaturalizad íucbará cnsu padre. Já! já! já! jal y sy el geni de] infiern. Y biég al brill de ls rehimpags y al eusrdecedrgemid de la árbles aztads pr el vient, el hij enrjecerá cn la sangre de su padre, que es an prpia sangre, las azuladas aguas del mar, cuya felicidad envidi. i.líi! ij^! já! jjá!» Eutre tant Per es lu'ccis qiic asi sea. Eres dema.siad pura y.^nsibl. Kvrás la sangre. Per y la veré, sí, hi veré, y mi barca dejará tras fii uüii huella rja. Já! jjá! jjá! Vcti, hra de.'ieada. Desgarren las uñas del ancian el cuell de su hij! Y que su saugre salpique mi rstr. Já! já! jjá! ;jál» IL 25. Fichú íc sicuiann. Delnntw. Padre é hij. Cristian y su padre cntrnn en la barca, y tmand Ezquerra el remoj la aleja rápidamente de la csta. La tempestad ^rei^agiada pr el viej empieza pr ñn. Graudes nubes cniu'n td el cicl y

6 94 LA MODA ELEGAI^TE, jperiódic OE LAS J^'AMILIAS. derraman abmidantü lluvia; IÜH relámpags iluminan el mar; la truens cetrcnieccii la tierra. Aztada la barca pr el vient y pr las las, Be tambalea hriiblemente. El ancian Van Helmnt, pálid y aterrrizad, parece un espectr. Prevé su suerte, prque se acuerda de la de su padre y abuel. Cristian, sentad en el fnd de la barca, y cn la cabeza entre las mans j teme que la barca u resista i la tempestad, Ezqiierra deja el rem y canta : «Crre, frágil barca, crr, que prnt te lias de estrellar cntra ka rcae d la csta. Si, amigs mís, prnt serems past de ls peces. Las estrellas me han dich que dejaré de esistif cuand ceae la fatalidad que se ba intrducid en vuestra familia. Y hy desaparecerá la fatalidad cn la familia. Viej Van Ilelrant, vas á mrir, y también ti'i, Cristian. Cuand mañana aparezca el carr brillante liácia Oriente, é ilumine la csta vizcaína, se pdrán ver sbre la playa nuestrs cuerps destrzads.» El viej Van HcImnt se pne de pié. Sus blancs cabells fltan á merced del vient, y fija BUS apaisad.? js en la extensión líquida. «Ezquerra tiene razón, exclama.' Hace veinte añs i^ue cnduje á mi padre á esta barca, desde la eiial le arrjé al mar, l mism que él biciera antes cn mi abuel. Hy Cristian, el bí3 que am, me trae aquí cn el misra bjet, Per tds vams á mrir. X habrá ya ningún Van Helmnt. La raza infame déls avars termina pr fin. ;Lad sea Dis tu Cristian levanta la cabeza, y mirand alternativamenteá su padre y á Ezquerra, dic : «Eaquerra se equivca. Es verdad que la fatalidad que ss ha intrducid en nuestra familia cesa by; per mi padre y y la hems d sbrevivir. Sl Ezquerra inrirú. N cnsumaré el crimen que meditaba. Perdóname, padre mió ; el rest de tus días te rdearé de carisss cuidads.» En aquel mment una grande la pasa sbre la barca arrebatand á Ezquerra: CVistian cnííniia: 11 El destin de ese ancian se ba cumplidya. Su vida ha cesad cuand el crimen ha desaparecid del hgar de Van llelmnt. Heebre su calma la naturaleza, vuelva á brillar en el ciel la candrsa luna, y pdams dirigir la barca á la rilla.» La tempesta'd se aüiinra, la terquedad del vient cesa, termina el truen, y ya n llueve. La reina d la nche disipa la scuridad, y permite á Gristian dirigir la barca. Ya en la rilla, caminan cn ls js humedecids y el erazn cntent. VICENTE DE AEASA. EL VERBO AMAR. POR JUAlí DE WOfiTTM. Cuand pr ls nmbres que ls gramátics llaman sustantivs hems aprendid ü, distinguir tds ls bjets que vems, y^sbre td, ls que ns agradan; después que para ésts, y cn el auxili de ls adjetivs, nstrs pdems frmular nuestra apreciación entnsiaetaí desde que el prnmbre, en ün, ns hiz aprender el y, el primer verb que ns enseñarn!mm. Nel y Ciiapsul, fué el verb Aiiiur. [Qué bien cncen al hmbre esas ds gramáticas! Verdaderamente, n hubieran pdid más bien que el verb amar, que siempre cmparte una idea egista, mstrarns desde luegl verb diu- que es much más regular?, Ella n l han hech, prque dar ya n está en us, y amar será eternamente un gran hnr; el hmbre ama aiempre alguna, csa pr insignificante que esta sea, un pc, míicb, apasinadamente, y sbre td irregularmente, per nunca cn tanta irregularidad cm el dar. Y, sin embarg, ess ds verbs Amar y Dar^ sn en la bella lengua francesa la incnstancia pr excelencia, td l que en ella hay de más irregular. Dis sabe si ells usurpan esa cualidad! ilm. NiM y Ciiapsul n pueden pr est ser cndenads: las ds palabras existian ánte&que ells, y y n crefenderles de ningún md al decir que si ells pueden fundirlas n han inventad ni el amr ni la genersidad. Amar y dar existian, pues, untes que ells: la antigüedad ns lae ha legad cn tda la regularidad que ellas aea- ^0 merecían en aquella edad de r en que ls litnbres eran.nejres, Después ls hmbree han cambiad, y ess ds verba han quedad innmtabtes y respetads, cui ls mnuments que elevan ls puebls I un hmbre ó á un dis, y quedan de pió larg tiemp después que el hmbre ha muert y el dis se ha lvidad.. Per si baj el pimt de vista de la elección ls ds retórics han prbad delicadeza y hasta talent, aunque ells íunden grauíáticaa, ells n pdían mstrar mds trpemente ese verb amar que tds cncems. Supned nn arquitect al cual h.ibeis dad plens pbderes para que s cnstruya una casa, y que clca el salón inmediatamente después de la puerta exterir, antes de antecámaras y crredres; que pne la ccina en la cueva y la cueva en el graner ; l mens que pdéis hacer serú decirle que él se ha equivcad. Pues bien, est es l que MM. Nel y aiapsul han hech cn ese desgraciad verb amar. Y am, dicen ells cmenzand en el presente del indicativ, y am: asi, de rndón, sin avisar siquiera, y cm ells dirían : teng ds mans y ds pies; n es est l mism que el arquitect, que ahra decía cmenzaba pr el salón? ^ Tds sabems qué de crredres y qué de antesalas hay que atravesar para llegar allí antes de pder pner td el crazón en esas ds palabras! El niñ también dice: y arí Slamente que él frma uji sistejua, y dice: «y am ls macarrnes y ls dulces de manzana: y am A papá y á ls Ijcefsieaks: y am á maílla y i las piezas nuevas de ds cuarts: y am á mi abuela y á nii ar, á mí ti y á mi muñec... ;Y amls Esa palabra está en su bca td el dia; él aprende á decirla, y él la repite sin cesar, y sin dudar del valr de ese diamante cn el cual juega cm cn un pedaa de barr: él dice : «y am?), per es sól al bjet de su cdicia, al cual tienden tds ls esfuerzs de su espiritu. Sin embarg, él aprende á decir esa palabra, sin saber BU verdadei'o valr basta que él sl dice: & [ Y am! ;y am I y am!» Y nada más Per antes de llegar allí, él tiene muchas fases que atravesar, y n es esa la palabra que empieza la peligrsa ciencia del amr. El niñ al crecer l ha amad td, td cuant ha enen,trad en trn de él, y se ba repetid en tds ls tns. El l ha amad td,' mens ess grandes js azules que pasan baj una cabellera rubia, que sn llevads pr nn cuerp cuys elegantes cntrns ae cultan mal en un ampli traje, y que muestra también un pié que le vuelve lc, y un tbill que le hace enrjecer. Pr la primera veü entnces, una vz secreta le grita imperisamente esta sla palabra ; Ama! Ama! dich bruscamente, sin Orden, per n hay necesidad: él ha cmprendid, y el niñ cambia rápidamente en hmbre. i Ama! Pr este imperativ craienaa el amr, y pr él debía empezar el verb. A esta palabra respnde bien prnttra que jamas se hace espei'ar, prque el niñ hecli hmbre encuentra encantadras á cuantas jóvenes ve, y á la vz imperisa que le dice: «ama!:& él cntesta : ^~ Y amaré. Este futur debiera ser el segund tiemp de ese verb que empieza prel imperativ. Per á ese grit del crazón, -i y amaren, la vz de la razón hace suceder tra : para amar es precis hallar una mujer A quien un se entregara cn placer en cuerp y alma, y esta mujer hay que encntrarla Si y "^dera una asi, ns decims, y amaría. Y ajíinn'n-.'el cndicinal que inevitablemente entnces, en el verb del amr, viene el tercer, trayend en ps de si tds ls subjetivs psibles, pr ls cuales es precis pasar antes de pder en resi'itnen, y sin reserva, decir esa palabra, pr la cual han cmenzad ls gramátics : Y am. Esa palabra que ells han puest la primera ha debid ser la iiltima, prque el verb puede acabar allí / l' am I Esa es la dicha, per desgraciadamente para nstrs la ventura n es eterna, y ls mals tiemps del verb n pueden ser suprimids: habl de ts tienips pasads. Ess tiemps, en el rden dad pr ls gramátics, signen inraediamente al sól buen, cm si fuera precis que después de la dicha viniese el lvid, prque ess maldits tiemps n evcan más que el recuerd. Y' amaba. Y amé. Y he amad.. Y hubiera amad. Hay para tds ls gusts y para tdas las edades. Y amaba. Este es reciente cm quien dice, de ayer: acas hay esperanzas tdavía, una querella de amantes, y nada más, Y' amé! Est puedser más seri. Es, pr l mens, un rmpimient, mas n hay que desesperar tdavía prel crazón ^ él lvicíará y amará nrejr ; per en l siguiente, f lic amad, n liay nada más, en ell acaba td. La verdad se detiene ante ese verb tan mal presentad; mal presentad, si, y n es est td : qué había él hech á MM. Nel y Chapsul para que le censuren cn tan cínica irnía? Pespues de haber dich y am, ells dicen : y amaba y ese tiemp l bautizan imperfect, cm la maestrs que dicen: Pasable; per tratad de hacerl mejr. Qué hacen ells después, cuand el tiemp siguiente marca un amr apagad? y am, suelea decir. Y si mas lejs, un ancian, habland de amr cm de nna histria antigua, dice ; Y había amad, es l más perfect, dicen ells, el twn plus ultra de la fehcidad!... [ Ah, señres, señres! qué s ha hech el amr para que le tratéis tan mal? 1 Después de td, pdéis tener raen! Per vstras recnceréis cnmig qu la irregularidad del verb amar lia vivid bastante, y seria 3'a. tiemp de imitar li nuestrs vecins ls alemanes qu n lian esperad tant para hacer del verb amar el más irregular de tds la cnjugads. (Del FUTÍS luustré.) (Traducción.) LA LOGA DEL VALLE. - LEYENDA. PATHOCIÍIIO HE BIIDMA. I. Cm el nid del jilguer que ae culta en l más frnds del fllaje, asi Nise, la hija de Beltran el leñadr, tenía su blanca chza culta entre uns suces en ka encantadras márgenes; del Ebr, junt á la cmarca de Rcámra. Xise era la niña de blnda cabellera, de js azules y cuell alabastrin. Su vida entera se cifraba en su pequeñ valle, y jamas imaginó que detras de ls elevads mntes que ae extendían á BU vista existiese más nmnd. Nise tenia quince abriles; era nna de esas naturalezas privilegiadas en las que parece que el cicl Im puest un átm de su belleza para delicia de ls hmbres. Huérfana de madre desde sus primers añs, amaba al autr de sus días, á las flres y á las aves, sin imaginar que en el mund existiese tr amr. Cada dia, cn ligera planta, Niae iba pr agua á la vecina fuente, y sentada junt á la arrulladra crriente pasaba plácida las hras escuchand ls arrbadres cántics del ruiseñr Una tarde, cuand más embargada estaba Nise en auíí cntemplacines, vi bajar pr una vereda inmediata á un jven zagal que venía guiand nn rebañ efe blancas vejas. Guárdete Dis, hermsa zagala, chjle el jven, qué haces tan sólita en la fuente? Quién crea tur' preguntóle Nise cn timidez. Que quién sy y me preguntas? cntestóle el descncid ; sy Lisard, el que cuida el rebañ del señr del Castill. ; Lisard! Si, niña de dulce mirada ; per dime, n tienes mied de estar tan tarde en la fuente? Y'a el astr del día se ba cultad tras el vecin cllad : quieres que te acmpañe á tu mrada? N, n te cnzc Y Nise fijó en él sus linds js, per ls bajií rubrizada, pues era, en verdad, et pastr un gallard mz. Hermsa eres, en verdad, gracisa niña Se puede saber tu nmbre? Mi nmbre? Mi padre siempre me llama Nise. Pues bien, querida Nise, quieres quefe! pastr Lisard te acmpañe hasta la casa de tu padre? Ll, zagal, á cuidar de las vejas y dejad que las mucliñchas regresen slas á sus hgares. Te mlest acas? N cmprendes, hernisa Nise, l qiie te están diciend mis js? Nise se pus clrada cm la flr de penía, y huyó presursa hacia su casa. 11- y pasarn alguns días sin que Niae ñiese á la fuente. Desde el dia que tuv la entrevista cn Lisard, veiasela triste y pensativa sin que se cuidase de las flres ni de ls cants del niiseñr. Y era que Niee amaba á Lisard. Belti'an preguntó á su hija la causa de su tristeza, Nis cntó á su padre l sucedid. Y ahuyentaré tu tristeza, exclamó éste, y partió. Y al siguiente día el jven pastr juraba un amr pur á Nise baj ls sauces de su casit. Beltran liahia cumplid su palabra devlviend la alegría a su hija. IIL Y así pasó algún tiemp. Per sucedió que el señr del Castill, D. Men Eny de Lara, yend un dia de ea?.a extravióse entre ls sauces de la casa de Nise y enamróse perdidamente de ésta. Quién eres? preguntóle el de Lara cn una vz que hiz temblar á la pbre niña. Sy, señr, Nisa, la hija de Beltran el leñadr. Hermsa eres, pr mi vida, Nise; y te am y te daré cuant quisieres cn tal de que me quieras. N, mi señr; mi crazón ya n me pertenece, pue» se l he dad al pa.str de la ardiente mirad. A qué pastr? A Lisard el que gnarda vuestrs gnada, dij Nise cn sencillez. Dime, Nise, repus el de Lata, quieres venirte cnmig y serás la señra de mi cabtíll"'y tendrás pajes cn dradas cabelleras á tus órdenes? Gracias, mi aeñr, el crazón n sepai'íe. Una palabra tuya, niña, una palabra y serás dueña de mis castills, de mis valles, de mis feuds y zagales. _ Am á Lisard, y pmada del mand dej y su cariñ. El de Lara se pus furis y exclamó : Pbre de ti, Nise! Prque te anj y jur que jamas serás la espsa de un imbécil! Alguns mments después llegarn ls pajes y mnters que iban buscand á su señr, A una señal de éste se apderarn de la hermsa Niae. A pesar de sus súplicas y grits, la pbre nífia fué llevada al castill y encerrada en un de sus más prfunds subten-ánes. El de Lara dij á Nise se preparase para ser su espsa á la siguiente mañana. IV. Llegó la nche., Y á las negras tinieblas de esta siguió el matutin crepúscul llen de encant, de vida } de pesia El águila extendió su vuel pr el espaci, ls pajarillssaludaban regcijads al nuev día, las tíres abrían sus cálices La antigua capilla del Caslill de Lara estaba fantásticamente alumbrada pr una multitud de ciris, y un venerable y ancian sacerdte pstrad ante sus altares' aguardaba el mment de la ceremnia que debía veríñcarse. N dejó esperarse much el Sr. de Lara. Un mmento' después viósele entrar jadeante de alegría, pues veía cercan el fin de sus deses. Seguíanle varis lacays y feuds, entre ls cuales iba la infeliz Nise, cn sus rpajes de nvia, deabecha en el más ajnarg llant. [DiB mil Dis mil esclamaba la pbrecilla '

7 LA yvida ELEGAISÍ^TE, peí^iórcs LAS FAMILIAS. 95 libradme di3 ls lazs de mi señr y e jur ser vuestra «spsa. De este md llegó la cmitira á ls altares. V. Qué deseáis, nble señr? preguntó al de Lava el aacenite. Dese la man de Jíise. Y vs?... cuiiliiiuú el flucian dirigiéndse ñ ésta per qué ve?... pr qué humedece el llant vuestras mejillas? [Ah, padre mió! Prque he dad mi crazón á.lísard y li pued dársel á mi señr. Pues y dese que sea mí y sí n ;ay de vstrs! exclamó el de Lara. Deteued vuestra impía lenf^ua y nséis prfanar tan ^aut Bacrameut!... exclamó iiifíjiirad el saecrdie; n pued liendecir ese enlace prque Dis tne l prhibe! Pues senil- exclamó el de Lara enfurecid. Per en el niiínu ijistante, ls pintads vidris de las fóticas vcutftuas de la capilla cayern al impuls de ds fuertes hachazs, y ds hmbrea ihiñal en man, saltarn ^^ienfr de ls altiires. Eran Lisiiird y Beltrau el-leñadr. Ay de vs^ BE habéis injuriad á mi amada! Aj- de vs, señr de Lara! listas ds exclamacines, que fuern prnunciadas espntáneamente pr Lisard y Behran al intrducirse en la ^íipilla, hiciern retrceder á ls circunstantes. ^ A ells, mis vasalls! exclamó en seguida el de Lara, per era tarde. Lisard cn una man le tenía primid pr el cuell, y cn la tra amenazaba sepultarle su '"llihid puñal en el pecli. Miénlrae tant Beltran prdigaba sns auxilis á su hija, Jl'ie, exánime de alegría, se habia desmayad entre sus ''fazs, Detenes, sacrilegis, y pstras ante el Redentr! ^xclimió ante tan impnente escena el sacerdte, levantand BUS mans. Pr mi impuls sbrenatural tds s arrdillarn, ex- ^ept Nise que cntinuaba desmayada en ls brazs de su padre. Entnces, aprvechándse el ancian sacerdte del estad ^G BUS ánims, prnunció un discurs en el cual expus ls admirables precepts del Evangeli, que recmienda encarecidamente el perdón de las fensas, y cncluyó rgand * ls circunstantes el que ejerciesen tan saludables má- ^iuias. Tds llraban. De repente D. Sien Ruy de Lara, cnmvid, salióse de lít capilla. Adunde viiis, señr? preguntiú'nle alguns vasa- 'lb saliend trasé!. En husca de la paz del alma! exclamó el de Lara. Y mntand en su sberbi alazán, partió á galpe. VI.. Un instante después la capilla del castill estaba desierta. Eeltran y Lisard habían trasladad desmayada á ÍTise ^ *íu chza^ per cuand esta vlvió de BU letarg á nadie 'Cncía, estaba lca. Beltran y Lisard llrarn la desgracia de Xise. VIL Y así trascurrió algún tiemp. Nise. la desgraciada Kise, la de blnda cabellera y ala- PlStriu cuell, veiasela crrer prlas veredas,exhaland la ^ jfeliz plañideras quejas, en ka cuales revelaba BUS desgraciads amres. La campesins la cncían pr la lca tlel valle. Lisard, su pbre amante, hi seguía pr d quier que ^i^es, y cuidaba de cua cn el cariñ de un herman. VIII. í^'ftsó un añ. Era el aniversari de tan triste suces. ~,l*r una cincidencia inexplicable, la infeliz amada de ^iaard falleció ni snar la hra en que se cumplía el añ ^^ tan triste suces. Quizá el recuerd fatal de aquella eccena la llevó ala ^^mba. Ijisard llró cm un niñ la muerte de su amada, y la ^^Uterró iuntü á la fuente dnde la habia vi&t pr vez pri- ^lera. ". En aquel mism instante Beltran recibió un prpi, cn- ^^"id en ests términs: ' 1 Cuand estas lineas llegaren A vuestras mans el señr leetv ya n pertenece al mund,.sin á Dis. Desde el ^'''^l de mi celda he sabid la desgracia de Nise, cuya ^^a. fui y, y rueg á Dis que se cmpadezca del peca- ^ ^' ' que causó la infeiicídad d ds amantes digns de me- ^í"" suerte Es mi vluntad que mis bienes pasen á pder ^^^eui-ftii el Leñadr. *^gad pr el que en el mmid se llamó Men Emj (h Lara.y> ^T~lDi3 tenga piedad del desgraciad! exclamnrn ^Hi'an y Lisard. Y alguns mments después, tristes y "ds, vlviern á sus hgares. IX. fh '^^^'^ ülgnn tiemp, el castill de Lara se hahín tras- Ijgi'^'^d en un espacis hspital, en dnde dr religiss, JQ '^^ de piedad cristiana, se cnsagraban al sei-vici de pbres de aquells cntrns, jn,, "^^enud vcíaseles pstrads ante una tumba que habia j.'^ á Una cristalina fuente. " íuells reiigíab eran Lisard y Beltran el Leñadr. X. al n r '^^' ^ ^^ l'a desaparecid. Sól quedan algunas ruinas, parecer de un gótic castill, y una pequeña fuente á la que alguns ancians que recuerdan cnfusamente la tradición cntada pr sus antecesres, cncen pr La Fuente (le la Lca. JOSÉ F. SANM-^BTIN T AGUIERE. TÚ Y YO. Si tú eres rsa De nieve y grana, Liri pmps. Cáliz de íir, Y seré brísa De la mañana, Fresc rcí. Spl de arar. Si eres crriente De gracia suma Que alzas alegres Ondas de tul Y seré encaj De blanca espuma Que iré besand Tu mant azul. Si eres risueña Flr de rmer, Que el mnte cria Y stenta en él, Y seré abeja, Que en sn liger Vuel rndand Tu dulce miel. Si maripsa Fugaces mueves Las limpias alas De r y rubí, Y" seré el aire Que en ndas leves Iré vland Detrás de tí, Si eres del alba La nube umbría Que en la alta cumbre Fltar se ve. Y seré el fueg Que alumbra al día, Y en rays dr Te encenderé. Si eres del sauce Smbra dliente Que triste pmpa Tiende d sus pies. Para que pueda Perpetuamente Llrar cntig, Seré ciprés. J. SELQAa. CORRESPONDENCIA PARISIENSE- SUUAItlO, Paradja veralmü, El amr en la Academia, El cult del aguafuerte. Muerte desastrsa de,la.señrita Elena Anspach. TeatrE, OPERA CÓiitCA: Carmen, ópera en cuatr acts, letra d ls Sres. Enrique M,iilbac y Ludvic Halévy, música de Jrge Bizet. YAKIEDADKS ; líevinta al vapr. GATTÉ: Gr-iive-'-a d? Brabante. Hípital nuciinial da música. Lft rusmania. S>: Directr de L.v MODA ELEGAOTE. «Calcular el númer de mujeres bnitas que hay actualmente en París, entre españlas, rusas y americanas, es materia impbíble.» Así s expresa un crnista en el clm del entusiasm, y lueg añad : «En cuant ú las parisienses, se vengan á su md de la indignidad de ls Jimbres. Hase ntad que siempre que ls franceses dejan de ser amables y alegres, las francesas se vuelven feas. La alegría del hmbr cnserva la belleza de la mujer. )> N seré y quien garantice la verdad y exactitud de tan riginal afirmncín, que frece, pr el cntraii, tds la sintmas de la paradja; per l ciert es que el carácter de ests indígenas va perdiend much de su natural gracej, de su viveza chispeante y de aquella agradable sltura, que hacía de la literatura francesa el vehícul de tdas las ideas nuevas y aveces prfundas, que n encntraban medi de generalización eji ls írs idimas. Figúrese V. que la Academia Francesa, cn mtiv de la recepción del Sr. Car, se ha puest á dar reglas Sijbre qué dirii V.?... sbre el amr. Hasta ahra n se le habia cm'iid á ninguna ci'paracin de este géner, de ningún país, encerrar materia tan delicada en ls frís y graves precei^ts de la ciencia ficial. El amr es y ha sid siempre past abundante de las imaginacines libres y fuente riquísima de inspiración para ls artiatas y pstas de tdas las nacines. Pues n, señr, de by en adelante n ha'de suceder así. Ls sesuds académics franceses l han dispuest de tr md. Para escribir de amr habrá que sujetarse á las rigursas prescripcines de la dcta crpración. Y cn decir que la individus más fgss de tan respetable areópagü han dblad ya el cab de la sesenta, cmprenderá V. cuáles deben ser sus ideas en materia de amr. M. Car y M. Camil Rnasct, encargad de cntestarle, están cnfrmes en que el amr ha de tener «uu tint etére» que ha de reudir en las regines superires (renteramente desprendid d las frmas de la materia», y que ha de participar, u fin, de CCZÍÍI spl de Platn.y> Pr cnsecuencia, tds ls que hasta ahra han cnsagrad su geni y el ñ-ut de una larga experiencia á pintarns ls efects d aquella sublime pasión madre de la naturaleza y sberana del univers, sin hallarse inspirads pr el sph ele Flaln, han sid, seguu ls aeadéuiics más arriba citads, uns materialistas, uns experimmtalinlah, inclus el inmrtal Mliere y el prfund Stendhal (Enrique Beyle). Perdónals, Señr, que n saben de qué hablar! Si bien aprvecharían mejr el tiemp trabajand en la redacción del Diccinari de la lentfua, que está tdavía bastante atrasad, según se dice. Mientras que ls sabis pierden asi el tienqi en disertar de l que n entienden y en dar al vient unas reglas que afrtunadamente el vient se lle^'ará, las damas del gran mund.se dedican cada dia cn más ardr á la pasatiemps artístics. La mda, que tiene siciupre alguna parte en estas aficines, favrece en la actualidad el agua fuerte, y algunas señras han a<lquirid en este arte una verdadera ntriedad. Se habla much de las aguas fuertes de la barnesa Carlta de Rthscliilil; junt á ella se clcan la barnesa de Bisaien, la duquesa Clnna, Mad. de Saulx (en arte Enriqueta Bru-ne), Mad. de Beaufrt, y entre las altezas reales, la princesa Alicia de Hesse, la Princesa de Sajnia y la Cndesa de Flándes, que cultivan el agua fuerte cn extrardinari éxit. Cnce V, el sencill prcedimient que se emplea para el grabad al agua fuerte? Se tma una placa de cbre, de las que sirven para el grabad en genera!; ae hi pne á calentar á uti fueg lent, y se la cubre cn una preparación llamada barniz blanc, el cual se extiende cn una muñequilla, de md que frme una capa delgada é igual. Hech est ae deja euñiar el barniz, y después ae auspendc la placa vuelta sbre unas bujías, cuy hum se esparce incrprándse al barniz pr medi del calr. Terminada la peración, se tiene una placa cubierta de una capa delgada de barniz negr. Viene lueg el trabaj de arte, que cnsiste en dibujar sbre el barniz, cn un punzón, la bra que se ha cncebid, y en este punt n hay artifici psible. La ejecucijí frece las mismas dificultades que el dibuj del lápiz sbre el papel. Terminad el trabaj de punzón, se pasa la bra de arte á la peración química. Se echa encima de la placa ácid nítric cn un pc de agua, preparación llamada en términ vulgar affiía fuerte, y de iste ]nd se btienen ls huecs destinads á recibir la tinta de imprenta. El agua fuerte ejerce su acción sbre las partes del clire que el punzón ha dejad descubiertas, mientras que e! barniz prtege l reatante de la placa. La peración se gradúa y se renueva según la prfuutlidad que quiera darse ú las líiíeils. Una ve2 cncluida la peración se c uita el barniz. Tal es la bra que ha cutrtbuíd en gran parte i la celebridad de ls Albet Durer, d ls Aldegrave, Berghem, Pabl Pttcr, Remhrandt, Carraci, Guid Reni, Salvatr Rsa, Claudi Lrraiu, Gya y tants trs. A imitación del rey Luis de Prtugal, que ha ilustrad al agua fuerte las bras de Calderón, y de la princesa Ahcia, que ha ilustrad igualmente el Diari de suü estacines en Esccia, pr la reina Victria, nuestras damas se )rpnen cmbjet de sus labres artísticas la ilusíraciu de BUS librs predilecta. Una espantsa desgracia, currida á la señrita Elena Anepach, parienta cercana de ls Ktbschild, ha caubad príimda sensación en ls círcula aristcrátics de la capital. Hace cuatr dias, Mad. Anspach, su hij y sn hija Elena fuern á pasar la velada al teatr Francea. Al salir, viend l apacible del tiemp, y cn bjet de tmar im pcl aire de la nche, determinarn vlverse á pié. A es de las dce llegaban á ls bulevares cnversand tranquilamente, riend y cmunicándse sus bservacines. Es una hra en que el pas al través d ls bulevares del centr es bastante difícil y peligrs, á causa de ls muchs carruajes que ti'ansitan cnduciend la gente que sale de ls teatrs. Hub un mment en que Mad. Anspach y BU hij, creyend la casión prpicia, lanzárnse en medi de la ancha calle. La señrita Anspach ls seguía; per viend un cche que se acercaba á ella, tuv que retrceder. Pr desgracia í ómnibus de la Magdalena, que n había vist, llegaba tambienj, per en sentid invers.

8 OG L.^ yvloa ^LEGAN^TE, jpeí^iódico DE LAS PAMILIAS. Derribada pr ls ciibaufis, la infrtiinatla jven n piul levantarse y íns ds niedns dcrp'esad ctirninje lé pasarn pr encima det cuerp. Entóncea ae levantó, duclaruntl rjite n sentía grandes dlres, y ayininda d sii hüi'inan subió JÍ nii (. iimiaj que Itv cnduj á su dmicili. Per en e! ccimin, un derram interir ae pj'cidiij. y la infeliz j;j','eii nuiíió en ls brazs de su iiindr Icifa de dl<ir y de sn lierííi.üi deeefiperad. A ls veinte añs de edail, rica, jóvsn, bella y querida, qué espants destin! Detalle desgaitadr. El padre de la victima, á quien nadiü aguardaba y que habia llegad de uu viaje al extranjer durante la ausencia dü FU familia, lístaha juni ala chimenea unríend de la srirpi'esa que le preparaba, cuand le llevaran el cadáver de su liija. Le teatrs han frecid la pagada quincena cierr interés. E la OPEitA CÓMICA se ha cetrenml una bra en^cuatr acts de ls Sres. Enrique Síeilliac y Ludvic Halevy, inúsica de Jrge Bizet, titulada C'únnm. Esta ópera, sacada de una nvela españla de Próspei' Jlerimée, ha btenid lui sit cmplet. Si bien el gétiür JÍ que pertenece la nvela de Merimée está aquí dg gastad, l3 aiitres del Hbret han sabid sacar del asunt un partid que nadie esperaba. La raúfiíca de M. Bizet, adrairablemeute cmpuesta, ñna, delicada, riginal y vnriada, participa de esa tristeza que raya á veces en nimitnia. pfpia del carácter d is persnajes. Una sla artista.>ra capaa de salir airsa en él papel de Carmen, la gitana de Hevilla, («aui-marié, y un lisnjer triunf ha crnad sus laudables esfuerzs. Eii VARIEDADES se La estrenad también una Jieüísia (d vapr, cuy mérit pr uci :ial cnsiste en que juatifica BU titul. La acción pasa tan rápidamente que n deja lugar al públic para ntar ls defects ilc la bra. En la GAIETÜ se lia puest ea escena Genveva de Brahíinlc, pej'eta de Offenhach, cjiíe ei bien n es nueva, ha sid enturuuientij rtiivadit, aumentada y crregida pr sus autres. E! aparat eí^cí-nic, que ca muy ljs, asi cm la adición de ds bailables, ds prcesines ó desfiles y una aptesis, han cutrihuid pdersamente al buen éxit de la representación, que es una de las que más públic atrae á ls teatrs parisienses. En la GRAÍJDI! OrEHA, ó sea la Academia nacinal de música, se ha prducid uti hech sin precedentes. Lns fimcine-s han tenid que suspenderse pr una épca indeterminada, ú causa d'que ls seis tenres del nvísim clise, están ls seis! acatarrads, cn cuy mtiv un chusc ha mdiñcad el cartel, pegand encima!a siguiente faja impresa: iiü8piral NACIONAL DE MÚSICA. Yft sabe V. tjuc ls russ están aquí d nidn. Pue-s bien, para acabar de rusticar ns, 1^1. Ogareff, asciad del directr del teatr naciiial de Mscu, se prpne dar en el teatr de ls Italians de Paría una serie de representacines del drama titulad Una Bda fitsa, drama escrit pr M. Sukbuiuc de rden del emperadr Kichía. Ceremnias, bailes, crs, td cu esta bra será curis y riginalj según se asegura. Se presentarán l mens 150 persnajes, cn ls trajes de la épca', brcad de r y plata. Ciert númer de ss aparecerán sbre la escena. Treinta artistas russ han llegad de ;Macn, y se aguardffn cuarenta cristas escgids de entre ls cantres de la iglesia rusa. La iunvacin es atrevida. Verems á ver cóm la recibe el públic. Si bien cu eatn^ppblacin singular td es psible. X. X. Paris, ICde ITarz'i. HIGIEHE DE LA lílfaílcia. JIÉTOD;) I'AItA Cltl.Ml LOS ÍIISOS RECIÉN NAClDt^S. El métd qu vams á expner es de una imprtancia innegable, y laa ventajas que frece ae hallan cnfirmadas pr BU aplicación en Fraueia, Alemania y trs países. Cnsiste este métd en el emple de salvad ó afrech, cm preservativ cntra ladunucdacl, tan nciva siempre, per sbre td en la infancia. Hé aquí la manera de aplicarl. Se niiiudft hacer una cnjita d madera blanca qu tenga lafrnm de! interir de la cuna, dejand el esfiaci necesari para que la rpa de la cuna (sábana, clcha, etc.) pueda.'íacarse per e! huec que quede cidre el cntrn interir de ésta y el cntrn exterir de aquélhi. ÜQ pne cierta cantidad de salvad al hrn, á fin de destruir!sinse-jts que pudiera cntener, y lueg cn este salvad ac llena la caja. Se calienta el salvad cn nn calentadr de mang crt, y se le maniiene auna temperatura elevada á igual cn btellas de bari' llenas de agua hirviend, que se clcan en el fnd de la caja; per teniend much cuidad de cubrirlas bien cn el salvad, ó cn un paei si necesari fuese para evitar que el niñ pueda quemarse. Se pne en la caja una alinhadita cm en una cuna rdinaria, se abre cn la mnn una pequeña cncavidad cu medi del salvad y s clca en ella la criatura sin más rpa que la camiaita, <le tal ]nd que su cuerp descanse direciamenfe sbre el salvad. Sa l cubre ademas de salvad I y pr encima se echa la sábana cbertr, y clcha que se hallan sujetns entre la cuna y el cntrn de la caja. Cuand se saca el niñ de esta cama, ae le envuelv en pañales y :nantillasbieu calientes. Se quitan cn una badila las blitas que fruia el salvad al cntact de!a humedad y se reejnplazan cn salvad nuev, que n se lvidará de pner autes al hrn. Seria tal vez preferible e! emple deun barreñ y un cedaz t'i cladr de agujers grandes, que serviria para cerner td el salvad cntenid en la caja. Será menester ventilar cn mucha frecuencia la caja pniéndla cerca de una ventana abierta, cn el salvad que cntiene, y un calentadr bien caliente clcad en el centr. Se revuelve el salvad cn una badila á fin de ventilarl y purificarl cmpletamente. Tds ests cuidads parecerán, sin duda, minuciss; per las ventajas que de ells resultan sn tan cnsiderables, (pie, cnciéndlas, nadie retrcederá ante su aplicación. La tierna criíitui'a n crre asi el peligr de verse encerrad en una envltura húmeda, puest que el salvad absrbe inmediatamente teda clíise de liquid: y sabid es cuántas enfermedades recncen pr causa el cntact prlngad del cuerp del niñ cn sábanas y clchnes mjads. Pr tra parte, el salvad cmunica ;i la epidermis una suavidad extrardinaria, impidiend tda clnse de escriacines. El niñ se desarrlla cn eutera libertad, sin hallarse aprii^inad en bárbaras envlturas, que cnstituyen en la edad primera un trment igual al de ls cueriís guarnecids de ballenas y blindads de acer que usaban en tr tiemp las señras. GEROGLIFICO. A D VEKTKlSf CÍAS. lígams & las Hras. Suacritras que, al iiacer alguna reclamación ó renvar su abn, acmpahen siempre una d las fajas impresas cn que reciben el periódic, prque es el md de pder servirlas cn mayr prntitud; y si la reclamación se hiciere pr medi de tarjeta pstal, deben expresar claramente el'sií'uiicríj que tenga la respectiva fajü. tda vea que n es psible entnces agregar ésta á la tarjeta. # ^^ _^. ^_. El Administradr de LA :MODA ELEGASTE ILUSTÜADA suplica á las Señras abnadas que siempre que nten la falta de algún númer hagan la petición de él dentr del plaz de un mes, cm máxim, y les será servid gratis;, prque la Empresa, en vista de laa-cntinuadas faltas que eu Crres s cmeten, ha dispuest hacer imprimir una cantidad dada de ejemplares cn destin exclusivamente á- este bjet. Las reclamacines que se llagan fuera del ténnin men-. clnad n pdrán ser atendibles sin que acmpañe al pedid el imprte del númer ó númers que se sliciten. Pr este medi laa Señras Suscritras pueden tener laseguridad de cnsiderar siempre cmpleta su clección^ pues la Empresa es la que se impne el aacrífici de duplicar gratuitamente las faltas riginadas en el servici ib' Crres. AI mism tiemp se hace present que se dará cuenta al Sr. Directr general de Cmunicacines del punt en dnde curran las faltas, para que se impnga el crrectiv necesari á ls que aparecieren respnsables. ANUNCIOS. E[. ADJií.N-LsrnAri!. EL DIPLOMA DE MÉRITO EN LA Expsición Universal de Viena, iüi BÍ'JO CDücciliO [lo!' el 3iir.-\d A SARAH FÉLIX, pr su ]naravillsa EAU DES FÉES (AGUA DE LAS HADAS). Eita recmpensa píiieba ctiíin imptente Ecni, la ciupetencia cntnt il - cbs ntables irílngts, qtic iicnban áa tilener, pr aqutl sncej, derecutf de frntiqiüda LU tdas las ciudad es ilc Eni^Djia. AGUA DE LAS HADAS. AGUA DB TOILETTE PK LAS HADAS. 43, ruó Hiclier, París. rrmajdr cu STadriil, Agenciafinuc-eBr-aDlD., Gi>rd, SI. Bepíslt p/irílciitur en tdas Uis per/unwhus y palii/juthas de p7i:íiid'> II del exínm}er. Preci: pesetas, 7,50. \ IIADRID. itliirciila y Estereti lia de Aribnii y C'.', BuccErüa de rtivadeiiyra, nu-reí-olles DE CÁMAtL* ]?E B. ;.t. EXPLICACIÓN DEL FIGURIH ILÜHIHADO. Núm Vestid de {jr (jris pálid y cachemir de la India también gris, per niás scur. Falda semi-lai'ga, guarnecida d un vlante levemente fruncid, el cual se ribetea cn un bies de cachemir. Pr eneiinn de'este vlante van ncli huuneita, cuy vlante y bullnnes se xepiten. Viia anba banda de cachemir de ía India, plegada, sfile de debaj del adrn de detras, pr el lad izquierd, atraviesa la falda pr delante, y se lija liaj t,d mism adrn de detras ú la dereclia. Córpia-armadnra, ca bíeses cíe cachemir. 3íangasaemi-ajuatadas cn un puñ ajt hullnad. Vesfidii de casa. Este vestid es de siciliana clr gamuza y va abrchad pr detrás, de arrjl>a hasta abaj, cn bcitncs grandes de tercipel negr. En cada lad, cuatr ánguls de tercipel negr, y pr enciina del últim un laiíc) grande de tercipel negr. Mangas^ cubiertas cí ls misnrs ánguls. En la sisa un laz de tercipel negr. Pr delante el vestid ea lis ; pr detrás frma tablas. El Suplement de este númer crrespnde sól á las Señras Suscritras de la 1.^ edición. La slución en un de ls próxims númers.

9 ^. ^ mmáiíímmu QIUSTMI/^..' Administración Carreta:^, L2.prá. /A A D R I D ; ^