La oferta científica en el

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1 03 OFERTA CIENTÍFICA La Universidad de Oviedo, el primer investigador La Universidad de Oviedo juega un papel crucial en el Sistema regional de I+D. Cuenta con varias unidades de investigación y, en su apuesta por promover la transferencia del conocimiento a la empresa, colabora activamente con el Grupo IDEPA. La oferta científica en el Principado de Asturias se apoya fundamentalmente en la Universidad de Oviedo, que curbre la mayoría de las disciplinas científicas. La institución académica dispone de varios grupos de investigación en Ciencias, Ciencias Biológicas y de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas y Humanidades. El Edificio Científico - Tecnológico de El Cristo alberga además la mayor parte de los Servicios Científico- Técnicos (SCTs), estructuras destinadas a dar soporte a los grupos de investigación propios, así como de otras instituciones públicas y empresas privadas. Abarcan los campos de las Medidas químicas, la Caracterización de sólidos, la Biomedicina y técnicas de la imagen y Apoyo tecnológico. Cuenta además con los siguientes Institutos de Investigación: Instituto de Biotecnología, Instituto de Química Organometálica «Enrique Moles», Instituto Universitario de Oncología, Instituto Universitario de Tecnología Industrial de Asturias e Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII. La Universidad dispone además de otros centros propios como el Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial (CECODET), el Centro de Inteligencia Artificial (CIA), el Instituto de Ciencias de la Educación, el Instituto de Recursos Naturales y Organización del Territorio (INDU- ROT) y el Instituto Universitario de la Empresa. Transferencia de conocimento A través de su Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), la Universidad promueve la generación de conocimientos acordes con las necesidades del entorno y facilita su transferencia. Y precisamente para enlazar la labor investigadora y el tejido empresarial, colabora activamente con el Grupo IDEPA. En 2006 firmó un convenio con el CEEI para el desarrollo de actividades dirigidas a fomentar el espíritu emprendedor entre los miembros de la comunidad universitaria y promover nuevas iniciativas empresariales surgidas en el seno de la Universidad, para los que se establece una estructura de acogida y acompañamiento. Asimismo, colabora con la Sociedad Regional de Promoción para promover la creación de empresas de base tecnológica que surjan de los proyectos de I+D llevados a cabo en la institución académica. Además, participa en el proyecto europeo ESTIIC, liderado por el IDEPA, a través de dos subproyectos: el primero, para promover la aplicación industrial de las nanotecnologías para procesos y productos; el segundo, para la adaptación de resultados de la investigación académica a las necesidades de la pyme en el ámbito de la seguridad de las tecnologías de la información. [A] [A] El Edificio Científico-Técnico de la Universidad de Oviedo, ubicado en el Campus de El Cristo (Oviedo). 29

2 Pedro Sánchez Lazo, vicerrector de Investigación y Relaciones con la Empresa de la Universidad de Oviedo. «La Universidad tiene relación con las empresas, pero es deseable que esa conexión aumente» Qué labor le confiere el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación a los diferentes institutos universitarios y centros específicos de la Universidad de Oviedo? Esta claro que la Universidad es el primer ente investigador. El Plan pone el énfasis en el sector industrial, pero también tiene que tener presente que para desarrollar I+D+i hay que tener personal cualificado. Lo bueno del PCTI es que busca la máxima implicación de las empresas y los centros tecnológicos en la I+D+i. No obstante, si no se tiene en cuenta al personal investigador que sabe hacer las cosas, creo que es muy difícil hacer innovación. El objetivo del Plan es buscar personal y `ficharlo en la Universidad. Creo que en este sentido, la Universidad tiene que ocupar un papel destacado y no ser sólo un agente más de los que ejecuta la innovación. Ese papel tiene que ser el que ha sido hasta ahora: hacer investigación independientemente de que esta sea aplicada. No puede dejar de hacerlo, porque es la principal fuente de formación del personal investigador. Creo que se está empezando a solventar el que la investigación que se hace en la Universidad tenga más conexión con el mundo de las empresas. No es que no exista. La Universidad tiene relación con muchas empresas en proyectos de ingeniería, investigación y desarrollo que piden las propias empresas a los departamentos universitarios. Pero, en mi opinión, es deseable que esa conexión aumente. Es donde hay que poner el empeño para que sea toda una realidad. El PCTI, en el que figura como una de sus claves que la Universidad de Oviedo sea la primera empresa asturiana por su productividad científica, también persigue la excelencia investigadora. Cuál es el estado de la investigación? La excelencia investigadora se consigue teniendo gente formada de muy alto nivel, personas que han hecho su doctorado y que, además, tienen una experiencia postdoctoral en centros de fuera de España. Y no porque estos sean mejores, que los hay, sino porque esa experiencia es necesaria para conocer lo que se está haciendo en otros sitios y para establecer relaciones. No se puede investigar sin conocer a la gente que lo está haciendo sobre la misma materia en otras regiones. Sólo hay dos maneras de practicar la excelencia: saber quién trabaja en la materia de interés y, si está en otro sitio, traerla a Asturias. Es necesario analizar la experiencia de los investigadores. Cuando esto está claro, al Gobierno le corresponde apoyar para que esto pueda hacerse. Y esas prioridades del Gobierno ya se manifestaron de forma clara en el acuerdo firmado con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas para la creación de tres centros de investigación en nanotecnología, productos lácteos y biodiversidad. Esto es excelencia. Y la excelencia tiene pendiente que se haga transferencia de conocimiento al entorno industrial. Lo deseable es que el Plan apoye para que esto se haga y se haga bien. En esta línea qué papel tienen y van a tener las Oficinas de Transferencia de Resultados de la Investigación (OTRIs) en el PCTI como infraestructuras de soporte? En el Principado, tenemos la preocupación de la transferencia de tecnología, que es loable, y hay muchos agentes orientados a esta función, como la OTRI de la Universidad de Oviedo, el IDEPA y sus organismos de apoyo a la promoción económica y la «Sólo hay dos maneras de practicar la excelencia investigadora: saber quién trabaja en la materia de interés y, si está en otro sitio, traerla a Asturias.» 30

3 La Universidad de Oviedo desarrolla una tarea de pilotaje de la oferta científica para el desarrollo de la innovación en el marco de la estructura del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación. En qué pilares básicos se asienta dicha oferta científica? Por supuesto, en los recursos humanos que tiene la Universidad para hacer investigación. Además, se completa con la que hay en otros centros que también tienen recursos humanos e investigadores pero que, en términos cuantitativos, representan un porcentaje pequeño en relación a la Universidad. Por tanto, la Universidad es el principal agente que tiene personas dedicadas a la investigación. Y en consecuencia, sus recursos materiales son, sin ninguna duda, los más importantes dedicados a investigación. Así que, yo diría que hay dos patas fundamentales: personas y recursos materiales. Nuestros recursos materiales están organizados de forma que hay servicios científico-técnicos centralizados a los que pueden acudir personas de la Universidad, pero que también están a disposición de las empresas y de la sociedad. Además, en los diferentes departamentos de Oviedo, Gijón o Mieres tenemos recursos materiales que no están centralizados, que dependen de los departamentos y que también están a disposición de empresas e investigadores de otros centros, con el fin de que, además de conocer nuestro equipamiento, también conozcan lo que sabemos hacer. En qué materias muestra la Universidad mayor especialización? Tradicionalmente, es muy competitiva en las áreas de investigación biomédica o química y también, aunque por tradición ha venido desarrollando más investigación no aplicada, en algunas áreas de ingeniería muy demandadas por las empresas como tal investigación aplicada. Hasta ahora, eso se ha desarrollado bien y somos muy competitivos. Tenemos gran especialización en los cinco grupos principales de conocimiento: ciencias ambientales, biomédicas, jurídicas, sociales y humanidades; pero además, estamos investigando en otras materias con potencial: por ejemplo, en el marco de las TIC, de la Sociedad de la Información, etc. En este sentido, es destacable la labor del departamento de Matemáticas, el Centro de Inteligencia Artificial o la Escuela de Telecomunicaciones. innovación, como la SRP y el CEEI. Pero todas estas infraestructuras de soporte tienen que coordinarse. Desde mi punto de vista, la Universidad de Oviedo está inmersa en el proceso de análisis de cómo llevar a cabo esta coordinación de la mejor forma posible. La OTRI de la Universidad de Oviedo ha dedicado muchos de sus esfuerzos a la transferencia de conocimiento, en el sentido de divulgar, pero no ha hecho lo suficiente en cuanto a la transferencia de resultados explotables por las empresas. El primer paso sería poner en común todo lo que se ha hecho y valorar cuales son los puntos débiles. Hay que buscar la coordinación y trabajar más en la transferencia de esa tecnología explotable, y en esa transferencia de resultados explotables nos tenemos que coordinar muy bien con el IDEPA. Por último, considera que está suficientemente conectado el esfuerzo investigador con las necesidades específicas de las empresas? Se puede mejorar mucho en este aspecto. Pero no podemos cargar la culpa sobre nadie. En Asturias, hemos tenido un desarrollo social característico, fruto de la evolución normal de estas cosas. La Universidad ha pasado de ser docente a investigadora, y compagina ambas características. El tercer paso tiene que ser que parte de esa actividad investigadora se transfiera a las empresas. Estas, por su parte, han pasado de ser puramente productivas y copiar a otras empresas en sus productos y servicios a desarrollarlos, y necesitan comunicarse en este proceso con los centros de desarrollo, porque ya han constatado que éste es un valor que les da competitividad. Ahora, nos hemos dado cuenta de que la Universidad tiene mucho contacto con las empresas, pero es necesario mucho más. Las empresas tienen que conocer que es lo que sabemos y podemos hacer y utilizarlo para hacer I+D+i. «Tenemos gran especialización en ciencias ambientales, biomédicas, jurídicas, sociales y humanidades; pero además, estamos investigando en otras materias con potencial.» 31

4 Investigación aplicada a sectores concretos de la economía regional La oferta científica del Principado de Asturias, liderada por la Universidad de Oviedo, se apoya además en una serie de instituciones capaces de realizar investigación aplicada a sectores concretos, los Centros de Investigación (CIs): el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Alimentario (SERIDA), el Centro Oceanográfico de Gijón, el Instituto de Productos Lácteos (IPLA) y el Instituto Nacional del Carbón (INCAR). Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario de Asturias (SERIDA) El SERIDA, adscrito a la Consejería de Medio Rural y Pesca, contribuye a la modernización y mejora de las capacidades del sector agroalimentario regional mediante el impulso y ejecución de la I+D, a fin de conseguir una mejora de la productividad, la diversificación del sector y la elevación de las rentas de los activos primarios. El SERIDA diseña y ejecuta proyectos de I+D que redunden en una mejora de la competitividad del sector agroalimentario asturiano, y potencia la adecuación de métodos de producción que respetan el medio natural y mejoran la calidad de los productos y de las estructuras de comercialización. Impulsa también la actualización de conocimientos científicos, técnicos y ambientales de los educadores y profesionales; y cuenta con un programa de desarrollo tecnológico agroalimentario, dentro del plan regional de investigación, que pueda incidir en la mejora de la productividad del sector primario asturiano. En sus objetivos también figura el fomento de las relaciones de los centros de investigación y desarrollo tecnológico y la prestación de servicios al sector agroalimentario. Además, el SERIDA se encarga de elaborar y coordinar la estrategia nacional para el desarrollo rural sostenible de las zonas de montaña de toda España. El documento resultante servirá de referencia para la elaboración de una estrategia nacional para las zonas de montaña. El estudio consistirá en la elaboración de un catálogo de buenas prácticas con la información suministrada por los distintos organismos, administraciones y centros de investigación. Además, prevé elaborar un banco de conocimientos que pueda servir para facilitar la transferencia tecnológica y de saber hacer entre zonas de montaña, agentes sociales, investigadores y responsables institucionales. Centro Oceanográfico de Gijón Forma parte de la red de centros del Instituto Español de Oceanografía (IEO), organismo autónomo del Ministerio de Educación y Ciencia que desarrolla su investigación en tres grandes áreas: Pesca, Cultivos Marinos y Medio marino, y Protección ambiental. El de Gijón centra su actividad en área de Medio marino y Protección ambiental, y su objetivo es «comprender y parametrizar la respuesta del sistema pelágico ante las diversas fuentes de variabilidad temporal, tanto en sus características oceanográficas como en las poblaciones planctónicas, y especialmente en aquellos factores y procesos que influyen en la producción biológica y pueden alterar el ecosistema». Esto engloba estudios de hidrografía y circulación marina, dinámica de nutrientes, flujos biogeoquímicos, biología y ecología planctónica, todo ello con una perspectiva multidisciplinar. También incluye el estudio de especies pesqueras de interés comercial. En este caso la especie objetivo es la sardina, de la que se estudia la edad, condición larvaria, ácidos nucleicos, contenido en proteínas y otros aspectos de su biología y ecología durante la fase larvaria. Está equipado con cuatro laboratorios que cuentan con siete microscopios de gama alta, flujocitómetro, contador óptico de plancton, espectrómetro, espectrofluorómetro, sistemas de muestreo en continuo, microbalanzas, etcétera. Dispone de un buque oceanográfico durante 10 días al mes que realiza muestreos periódicos en la plataforma continental (hasta 15 millas de la costa) frente a Cudillero desde 1993, y frente a Gijón desde

5 CENTROS DE INVESTIGACIÓN Instituto de Productos Lácteos (IPLA) Los objetivos del IPLA se resumen en crear conocimiento con objeto de mejorar la competitividad del sector; favorecer la transmisión de dicho conocimiento al sector industrial; formar a personal cualificado y divulgar sus resultados. En la actualidad sus líneas de investigación se centran en la calidad de los lácteos, microbiología y bioquímica de lácteos; y tecnología de procesos. El IPLA está adscrito al área de Tecnología de los Alimentos del CSIC. Dispone de ocho laboratorios de microbiología, bioquímica e instrumental entre los que destaca el dedicado al servicio de análisis al exterior, que presta servicios muy especializados bajo demanda. Tiene, asimismo, una planta piloto para elaboración de productos lácteos en general, una planta de microfiltración y una de extracción por carbono supercrítico. El IPLA es el centro de referencia de la Investigación y Transferencia de Resultados al sector lácteo y el único instituto del CSIC con dedicación exclusiva a este sector. Para reforzar esta posición, se plantea constituir al IPLA como sede central del Centro de Competencia de Leche y Derivados, en estrecha colaboración con la Universidad, aglutinando y coordinando los grupos de investigación más importantes, y las a empresas y asociaciones de empresas que trabajan en este sector. Instituto Nacional del Carbón (INCAR) El INCAR es un Centro del CSIC, organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación y Ciencia (MEC), y pertenece al Área de Ciencia y Tecnologías Químicas, una de las ocho áreas en que el CSIC divide su actividad investigadora. A lo largo de su existencia, ha orientado su actividad científica al estudio de carbones nacionales y de importación, a los procesos de conversión -combustión para producción de energía eléctrica y coquización para la obtención de coque siderúrgico- con el fin de contribuir a un uso más limpio y eficaz del carbón y sus derivados. Desarrolla también una importante actividad en el campo de nuevos materiales carbonosos, cuyas propiedades estructurales, texturales, eléctricas, electroquímicas y catalíticas son investigadas en las aplicaciones más modernas, desde materiales compuestos hasta supercondensadores. El desarrollo de nuevos materiales cerámicos nanoestructurados completa su espectro de actividades, que se enmarcan en proyectos de investigación financiados a nivel regional, nacional y europeo y contratos de investigación y de apoyo con empresas del sector tanto nacionales como extranjeras. Otro de sus objetivos es la formación de personal investigador mediante el desarrollo de memorias de investigación, proyectos fin de carrera, tesinas y tesis doctorales. El INCAR viene prestando gran atención también a la formación complementaria sobre todo lo relacionado con carbón, materiales de carbono y medioambiente, y con este fin se imparten periódicamente cursos de especialización y postgrado y se participa en programas de doctorado. Dispone de una infraestructura moderna y de altas prestaciones para la caracterización de carbones, productos derivados de los procesos de conversión y materiales de carbono; así como plantas piloto para el desarrollo y control de los procesos de conversión del carbón y de preparación de materiales. 33