Monografía Curso de Capacitación Docente en Neurociencias

Transcripción

1 Monografía Curso de Capacitación Docente en Neurociencias Alumna: Alejandra Calvete Mail: Facebook: Aprendizaje y Atención Para poder escribir sobre cualquier temática relacionada a las Neurociencias y más específicamente acerca de la Neurosicoeducación, se hace necesario comenzar por presentar el concepto de UCCM. El mismo hace referencia a una Unidad Menor integrada por el cuerpo, el cerebro y la mente, la cual es un conjunto de herramientas destinadas a resolver problemas para la supervivencia. Existe a su vez, una Unidad Mayor (UCCMMA) en la que además de los tres elementos de la Unidad Menor, se le agrega el medio ambiente, es decir, el contexto en el que cada individuo está inserto. Aclarado ese concepto, que aparecerá a lo largo del presente trabajo, me gustaría nombrar las dos temáticas a desarrollar: aprendizaje y atención. Elegí las mismas, dado que permiten relacionarse con otros conceptos importantes del curso y por lo tanto realizar una síntesis que considere los aspectos primordiales del mismo (desde mi perspectiva). Los dos conceptos seleccionados están íntimamente relacionados, ya que para aprender se necesita cierta capacidad de atención. El aprendizaje se puede definir como cualquier variación en las conexiones sinápticas que produzcan cambios en el pensamiento y el comportamiento. Tales modificaciones estarían dadas por la información teórica, la práctica y las experiencias de vida. Las conexiones sinápticas están dadas por la interacción entre dos neuronas, estas se especializan en la comunicación intercelular, por lo que son especialistas en la recepción de la información y su conducción a otras células. Es importante destacar que las neuronas

2 cambian su estado cuando algo nuevo o distinto las estimula. La sinapsis de dos neuronas que se descargan reiteradamente en forma conjunta, sufre cambios bioquímicos (denominado potenciación a largo plazo PLP), estos cambios implican que cuando una de sus membranas se activa o desactiva, la otra también lo hace. Esta asociación garantiza que en el futuro se activen muchas más veces que antes, porque no solo dependerán de su propia estimulación, sino también de la de las demás. Este proceso recibe el nombre de Aprendizaje Hebbiano y es la base de la neuroplasticidad cerebral. Esta última permite el aumento de la capacidad de adaptación a nuevos territorios y el aumento de las posibilidades de supervivencia. Es importante aclarar que también se produce el fenómeno inverso, es decir, si una red neuronal no se usa, irá perdiendo de a poco sus células componentes. Las redes neuronales dependen de la genética, las experiencias de vida y los conocimientos adquiridos. Esta breve explicación de las neuronas y su asociación para crear redes neuronales, nos permite comprender cómo funciona nuestro cerebro en el proceso de aprendizaje. Existen neuronas sin capacidad de aprender, las cuales forman redes instintivas. En contrapartida, están las neuronas con capacidad de aprender, en las cuales tienen implicancia las redes emocionales y las redes cognitivo-ejecutivas. El cerebro es un circuito interconectado de redes. Veremos a continuación las redes con capacidad de aprender. Las funciones del sistema emocional son: aprender, modelar las respuestas automáticas y memorizar nuevas respuestas. Para nuestra especie es imprescindible convivir con adultos para aprender a ser capaces de sobrevivir solos. Ese aprendizaje implica experiencias, las cuales pueden ser pro-supervivencia, es decir placenteras y consecuentemente promueven una conducta de acercamiento; o pueden ser contra-supervivencia, las cuales fomentan una conducta de alejamiento o lucha por ser dolorosas. Estas experiencias las registra la memoria para facilitar nuestras decisiones a futuro, creando las neurofusiones (ya visto anteriormente como redes hebbianas). La sensación de placer garantiza la supervivencia y la estructura cerebral relacionada a esta es el Núcleo Accumbens. La sensación de dolor es un peligro para la supervivencia y en este caso, la Amígdala cerebral es quien responde. El sistema cognitivo-ejecutivo se encuentra en el Neocortex y el área cerebral que nos hace humanos y nos diferencia de otras especies es la de los Lóbulos Prefrontales. Las

3 capacidades de este sistema son variadas: razonar, pensar, evaluar, vetar impulsos emocionales, auto-observarse, ver a futuro, hacer planes, trazar estrategias, comunicarse a través del lenguaje verbal, desarrollar valores trascendentes, auto-motivarse. Se puede clasificar al aprendizaje en seis etapas. La primera consiste en el inconsciente no capacitado, es decir, la ignorancia de la ignorancia, no sé que no sé. La segunda, consciente no capacitado, que sería la conciencia de la ignorancia, sé que no sé. En la tercer etapa se encuentra la búsqueda del conocimiento y en la cuarta, la zona de aprendizaje teórico. En esta se pueden presentar dos enemigos: el aburrimiento (no encuentra el sentido, se desconoce cómo despertar el interés), y la ansiedad (el que pregunta todo). La quinta etapa es la confusión que puede estar dada por diversos factores: la información está aún incompleta, no se comprende el lenguaje técnico, lucha entre las neurales viejas y las nuevas, sentirse abrumado por la cantidad de información recibida, por no creer en sus propias capacidades intelectuales. La sexta y última etapa es consciente capacitado, sé que sé. Es fundamental conocerlas para poder acompañar a nuestros alumnos en sus procesos de aprendizaje. Consideraré a continuación algunas características del aprendizaje. Existen dos tipos: implícito y explícito. El aprendizaje implícito es el emocional, el cual es automático, difícil de olvidar y necesita de atención selectiva o no pero que es inconsciente. El aprendizaje explícito es el cognitivo, siendo voluntario, difícil de recordar y el cual necesita de una capacidad de atención selectiva y sostenida, siendo esta consciente. La atención es una función cognitiva que se puede definir como la capacidad de la UCCM de fijarse en uno o varios aspectos de la realidad y prescindir de los restantes. Para formar redes y lograr aprender, la atención es un factor primordial. La atención puede ser espontánea o voluntaria. La primera requiere de un mínimo esfuerzo, mientras que la segunda, demanda un gasto energético alto y consciente. La atención espontánea presenta dos niveles. Uno implica un estado de alerta que consiste en la capacidad de monitorear permanentemente los múltiples estímulos entrantes y detectar aquellos insignificantes. Por otro lado, el nivel de atención espontánea focalizada es la concentración directa en un estímulo en particular ligado a la percepción y a la relación con el medio.

4 La atención voluntaria se puede dividir en cuatro niveles. Sostenida o no en el tiempo; selectiva, la cual involucra una resistencia a la distracción (inhibición de respuestas a los estímulos a favor de otros más relevantes voluntad-); dividida, siendo esta la capacidad para responder simultáneamente a múltiples tareas o demandas y la alternancia de atención, la cual implica la capacidad de cierta flexibilidad mental que permite cambiar el foco de atención y moverse entre tareas que tienen requerimientos cognoscitivos deferentes. La capacidad de captar y centrar la atención es el paso previo al aprendizaje. Todo lo que aprendemos llega a nuestro cerebro a través de los sentidos y es procesado, almacenado y activado. El cerebro no está equipado para procesar toda la información sensorial que nos brinda el medio, por lo que existen obstáculos que toman la forma de filtros y protegen al cerebro de una sobrecarga de información, focalizando la atención solo en la información sensorial crítica para la supervivencia. La información que recibe el cerebro como estímulo sensorial llega al SARA (Sistema Activador Reticular Ascendente) que activa la atención, determina el estado de alerta y vigilancia en el cerebro; es el filtro que limita el acceso de información. Esa información pasa a la Amígdala o al Núcleo Accumbens dependiendo si se vive como una experiencia placentera o dolorosa. Luego de haber visto los puntos clave que nos permiten comprender a la atención como capacidad necesaria para el aprendizaje, es el momento de relacionarlo con nuestros alumnos y sus procesos de aprendizaje. Para comenzar, es importante destacar que el registro de los estímulos sensoriales que pasan por los filtros cerebrales, está fuertemente influenciado por los estados emocionales del niño en el momento de ver o escuchar la información. Esto significa que para no activar el modo supervivencia en el cerebro del alumno, el contexto del aula debe ser ordenado, limpio y con elementos agradables, conocidos y que despierten pertenencia al lugar. A su vez, el docente debe transmitirle a sus alumnos placer por aprender y superar desafíos, así como inspirar seguridad en cada uno de ellos. De esta manera, la UCCM se siente segura y no se distrae con estímulos que pueden ser contra-supervivencia. Podemos ayudar a nuestros alumnos a prestar atención a la información importante llamando la atención de su SARA, dado que esta busca los cambios en el entorno. De esta

5 manera se pueden incorporar sorpresas y novedades en el aprendizaje a través de variaciones en los estímulos sensoriales, como por ejemplo, cambios en la voz, volumen y ritmo; cambios visuales en colores, movimientos y tamaños; cambios táctiles. El docente puede controlar dónde va el foco de atención y qué información consigue atravesar el SARA, a través del aprendizaje multisensorial, la atención motivada por el deseo de un logro y la creatividad en las actividades de aprendizaje. Otro aspecto a tener en cuanta es la Dopamina (NT del cerebro que lleva la información a través de las sinapsis. Cuando el cerebro lanza Dopamina durante una experiencia agradable, se construyen memorias fuertes de la misma que posteriormente lanzan Dopamina en la expectativa de una próxima experiencia agradable (anticipación de recompensa). Es decir, la circulación de Dopamina llega a los Lóbulos Prefrontales y se incrementa el foco atencional. Por ejemplo, si se realiza una actividad en la que los alumnos tienen que dramatizar palabras, esta experiencia se caracteriza por un alto placer, baja amenaza y por tanto incremento de Dopamina. Al repasar en otra instancia ese vocabulario, sus cerebros producirán Dopamina en anticipación por la experiencia positiva. La Dopamina está disponible para aumentar el placer, la atención y la memoria. Existen múltiples actividades que se asocian a niveles crecientes de Dopamina en el cerebro, entre ellas, el movimiento físico, la música, la novedad, la iniciativa, el juego, el humor. A su vez, existen variadas actividades para trabajar la atención. En cualquier tipo de ejercicio no debemos olvidar el principio de adecuación, el cual en Neurosicoeducación, consiste en adaptar el desafío a las posibilidades de quien lo va a realizar e ir aumentando progresivamente el nivel. Así la UCCM no guarda en su memoria que la tarea supera sus capacidades. Se busca que el alumno aprenda contenidos académicos, crea en sí mismo y desarrolle su autoestima. Estos deben ser nuestros objetivos como docentes.

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