Miguel Angel Torres Rodriguez

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1 1 Por qué Incluir Cláusulas de Impacto Medioambiental en la Definición de Acuerdos de Niveles de Servicios de la Contratación de Servicios de Data Center Miguel Angel Torres Rodriguez RESUMEN Es bien sabido que las Tecnologías de la Información y Comunicaciones son un componente fundamental para la operación y el apoyo a la toma de decisiones de las compañías, pero también es cierto que generan hasta el 2,5% de las emisiones de CO2 equivalente en el mundo. Al utilizar, generar o sub contratar servicios que utilicen TIC es deber de las empresas el prestar especial atención al impacto medioambiental de los mismos, seleccionando proveedores verdes. De esta forma no solo se disminuye el impacto por la utilización de los servicios contratados sino que se ayuda a apalancar objetivos propios de la Responsabilidad Social Empresarial. Palabras Clave Acuerdos de niveles de servicio, Datacenter, Impacto Medioambiental L I. INTRODUCCIÓN as compañías actuales mantienen a las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) como uno de sus recursos estratégicos más importantes. Con las TIC s es posible manejar las relaciones con los clientes, los proveedores y soportar los procesos internos de generación de valor y de toma de decisiones. Para cumplir con dichos elementos se requiere de equipos de cómputo cada vez más especializados y potentes que a su vez requieren ser ubicados en unas condiciones ambientales específicas de humedad y temperatura (para evitar fallos de hardware), pero también bajo estrictas medidas de seguridad de acceso (tanto virtual como físico) al espacio en el cual se alojan los dichos equipos (denominado centro de datos (data center)). Dado que la implementación y manejo de un data center requiere las condiciones especiales anteriormente descritas, comúnmente se delega a terceros para que provean a la Miguel Angel Torres Rodriguez: matorresro@unal.edu.co, estudiante de Maestría en Ingeniería - Telecomunicaciones, Universidad Nacional de Colombia. compañía de dichos servicios. La delegación como tal viene de un proceso de contratación en el que se deben establecer, entre otros elementos, los parámetros funcionales (aquellos que representan valor mediante los servicios solicitados) y los parámetros de garantía (aquellos que definen como se entrega dicho valor, medido en seguridad, disponibilidad, confiabilidad y continuidad del servicio). Pero no es suficiente con ver el servicio contratado como una caja negra, donde las entradas son los flujos de datos de la organización y la salida la generación de valor prometida en términos del servicio con las condiciones de garantía prometidas. Conviene, con el objetivo de minimizar los riesgos propios de subcontratar servicios a la postre esenciales para la organización, estudiar la estructura interna de la empresa prestadora del servicio, con el fin de verificar si la capacidad prometida puede satisfacer las expectativas al momento de realizar la contratación. Allí vemos entonces que herramientas como el etom (enhanced Telecomunication Operations Map) nos puede ayudar a mapear los procesos internos de la compañía prestadora de servicio, para ver los puntos de conexión con la empresa contratante, ayudando a soportar los procesos de gestión de la continuidad propios de los servicios que la empresa contratante ofrece a sus propios clientes. Hasta este momento no parece indicar que el correcto diseño de ANS (Acuerdos de niveles de servicios) tenga algo que ver con la disminución de la generación de bióxido de carbono equivalente, pero al ver el servicio de una forma más completa que una caja negra, podemos darnos cuenta que la eficiencia operativa en materia de consumo eléctrico (derivada de una correcta implementación de los procesos internos de la compañía prestadora del servicio) puede impactar directamente en las metas de responsabilidad social empresarial fijadas por la empresa contratante. Dicho de otro modo, no estoy haciendo nada si disminuyo mi huella de carbono pero subcontrato servicios con empresas altamente contaminantes.

2 2 II. RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL EN LAS COMPAÑÍAS La responsabilidad social empresarial surge con el objetivo de contribuir al desarrollo sostenible entendido como el balance entre crecimiento económico (tradicionalmente basado en el consumo y explotación de recursos) y la disminución del impacto social y ambiental (proveniente del carácter finito de los recursos, bien sean renovables o no). A escala mundial, las organizaciones y sus partes interesadas (clientes, proveedores, gobierno, socios, trabajadores) son cada vez más conscientes de la necesidad y los beneficios de un comportamiento socialmente responsable. El desempeño de una organización en relación con la sociedad en la que opera y con su impacto sobre el medio ambiente se ha convertido en una parte crítica al medir su desempeño integral y su habilidad para continuar operando de manera eficaz. En parte, esto es reflejo del creciente reconocimiento de la necesidad de asegurar ecosistemas saludables, equidad social y buena gobernanza de las organizaciones. En el largo plazo, todas las actividades de las organizaciones dependen de la salud de los ecosistemas mundiales. Las organizaciones están sometidas a un escrutinio cada vez mayor por parte de sus diversas partes interesadas. [1] Tan importante es la responsabilidad social empresarial que la ISO (Organización Internacional de Estandarización) publicó en el 2010 la norma internacional voluntaria ISO 26000, que si bien no tiene carácter certificatorio ni de uso regulatorio o contractual sirve como guía para la implementación de una política de responsabilidad en las organizaciones. Dicha norma divide los aspectos de la RSE en siete materias: 1. Gobernanza de la organización. Núcleo sobre el cual giran las demás materias entendiendo que sin el apoyo continuo de la alta gerencia ninguna iniciativa puede ser llevada a cabo exitosamente. 2. Derechos humanos. Aseguramiento de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, resolución de reclamaciones, discriminación y grupos vulnerables, principios y derechos fundamentales en el trabajo. 3. Prácticas laborales. Relaciones laborales, salud y seguridad, condiciones de trabajo, desarrollo humano y formación. 4. Medio ambiente. Prevención de la contaminación, uso sostenible de los recursos, mitigación y adaptación al cambio climático, Protección del medio ambiente, biodiversidad y restauración de hábitats naturales. 5. Prácticas justas de operación. Anti corrupción, competencia justa, responsabilidad social en la cadena de valor. 6. Asuntos de los consumidores. Prácticas justas de mercadeo, protección de la salud y seguridad de los consumidores, Consumo sostenible, Servicios de atención al cliente, apoyo y resolución de quejas y controversias, protección y privacidad de los datos, acceso a los servicios esenciales, educación y toma de conciencia. 7. Participación activa y desarrollo de la comunidad. Educación, desarrollo de habilidades, generación de empleo, desarrollo y acceso a la tecnología, generación de riqueza, salud e inversión social. Una correcta implementación de responsabilidad social en las organizaciones puede influir en [1]: Servir como ventaja competitiva. Aumentar la reputación empresarial. Aumentar la capacidad de atraer y retener clientes y usuarios. Mantener y aumentar la motivación, el compromiso y la productividad de los empleados, aumentando con esto la capacidad de atraer y retener el recurso humano de la organización. Mejorar la percepción de los inversionistas, socios, donantes y patrocinadores. Mejorar la relación con gobiernos, medios de comunicación, proveedores, organizaciones pares, clientes y la comunidad donde opera. Como vimos la responsabilidad social empresarial no debe ser vista como un gasto sino por el contrario como una inversión y por lo tanto debe estar presente en la gestión estratégica de la empresa a nivel general, y como no a nivel de planeación estratégica de tecnologías de la información. III. GREEN TI Y ANS El término Green TI (o su análogo Green computing) es una iniciativa global cuyo objetivo es el de hacer uso eficiente de los recursos computacionales minimizando su impacto ambiental, que corresponde actualmente al entre 2% y 2.5% de las emisiones totales de gases con efecto invernadero [2]. Green TI no debe pensarse como una iniciativa únicamente para empresas de tecnología. Al fin y al cabo todas las empresas, sin importar su razón social, usan las TICs como soporte a su cadena de producción y como veíamos anteriormente, la prevención de la contaminación y la mitigación y adaptación al cambio climático son elementos fundamentales de una política de responsabilidad social empresarial. Por otro lado, las compañías colombianas deben tener presente que el país se comprometió, en el Encuentro de Copenhague (diciembre de 2009) a mantener su nivel de eficiencia energética en materia de emisiones, lo cual incide directamente en la disminución del consumo energético en los equipos de cómputo (Colombia emite 250 toneladas de CO2 por cada punto del PIB (Producto Interno Bruto), contra las 490 toneladas de promedio global, 279 de Suramerica o las 1045 de China. Esto se debe a que el 87% de la energía de

3 3 Colombia es hidroeléctrica mientras que en la mayoría de los demás países hay un gran porcentaje de termoeléctricas a carbón y gas con altas generaciones de CO2 [3]). Si bien se piensa en Green TI como únicamente el uso de equipos con tecnologías menos contaminantes (con menor consumo energético y menor generación de calor) también puede verse desde la perspectiva de una mejor definición de objetivos de gestión que ayuden a optimizar el uso de los recursos computacionales existentes mientras se maximiza la generación de valor producida por el recurso de software que utiliza los equipos mencionados anteriormente. Esto ayuda a disminuir la huella de carbono al realizar las siguientes acciones: Al aumentar el tiempo de utilización de los equipos de cómputo se disminuyen los servidores ociosos. La mayoría de servidores y equipos de escritorio se usan sólo un 8-15% del tiempo en que están encendidos, a pesar de que la mayoría del hardware x86 consume el 60-90% de la potencia normal cuando está ocioso. Con 4 toneladas de dióxido de carbono equivalente emitidas anualmente por servidor, estos servidores no utilizados producirían un total de más de 80 millones de toneladas de CO2 por año. Dicha capacidad no utilizada equivale a millones de dólares, 3 años de suministros hardware o más de 20 millones de servidores [4]. Una correcta definición de variables en términos de ANS hace que haya una menor utilización de los recursos informáticos, al utilizar solo lo que realmente se necesita, solo aquello que genere valor para la empresa (contando los recursos requeridos propios del servicio contratado, los recursos destinados a las métricas de garantía (disponibilidad, seguridad, confiabilidad, continuidad), los servicios y métricas eliminadas no requeridas y el tiempo de computo ocioso). Esto hace que la vida útil de los equipos de cómputo aumente (en comparación con el uso efectivo del mismo). Además, el uso de iniciativas verdes puede ayudar a las empresas de otras maneras. Más del 50% de los clientes consideran la preocupación por el medio ambiente ("greenness") de los vendedores de TI a la hora de seleccionar un proveedor [4]. Los centros de datos modernos tienen la ventaja de poder ser diseñados para ser eficientes desde el comienzo. Sirviéndose del estándar TIA 942 pueden planificar el data center, desde sus subsistemas de telecomunicaciones, arquitectura, sistema eléctrico y mecánico; para ser eficientes disminuyendo costos relacionados y aumentando el porcentaje de disponibilidad (categorizando el centro de datos en uno de los cuatro niveles o tiers de los que habla la norma). Esto hace que haya cada vez más proveedores los cuales pueden ser seleccionarlos en función de su eficiencia energética, incluyendo cláusulas específicas en los ANS, fomentando la competencia en este sentido [4]. Es claro que las iniciativas de Green TI deben estar enmarcadas en las políticas de TI implementadas en el gobierno corporativo de cada organización. Una estrategia en ese sentido puede ser formulada siguiendo los siguientes pasos: [5] 1. Implementar actividades de Responsabilidad Social Empresarial de manera activa, con políticas que incluyan gestión ética de la cadena de suministro que asegure que la estrategia de TI sea adecuada desde el punto de vista ecológico y en conformidad con la legislación local. Estas actividades han de tener un claro apoyo de la alta dirección para que sean exitosamente llevadas a cabo. Este paso incluye por supuesto la elección de proveedores de servicios de TI (como lo son los data center) con una adecuada gestión ambiental. 2. Valorar la huella de carbono de la empresa, considerando aspectos como uso energético, calefacción, refrigeración, centros de datos, vehículos, viajes de negocios, distribución y reciclado. La evaluación debe ser realista pero llevar a metas agresivas (a cumplir en 5 o 10 años). 3. Evaluar el PUE (Power Usage Effectiveness) del centro de datos como medida de la eficiencia del mismo. Mide el radio de energía utilizada en total para alimentar el hardware del data center contra el total que ingresa al mismo. 4. Asegurarse que las tecnologías de la información se encuentran alineadas a las necesidades de la empresa. De esa manera la compañía comprende los beneficios potenciales de las iniciativas de Green TI y se asegura que los objetivos de la empresa los objetivos de tecnología limpia se cumplen simultáneamente y por beneficio mutuo. 5. Hacer que la responsabilidad de cumplir con las metas de Green TI sean compartidas por todos por igual. Se logra publicando los resultados tangibles de las iniciativas, pasos simples y alcanzables (apagar el PC antes de irse, por ejemplo) y en términos generales involucrando a todos los individuos de la organización. 6. Considerar el ciclo de vida completo del producto cuando se contemplen mejoras tecnológicas. Antes de cambiar el hardware existente por otro menos contaminante se debe tener en cuenta el impacto ambiental de desechar los equipos ya obsoletos, así como la contaminación debida al proceso de creación y transporte de los nuevos equipos. 7. Trabajar conjuntamente con los proveedores para disminuir la huella de carbono propia de la compañía. Como mencionábamos anteriormente conviene tomar la decisión de contratación basado no únicamente en el costo sino también en la disponibilidad ofrecida, los términos de garantía aplicables y por supuesto el impacto medioambiental de implementar la solución

4 4 por parte del proveedor. 8. Entender que un incremento del gasto en TI y de las infraestructuras en TI no implica necesariamente un impacto medioambiental negativo. Invertir por ejemplo en infraestructura para video conferencia y software de colaboración ayuda a disminuir el impacto medioambiental de desplazarse personalmente. 9. Considerar el uso de tecnologías no convencionales. Computación en la nube, virtualización, software como un servicio (SaaS), plataforma como un servicio (PaaS), Infraestructura como un servicio (IaaS), hardware como un servicio (HaaS) son tecnologías que reducen la cantidad de energía consumida, la cantidad de hardware necesario (con su correspondiente huella de carbono al fabricarlo, transportarlo, usarlo y disponer de el al final de su vida util); y desde el punto de vista de los objetivos de la empresa aumenta la movilidad y al tener los datos centralizados aumenta también la seguridad y facilita su administración. 10. Considerar la posibilidad de obtener ayuda. Investigar si ya existe una organización dedicado al mantenimiento sostenible en el sector al cual pertenece la empresa y que pueda brindar asistencia en la implementación de las iniciativas de Green TI. También pueden ser de utilidad: a) Organizaciones especializadas en el benchmark de emisiones de CO2 bien sea a través de servicios locales o gubernamentales u organizaciones privadas dedicadas a dicha medición. b) Consultores de negocio o consultores de tecnología que brinden una guía a la implementación de prácticas apropiadas en materia tecnológica y de negocio en general. c) Agencias gubernamentales especializadas en protección ambiental, ministerios como el del medio ambiente (Colombia), oficinas como US Environmental Protection Agency (Estados Unidos) o agencias mixtas como Carbon Trust (Reino Unido) d) Especialistas en infraestructura de data center que puedan diseñar un centro de datos acorde con las necesidades de la compañía. Ya hemos visto por qué es bueno tener en consideración métricas de impacto medioambiental en la contratación de servicios de data center. Pero además es adecuado considerar los impactos negativos de una incorrecta definición de acuerdos de niveles de servicio bien sea desde el punto de vista de responsabilidad social empresarial como desde los demás objetivos corporativos. Una mala definición de ANS puede llevar a una disminución de los parámetros de confiabilidad y disponibilidad del servicio. El evento de tener un servicio caído es lógicamente perjudicial para la organización, pues no se cumple la premisa de generar valor disminuyendo los riesgos asociados; pero también causa impacto medioambiental. Podríamos pensar que no es así pues al encontrarse caído el servicio disminuye la necesidad de energía directa para el funcionamiento del hardware, así como la requerida para la refrigeración del mismo, pero se debe considerar toda la cadena de eventos teniendo en cuenta la generación de CO2 causada indirectamente como puede ser la de vehículos ( se requiere desplazamiento de técnicos y operarios?) o el aumento en el consumo de papel ( se deben generar manualmente los procesos, imprimiendo reportes y consolidados?, se tiene poca confianza en el sistema de información hasta tal punto que se llevan sistemas manuales paralelos?, existe y es confiable el plan de continuidad y de recuperación de errores?). IV. 4. SERVICIOS DE DATA CENTER Existen distintos servicios que una empresa de data center puede ofrecer a sus clientes, dependiendo de las necesidades de los mismos. Los más comunes son Hosting, Colocation, Conectividad, virtualización y servicios por demanda (computación en nube). A. Hosting y conectividad Podemos definir Hosting como la utilización de una determinada capacidad de almacenamiento de información para alojar páginas Web (estáticas o dinámicas), imágenes, videos, documentos, etc., de tal forma que sean accesibles vía Internet. Entre los distintos tipos de servicios que ofrece un Hosting, los principales según [6] son: Hosting en servidor compartido (virtual Hosting). La empresa prestadora del servicio proporciona un espacio determinado en el servidor propiedad de la misma para que el cliente pueda alojar los archivos de su sitio Web. El cliente únicamente necesita un programa de transferencia de archivos (ftp) para publicar y eliminar la información del sitio. Es común que se limite el servicio por tipos de lenguajes de script soportados y tipos de bases de datos (en el caso de ser ofrecido). Housing (co-located Hosting). Tipo de contrato en el que el servidor es propiedad del cliente, quien lo configura y lo mantiene, mientras que el prestador de servicio proporciona el espacio físico garantizando la seguridad, condiciones ambientales y ancho de banda acordado. Alojamiento en servidor dedicado (dedicate server). Al igual que en el caso anterior, el cliente tiene uso exclusivo del servidor y tiene la responsabilidad de configurar y mantener el software del mismo; con la diferencia que dicho servidor es propiedad de la empresa prestadora de Hosting, quien lo alquila al

5 5 cliente. B. Colocation La colocalización (colocation) consiste en el alquiler de un espacio físico (junto con las condiciones necesarias de seguridad, refrigeración, suministro eléctrico y conectividad a Internet para alojar un equipo de cómputo de propiedad del cliente). Este tipo de servicio da la ventaja de una alta flexibilidad, ya que es el cliente quien administra el servidor aprovechando la infraestructura de soporte del prestador de servicio. Se tiene como desventaja el hecho que es el cliente, como dueño del equipo de cómputo, el que debe adquirir las licencias de software que utiliza, realizar tareas de mantenimiento y monitorear y actualizar los componentes de hardware según crezcan las necesidades de procesamiento de datos de la empresa. C. Alquiler de servidores y virtualización Las compañías de Hosting pueden ofrecer en sus paquetes la opción de alquilar un servidor, para alojar la información y servicios requeridos por la compañía contratante. Típicamente se ofrecen dos tipos distintos de servicios: servidor dedicado y servidor virtual dedicado. Con un servidor dedicado se tiene la ventaja de no manejar activos fijos en depreciación: si el servidor no cumple con las nuevas necesidades de procesamiento simplemente se alquila un nuevo equipo que si las satisfaga. El servicio de VDS se refiere al alquiler de servidores utilizando técnicas de virtualización, de tal forma que se pueden tener un número n de servidores, corriendo de forma virtual dentro de una sola maquina física. El software de virtualización se encarga de aislar los distintos servidores virtuales, asignándoles cuota en disco, memoria y cuota de procesador y periféricos (como por ejemplo tarjetas de red) de tal manera que cada uno de ellos se comporta como una maquina distinta, la cual puede tener distinto sistema operativo y servicios anexos. D. Servicios por demanda Al conceptualizar a la web como una plataforma ha permitido que se desarrollen distintos paradigmas de servicios en la nube, los cuales tiene la capacidad de eventualmente cubrir la totalidad de las capas que definen un servicio de software: Hardware como servicio (HaaS) Comunicaciones como servicio (CaaS) Almacenamiento de Datos como servicio (DaaS) Infraestructura como un servicio (IaaS) Plataforma como servicio (PaaS) Software como un servicio (SaaS) V. INDICADORES DE GESTIÓN AMBIENTAL EN LOS SERVICIOS DE DATA CENTER Los acuerdos de niveles de servicios se definen como una serie de métricas a cumplir, junto con una serie de penalizaciones en caso de bajar de ciertos niveles establecidos en las métricas descritas anteriormente. Como hemos visto es importante no solo tener métricas relativas a la utilidad de los servicios contratados o a la garantía (MTRS, MTBF, MTBSI, MTTR, etc.) sino tener en cuenta métricas que apoyen objetivos importantes para la compañía pero secundarios en relación con las metas iniciales del servicio contratado como son los indicadores medio ambientales. A nivel de data center podemos tener entre otras las siguientes métricas: [4][7] PUE (Power Usage Effectiveness). Es la medida por excelencia de la eficiencia energética de un centro de datos. Se define como PUE=(Total Facility Power)/(IT Equipment Power). En los componentes de TI se incluye la carga asociada con todo el equipamiento de TI, es decir servidores, almacenamiento y conexión, junto con otro equipamiento adicional, como monitores y equipos fijos o portátiles para monitorizar o controlar el centro de datos. Consumo relativo a elementos de soporte como UPS (Uninterruptible Power Systems), conmutadores, generadores, PDU (Power Distribution Unit), refrigeración y aire acondicionado, iluminación y otros son tenidos en cuenta en el consumo total del centro de datos (no ingresan en la categoría de IT Equipment Power ). DCiE (Data Center infrastructure Efficiency): es simplemente el reciproco de la PUE ((consumo de electricidad por parte de los componentes de TI)/ (consumo total de electricidad en el data center)), pero es ampliamente usada al poder ser representada como un porcentaje facilitando su comprensión. DCPE (Data Center Performance Efficiency): se define como DCPE = (Trabajo útil)/ (consumo de electricidad total). Si bien es una métrica difícil de determinar es bastante util ya que permite tratar el centro de datos como una caja negra, donde entra energía, sale calor, entran y salen datos y se realiza una cantidad neta de trabajo útil. Nivel de madurez del centro de datos. El consorcio The Gren Grid propone un modelo de madurez de cinco niveles (Mínimo (nivel 0), mejor práctica (niveles 1 y 2), nivel 3, nivel 4 y visionario (nivel 5)), teniendo en cuenta aspectos del centro de datos como manejo energético, refrigeración, infraestructura, administración, equipos de cómputo, almacenamiento, red y otros. Por supuesto a mayor nivel de madurez mayor eficiencia operacional. Estándares y recomendaciones internacionales. Es importante ver si el centro de datos cumple con estándares y recomendaciones como el código de conducta de la Unión Europea para data center, iniciativas como Climate Savers o The Green Grid

6 6 Además de las métricas propias de la eficiencia en consumo eléctrico del centro de datos completo, debemos tener en cuenta las métricas surgidas del tipo de servicio contratado en dicho data center. Si la opción escogida como servicio contratado incluye la especificación de servidores (propios o alquilados) sería conveniente evaluar los siguientes indicadores: TDP (Thermal Design Power): representa la máxima potencia sostenida que puede disipar un microprocesador al ejecutar un conjunto realista de aplicaciones. Por ejemplo si el procesador está diseñado para 200W TDP significa que puede disipar 20W de calor (mediante ventilador, o mediante métodos pasivos como la convección, la radiación térmica o la radiación) sin exceder la temperatura máxima soportada por el chip. Por supuesto, al no tener en la definición el concepto exacto de que es un conjunto realista de aplicaciones dificulta la tarea de comparación entre diferentes vendedores. El equipo a colocar es energéticamente eficiente?. Podemos ayudar a responder esa pregunta mediante una simple lista de chequeo que incluya: Usa discos duros de poco consumo como los de estado sólido?, Cumple con los requisitos de consumo eléctrico que le permitan estar calificados con el programa Energy Star? Sus componentes cuentan con soporte de la interfaz ACPI (Advanced Configuration and Power Interface) y el software manejador es óptimo? El equipo se encuentra posicionado en listas de los supercomputadores más eficientes energéticamente en el mundo, como la lista Green500 ( los componentes del equipo están diseñados siguiendo iniciativas como las de Climate Savers, SNIA Green Storage Initiative, Energy Star, Energy Labelling Directive (directiva de la Unión Europea 2005/32/EC para el eco-diseño), o similares? los componentes son capaces de distribuir uniformemente el calor generado o se presentan puntos calientes (especialmente en procesadores y tarjetas gráficas)? También se puede optar por servicios en la nube que generalmente son apoyados por virtualización. Una solución de servidores virtuales puede reducir el número de servidores utilizados en hasta 15:1 (disminuyendo no solo los costos de mantenimiento sino la emisión de CO2E de los equipos en estado ocioso), ahorra en 7000 KW/h de electricidad anualmente por servidor y permite dejar de producir 4 toneladas de CO2, también por cada servidor. [4] Mientras que la estrategia de colocation permite tener un servidor, no necesariamente con carga máxima siempre pero si consumiendo energía eléctrica y refrigeración, la virtualización permite tener muchos servidores de distintas empresas en un solo servidor físico. Si varias compañías comparten la capacidad de un centro de datos energéticamente eficiente, pueden obtenerse ahorros de energía sustanciales y reducirse significativamente la huella ecológica de cada compañía. Tanto las estrategias de computación en la nube como de virtualización evitan tener el problema de sobre aprovisionamiento (tener equipos en reserva consumiendo recursos (energía eléctrica, refrigeración) y disminuyendo su vida útil (generando a la postre desechos electrónicos) sin generar ningún tipo, o muy poco valor para la empresa). VI. CONCLUSIONES Todo data center debe enfocar su estrategia organizacional buscando además de la eficiencia operacional y la calidad del servicio (medida en el porcentaje de disponibilidad dado al cliente), la eficiencia energética que les permita controlarse en el consumo (disminuyendo con esto costos directos) sino también identificar las actuaciones que permitan optimizarlo de un modo responsable desde un punto de vista medioambiental, incluyendo aquellas inversiones que permitan, tanto a corto, como a medio plazo, beneficiarse de las diferentes disposiciones regulatorias mediante la generación y el consumo de energías limpias. [8] Eso permite que la oferta de proveedores que puedan dar servicios de data center pueda ser discriminada teniendo en cuenta la variable medio ambiental. La carga ambiental propia de cada organización no solo depende de sus acciones directas, sino también de las acciones derivadas de los procesos que sub contrata. Si se desea tener una correcta implementación de políticas de Responsabilidad Social Empresarial es imprescindible que al sub contratar servicios tengan las empresas contratadas similares objetivos que ayuden a apalancar las metas propias. REFERENCIAS [1] Organización Internacional de Estandarización, Descubriendo ISO [2] Organización Internacional de Telecomunicaciones, ITU and Climate Change. Disponible en línea en consultado el 15/05/2012 [3] Comisión de Regulación de Comunicaciones, Efectos de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones sobre el Medio Ambiente, Abril de 2010 [4] J. Garbajosa, E. Huedo, M. Lopez, Green IT: Tecnologías para la Eficiencia Energética en los Sistemas TI, Universidad Politécnica de Madrid, 2008 [5] B. Doherty, Green IT Report The Computer Equipment Lifecycle Survey. CapGemini. [6] D. Peña, A.Burgos, El contrato de diseño, desarrollo y hosting de un sitio en Internet, Universidad Externado de Colombia, 2003 [7] The Green Grid, 7X24 Change, ASHRAE, Silicon Valley Leadership Group, Save Energy Now, U.S. Department of Energy, Energy Star, The Uptime Institute, Recommendations for Measuring and Reporting Overall Data Center Efficency, julio de 2010.

7 [8] J. Montoto, Los datacenter en el nuevo modelo de gestión de TI, Revista Nota Enter, 158 7