Maestro Fernando González Sánchez, Subsecretario de Educación Básica. Colegas secretarias, secretarios de Educación de los estados de la federación.

Transcripción

1 Mensaje del C. Secretario de Educación Pública, Mtro. Alonso Lujambio, en el lanzamiento de la Campaña Leer para Aprender, así como de la Firma de la Carta Compromiso de las Autoridades Educativas Locales, del Consejo de la Comunicación y SEP, Movimiento Social por el Fomento de la Lectura Leer para Aprender y Firma Reto 1 de 2 niños en excelente y bueno. México, D.F., a 25 de enero de Maestra Elba Esther Gordillo Morales, presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación; gracias, maestra, por acompañarnos el día de hoy. Licenciado Pablo González Guajardo, presidente del Consejo de la Comunicación; Pablo, un verdadero honor trabajar contigo en este esfuerzo tan importante. Maestro Fernando González Sánchez, Subsecretario de Educación Básica. Colegas secretarias, secretarios de Educación de los estados de la federación. Amigas, amigos todos. Saludo con especial afecto a Yoloxóchitl Bustamante, directora del Instituto Politécnico Nacional. Gracias por acompañarnos. Por supuesto, a Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, una aliada fundamental de este esfuerzo. Ana Cecilia Terrazas, del IMER, gracias por acompañarnos; jugarás también un papel absolutamente central, Ana Cecilia. Por supuesto, también a Felipe Garrido, gracias por estar aquí, un honor, gran promotor inigualable de la cultura de la lectura en México. Alfonso de Maria y Campos En fin, me voy a detener aquí. Hay muchos amigos muy queridos. Los saludo a todos con especial afecto. Me da en verdad mucho gusto estar hoy aquí con ustedes, representantes de los medios de comunicación, de las empresas que integran el Consejo de la Comunicación, porque esta mañana refrendan su compromiso con México y con un México de lectores. Qué esfuerzo más valioso podrían impulsar ustedes, amigos de los medios de comunicación, que éste; cuál podría ser más valioso me pregunto que éste que hoy le proponen a la nación.

2 En particular, saludo con especial aprecio y agradecimiento al licenciado Pablo González Guajardo, presidente del Consejo de la Comunicación, así como al licenciado Salvador Villalobos, presidente ejecutivo y especialmente ejecutivo, muy eficaz en la promoción de esto que hoy arrancamos. Recibo, también, con mucho gusto y aprecio, créanmelo, a mis colegas, los titulares de Educación, prácticamente de todos los estados de la República que hoy se han dado cita con nosotros, para sumar su compromiso con el fomento a la lectura y, con ello, a la calidad de la educación. Colegas, les aprecio, en verdad, su presencia. Tengo el honor, amigas, amigos, de presidir el Consejo Nacional de Autoridades Educativas, que agrupa a los 32 secretarios de Educación del país, y tengo el honor también de mantener una relación fluida, constante, permanente, muy productiva con mis colegas. Gracias a todos por su presencia. Saludo, asimismo, con aprecio y entusiasmo, la presencia de las y los maestros de México; por supuesto, a la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. La labor diaria de las maestras, de los maestros en las aulas es fundamental en el fomento a la lectura y en la mejora de la calidad educativa; gracias, maestras, maestros; gracias, Maestra Elba Esther Gordillo, por apoyar la importante campaña y el compromiso que hoy nos reúne. Mi admiración y mi aprecio también, por supuesto, a distinguidos artistas, deportistas y personalidades del mundo de la comunicación que participan en este esfuerzo para fortalecer la calidad educativa; gracias, en verdad, a todos por su presencia y por su apoyo. Mi admiración y mi respeto, por supuesto, muy especial a las madres, a los padres de familia que nos acompañan, y cuya participación activa en la escuela y en el hogar son esenciales para alcanzar la educación de calidad que merecen nuestros hijos es decir, ustedes queridos alumnos, queridas alumnas que hoy nos acompañan y que son la razón de ser de la Secretaría de Educación Pública. Amigas, amigos, hoy nos convoca el futuro de México, porque eso es la educación: la construcción de nuestro presente y la forja de nuestro porvenir; una educación de calidad como la que impulsa desde su inicio el Presidente Felipe Calderón y con la cual estamos empeñados no sólo desde el gobierno, sino, por fortuna, también desde la sociedad. Muestra de ello son la campaña y el compromiso que hoy nos convoca. Sabemos que el hábito de la lectura y las habilidades lectoras son factores decisivos para el logro educativo y para el pleno desarrollo de las personas.

3 Quiero compartir con ustedes algunos datos inquietantes. En México, leemos 2.9 libros al año en promedio; en España, se leen 7.7 libros en promedio al año; en Portugal, 8.5 libros en promedio; en Alemania, 12 libros en promedio al año. Ésta es la realidad de la cual estamos partiendo. Hay que reconocerlo, ponerlo claramente sobre la mesa y, también, ver, como bien decía mi Subsecretario González, que estamos en un momento específico, histórico, en el que debemos dar vuelta a una página. Nos empeñamos durante muchos años, en construir el sistema educativo. Ante una presión demográfica extraordinaria, había que llevar a millones y millones de niños el servicio educativo para dar cumplimiento cabal, por fortuna, a lo que establece con toda claridad el Artículo 3º Constitucional. Las obligaciones pasaron también a secundaria, para fortuna del país. Ahora estamos comprometidos todos: lo está el Presidente; lo está el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación; lo están, por fortuna, actores fundamentales de la sociedad comprometidos con la calidad educativa y la calidad educativa reclama una cultura de la lectura, estamos yendo a la raíz del problema. Por eso, estoy tan entusiasmado y tan agradecido con el apoyo que nuestros amigos empresarios quieren ofrecernos en este momento tan importante para el Sistema Educativo Nacional. La Secretaría de Educación Pública, amigas, amigos, desde sus subsecretarías hasta sus organismos descentralizados, tiene un objetivo claro: fomentar la lectura, la cultura de la lectura, respondiendo así a su propia raíz, a su esencia. Recordemos que este año se cumplen 90 años de que José Vasconcelos fundara la Secretaría de Educación Pública, y se propuso exactamente lo que hoy nosotros queremos impulsar con especial decisión. Destaco tan sólo el Programa Nacional de Lectura que impulsamos en la Educación Básica, fortaleciendo la acción docente, así como los materiales bibliográficos de las escuelas. Pero falta mucho, mucho por hacer; eso es claramente insuficiente. Necesitamos, como aquí se dice, un movimiento social, y eso es precisamente lo que estamos aquí apoyando. De igual manera, y como ustedes saben bien, el Presidente de la República ordenó, hace algunos meses, que estableciéramos estándares de lectura para todas las niñas y los niños de México, para que los padres de familia se involucren en el fomento y la práctica lectora de sus hijos. Déjenme contarles esta historia. Aquí está presente Luis Ignacio Sánchez, mi Administrador del Servicio Educativo en el Distrito Federal. Él, a partir de algunos

4 estándares que recuperó de otros países, inició en el Distrito Federal un movimiento consistente en decirle a los padres de familia cuántas palabras por minuto está leyendo su hijo, sin enfatizar necesariamente la velocidad lectora debo decirlo, pero sí tratando de medir fluidez lectora que está fuertemente asociada con la comprensión lectora. El experimento de Luis Ignacio Sánchez, aquí presente, fue tan importante que lo discutimos con mis colegas Secretarios de Educación de los estados y medimos en todo el país la fluidez lectora. Establecimos unos estándares y ya distribuimos 22 millones de estándares de lectura a los padres de familia del Sistema Educativo Nacional, pidiéndole a los padres de familia: lean 20 minutos, por favor. 20 minutos, ayúdenos, ayuden especialmente a los maestros, a las maestras de México a crear esa cultura de la lectura, porque la cultura de la lectura se adquiere en casa. La habilidad para leer y la capacidad para leer se adquieren en la escuela. Ahí aprendemos a leer, amigos y amigas, pero la cultura de la lectura la adquirimos, finalmente, en nuestro hogar. Estoy muy contento. No me dejará mentir mi colega secretario de Educación del Estado de México, Alberto Curi, aquí presente, quien tuvo la gentiliza de acompañarme el viernes pasado en el Estado de México a visitar a instructores comunitarios del CONAFE, esta institución educativa, tan importante para México, que atiende a las comunidades más aisladas y rurales del país. Me hicieron saber ahí los instructores comunitarios que estos instrumentos, estos estándares estaban siendo muy útiles porque los niños estaban, rápidamente, viendo cómo evolucionaba su fluidez lectora y midiendo palabras por minuto. Y cuando les pregunté a los instructores comunitarios si los padres de familia, pese a que muchos no saben leer, estaban involucrándose en la tarea, me dijeron que sí, y esto es lo más emocionante, amigas, amigos: que los padres de familia, aún sin saber leer, se involucren. Por ejemplo, uno de ellos me contó no me dejará mentir mi querido don Alberto, nos contaba a todos, cómo un padre de familia, que tenía en la tarde que ir a cuidar los borregos al monte, se llevaba a su hijo con el libro para que le leyera mientras él cuidaba los borregos, pese a que el padre de familia no sabe leer. Ese es un padre de familia responsable, que entiende muy bien la importancia de la educación para sus hijos, la importancia de leer, de la lectura como fundamento esencial de la construcción de una cultura cabal entre nosotros, entre nuestros hijos. Ya lo ha dicho el maestro Felipe Garrido, al rato lo voy a citar más extensamente. Voy a ser muy breve, maestro, pero ha dicho que casi todo lo aprendemos por

5 imitación: a caminar aprendemos por imitación, a hablar, a leer, a echarse clavados, a jugar dominó... Si los padres leen en voz alta a sus hijos dice don Felipe les inculcan por imitación la curiosidad, el interés, el cuidado, el amor, el gusto por la lectura. Los Consejos Escolares de Participación Social, amigas, amigos, han sido otro esfuerzo fundamental. Durante varias semanas estuvimos conversando con mis colegas secretarios de Educación, con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, sobre cómo reactivar cabalmente, en verdad, la participación de los padres de familia en las escuelas a través de este instrumento que ya existía en la ley, que se llama Consejos Escolares de Participación Social. Amigas, amigos, especialmente colegas queridos de Educación, recordemos que uno de los nueve Comités del Consejo de Participación Social formados por maestras, maestros, madres y padres de familia está dedicado precisamente al fomento de la lectura. Creo que, si activamos este instrumento tan importante del Comité de Lectura, vamos a darle también paso, un empujón, fundamental a esta cultura de la lectura tan importante para el futuro del país. Para los jóvenes, lanzamos el año pasado 18 para los 18, una colección de 18 novelas cortas para los jóvenes de 18 años, que está teniendo un gran éxito en el mercado del Fondo de la Cultura Económica. Para media superior, estamos llevando a cabo, en el Distrito Federal y en Ciudad Juárez, un proyecto piloto con apoyo de UNICEF y Random House Mondadori, la editorial, para impulsar la creación de círculos de lectura entre los jóvenes. En fin, estamos haciendo muchas cosas, pero nada más importante, amigas, amigos, nada más relevante, como lo que aquí se está anunciando gracias al Consejo de la Comunicación, que en el marco de su 50 aniversario ha querido, precisamente, lanzar el esfuerzo más relevante de su historia: impulsar una educación de calidad a partir del fomento a la lectura. Quiero anticipar, de algún modo ante ustedes, que la carta compromiso que hoy hemos firmado refrenda nuestro federalismo y fortalece, sin duda, nuestra democracia. Para efectos de la fotografía, pues lo firmamos nosotros. Pero debo decirles que lo más relevante es la firma de mis colegas secretarios de Educación. Ésa es realmente la firma que nos entusiasma y que nos mueve, porque tenemos claro que vamos a priorizar la promoción de los 20 minutos de lectura diaria en el hogar, tal como lo establecieron los estándares de lectura.

6 Vamos a promover entre los padres de familia el uso de los Estándares Nacionales de Habilidad Lectora; que midan cada 15 días la velocidad lectora, la fluidez lectora de sus hijos e hijas, con un minuto de medición, a partir de 20 minutos cotidianos de lectura. Nos comprometemos a integrar los Consejos Estatales para la Promoción y fomento a la lectura. Nos comprometemos a fortalecer el uso de las bibliotecas públicas, escolares y de aula, y aquí el Conaculta tiene un papel absolutamente central que jugar. Nos comprometemos a promover actividades de lectura diaria dentro de las escuelas. Nos comprometemos a crear el Comité de Lectura de los Consejos Escolares de Participación Social. Nos comprometemos a impulsar el hábito, el gusto por la lectura, a establecer metas y objetivos estatales relacionados con la meta nacional para ampliar el grupo de estudiantes de primaria de nivel Bueno y Excelente en la prueba de Español ENLACE Estoy cierto de que podemos, por supuesto que podemos: mi experiencia en el CONAFE el viernes pasado me lo demuestra, don Alberto estará usted de acuerdo, nos probaron los chicos instructores comunitarios que la cultura de la lectura, que la práctica de la lectura lleva a los niños en muy pocas semanas a establecer ya prácticas de fluidez extraordinaria y de comprensión lectora. Lo pudimos ver, lo pudimos constatar, ahí lo vimos materialmente, necesitamos práctica, la práctica hace al maestro y el maestro lector inicia, finalmente, su maestría leyendo. Quiero agradecer a los padres de familia, por anticipado, que se sumen a este esfuerzo, porque ustedes son realmente los constructores de esta cultura de la lectura, gracias, en verdad, a todos. Quisiera terminar, amigas, amigos, compartiendo con ustedes de manera textual unas palabras un poco más extensas del maestro Felipe Garrido, aquí presente y muy querido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, dice: En general, los niños que leen desde temprano y terminan por convertirse en lectores tienen padres lectores que acostumbran conversar y leer con ellos, y tienen en casa libros, revistas, diarios, historietas, lápices y papel. No importa cuál sea el nivel escolar de los padres sigue Garrido. Lo que sí importa es que tengan interés, y eso se mide por el tiempo que están dispuestos a dedicar a sus hijos. En nuestras apresuradas vidas. Dónde está ese tiempo, que nunca tenemos? Escondido en esos minutos que con tanta facilidad se pierden, por aquí y por allá. Lo que hace falta para que un niño o un adulto llegue a ser un lector de verdad dice don Felipe es ayudarlo a descubrir que la lectura de libros y la costumbre de

7 escribir están relacionados con la lectura y la transformación del mundo, y pueden tener un sentido profundo para su vida. La cantidad de libros leídos dice don Felipe es el factor decisivo en la pedagogía de la lectura. Mientras más libros diferentes y de calidad se lean, mejores serán los lectores. Un libro de calidad significa un libro que exige un esfuerzo del lector pero es importante que ese esfuerzo no sea desmedido, que esté al alcance de quien lee. Gracias, don Felipe, por tantos y tantos años de impulso a la lectura. Amigas, amigos todos, la lectura es una acción creativa en sí misma y, con el tiempo, por fortuna, puede ser una adicción. Quien lee no está quieto, no está pasivo, no está ausente; quien lee está llevando a cabo una acción única: la de aprender en soledad y, con ello, la de ser; pues la lectura no sólo es una fuente de información, sino de educación, de desarrollo de capacidades, como la reflexión, como el análisis, como la concentración, además de recrear y de activar la fantasía. Una persona con el hábito de la lectura está preparada para aprender por sí misma durante toda la vida. Mi Subsecretario González ha puesto énfasis, desde hace mucho tiempo y con razón, en esto: tenemos que pasar de un sistema educativo que centra su atención en la memorización de datos a un sistema educativo que construye habilidades y destrezas. Y la habilidad y destreza más importante que, a su vez, construye otras habilidades y destrezas, es, precisamente, la lectura. Por eso es que estamos tan empeñados en que la lectura se vuelva un eje fundamental, central, del proceso educativo. Por eso son tan importantes las acciones que esta campaña anuncia, amigas, amigos, que hoy presenta el compromiso firmado por todos nosotros. Este compromiso se integra a la política de Estado que impulsa el Gobierno del Presidente Felipe Calderón para mejorar la calidad educativa. Pero yo quedo especialmente agradecido, con especial entusiasmo, con nuestros amigos del Consejo de la Comunicación por su empeño, por su vocación y, especialmente, debo decirlo también, por su imaginación, porque tienen una convicción, una idea clara y saben cómo traducirla en conceptos, en ideas que logren promover, finalmente, esa cultura de la lectura que nos convoca a todos. Mi reconocimiento también y muy especial a mis colegas responsables de la Educación en los estados, muy estimados por mí y por toda la Secretaría de Educación Pública, por su compromiso con el fomento a la lectura y con la calidad de la educación.

8 Mi reconocimiento, por supuesto, a ustedes, las maestras, los maestros, a su representación sindical por su vocación, por su compromiso con sus alumnos. Mi reconocimiento a ustedes, padres de familia, que desde los Consejos Escolares, y en sus hogares apoyan el hábito y las habilidades lectoras de sus hijos. Finalmente, amigas, amigos, no puedo sino reconocer y agradecer su talento a ustedes, las y los comunicadores y artistas que con su voz y su capacidad creativa son la imagen de esta importante campaña, gracias, en verdad, por su presencia. Aprovechemos esta oportunidad que hoy nuestra democracia nos brinda de poder trabajar unidos, aun en la diversidad, por supuesto, y aportar gobierno y sociedad a favor de la calidad de la educación, porque si logramos hacer de la lectura una práctica familiar cotidiana, insisto, una práctica familiar cotidiana para gozar y para aprender, amigas, amigos, créanme, tenemos futuro como país. Este 2011, en que celebramos con especial júbilo noventa años de la Secretaría de Educación Pública, qué mejor festejo, se los pregunto yo a todos, utilizando el mecanismo que utilizara Pablo hace algunos minutos. Qué mejor festejo, que el festejo de los libros, que el festejo de la lectura? Porque fomentar la lectura mejora la educación y la cultura. Muchas gracias por su atención. --oo0oo--