ESTUDIO DE CASO: SISTEMA DE CRIANZA DE TERNEROS EN PREDIOS G.T.T. DE LA DECIMA REGIÓN. Autor: Marisol González Yañez. Ing. Agr. M. Phil.

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2 ESTUDIO DE CASO: SISTEMA DE CRIANZA DE TERNEROS EN PREDIOS G.T.T. DE LA DECIMA REGIÓN Autor: Marisol González Yañez. Ing. Agr. M. Phil. Comité Editor: Giancarlo Bortolameolli S. Ing. Agr. Enrique Siebald Seh. Ing. Agr. Germán Holmberg F. Ing. Agr. Consultor Técnico: Francisco Lanuza A. Med. Vet. Dr. med. vet. Editor: Giancarlo Bortolameolli S. Boletín Técnico N 219 Centro Regional de Investigación Remehue Osorno, Marzo de 1995

3 ESTUDIO DE CASO: SISTEMA DE CRIANZA DE TERNEROS EN PREDIOS G.T.T. DE LA DECIMA REGIÓN Marisol González Y. 2 Yasna Squifi C. 3 INTRODUCCIÓN En la Décima Región de Chile, se produce alrededor del 67% de la leche entregada a planta y el 40-45% de la carne del país. El sistema de crianza de terneros juega un rol importante en la empresa, tanto de leche como de carne. Debido a que cada vez los sistemas productivos deben ser más intensivos y eficientes, por lo cual requieren animales bien alimentados que logren buenos aumentos de peso durante todo el período de crianza y altos pesos a los seis meses de edad. El objetivo del presente trabajo fue caracterizar los tres sistemas predominantes de crianza de terneros en la región como son : crianza natural, amamantamiento regulado y crianza artificial en predios de productores lecheros de Grupos de Transferencia Tecnológica (GTT) de la Décima Región. 1: Trabajo presentado a la XIX Reunión Anual de la Sociedad Chilena de Producción Animal (Temuco, Chile, Octubre, 1994). 2: Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Centro Regional de Investigación Remehue, Casilla 24-0 Osorno, Chile. 3: Instituto Profesional Agrario Adolfo Matthei. Casilla 58-A Osorno, Chile.

4 MATERIALES Y MÉTODOS Se utilizó información técnica proveniente de fichas de las reuniones mensuales de 180 agricultores pertenecientes a 19 GTT de la Décima Región, clasificados como medianos a grandes (sobre 12 HRB) y referida a crianza de terneros durante los años (inclusive ambos años). Para ello se consideró los siguientes parámetros : - Sistemas de crianza. - Época de crianza. Concentrado inicial. - Concentrado de crecimiento. Peso final de la crianza - Salida de crianza. Los datos se procesaron computacionalmente y los resultados fueron analizados de acuerdo a frecuencia de distribución. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Sistemas de crianza Al considerar el sistema de crianza, el 10% de los agricultores usó crianza natural, el 18% amamantamiento regulado y el 72% crianza artificial, como puede observarse en la Figura 1. El alto porcentaje de agricultores que usó crianza artificial y bajo porcentaje en los otros sistemas, sería atribuible a que fueron agricultores pertenecientes a GTT, quienes son tecnológicamente más avanzados al compararlos con el total de las empresas ganaderas existentes en el país. Además, esta categoría de agricultores posee un mayor número de animales, por lo cual es más sencillo el emplear la crianza artificial como sistema. Por otro lado, información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE, 1979, citado por Navarro, 1985), señala que la mayoría de las empresas ganaderas poseen sistemas de lechería, de las cuales el 50% cría a los terneros en forma natural, siendo esto más frecuente entre productores con menor número de animales. En cambio, en los sistemas de producción de carne, más del 85% de los productores cría a los terneros en forma natural (modalidad que ocurre principalmente en predios con menos de 100 animales).

5 Figura 1. Sistemas de crianza utilizado por agricultores GTT en la Décima Región. Crianza natural En la crianza natural, el ternero recibe todo el calostro materno y luego leche entera directamente de su madre, pero la cantidad que recibe de ésta no es cuantificable y depende del nivel productivo de la vaca lechera. Por lo general, la alimentación láctea que recibe el ternero de la madre es por un período mínimo de tres a cuatro meses, llegando incluso hasta los seis meses de edad. En circunstancia que no es necesario extender la dieta láctea por más de 60 días, siempre y cuando se promueva el consumo de concentrados y forrajes conservados (González, 1987). Amamantamiento regulado El 31,2% de los agricultores empleó este sistema, en el que se ofrece en promedio 4 litros de leche/ternero/día de acuerdo a estimaciones de los mismos agricultores y durante 48 días en promedio (con un rango de días). Los valores promedio diario fueron sólo estimaciones, dado que las vacas después de ordeñadas en la mañana y/o en la tarde, permanecían en potrero con los terneros, siendo difícil determinar el consumo de leche entera. Este cálculo sólo se tendría al pesar los terneros antes de juntarlos con las vacas, vigilar el amamantamiento y pesar de inmediato una vez finalizado éste. Experimentalmente es factible de realizar estas mediciones, pero no en el caso de los agricultores por razones prácticas.

6 Crianza artificial En este sistema, los terneros recién nacidos permanecieron en promedio tres días con la madre para la ingestión de calostro materno, para luego ser separados y trasladados a corrales individuales o colectivos donde comenzaron la ingestión de una dieta láctea. Esto coincide con información reportada por Hargreaves y Catrileo (1983) y por Lanuza y Stehr (1977). El calostro excedente conservado por acidificación natural es usado como dieta láctea por el 43% de los agricultores, en cantidad promedio de 4 lt/ternero/día y es ofrecido en promedio durante 19 días (con rango de 3-90 días). El suministro de calostro es altamente beneficioso, pues es una tecnología demostrada y difundida por el INIA-Remehue en la Décima Región y ha sido adoptada por un alto porcentaje de agricultores que han seguido las recomendaciones establecidas para ello por González (1977); González y Villouta (1978); González, García y López (1978); González (1980); González (1981a y 1981b) y González (1982). Estas recomendaciones además han sido seguidas en cuanto al número de días y al volumen de suministro diario por ternero (González y Bertín, 1982; Lanuza, Stehr y Butendieck, 1990). Luego del suministro de calostro excedente conservado por acidificación natural, los agricultores suministraron sustituto lácteo o leche entera, dependiendo del precio de esta última. La leche entera fue ofrecida por el 24% de los agricultores que utilizan crianza artificial, siendo proporcionada en cuatro litros en promedio y durante aproximadamente 59 días (con un rango de días). Ambas cifras están dentro de las recomendaciones estipuladas para ello por González y Bertín (1982) y por Lanuza, Stehr y Butendieck (1990). El sustituto lácteo fue suministrado por el 48% de los agricultores en cantidad promedio de 4 lt/ternero/día (con rango de 2-12 lt/ternero/día) y durante aproximadamente 64 días (con rango de días). Al respecto, los valores promedio concuerdan con lo establecido por la literatura regional (González, 1981c; González y Bertín, 1982), pero no los rangos, que son demasiado amplios y el valor máximo está muy excedido de lo recomendado por la literatura en general.

7 Época de Crianza El 48% de los agricultores efectuó crianza de otoño-invierno y el 52% de primavera-verano. En ambas épocas, los pesos promedio al final de la crianza fueron muy similares, siendo de 154 kg para otoño-invierno (con rangos de kg) y de 158 para primavera-verano (con rangos de kg). Hubo un rango demasiado amplio en los pesos logrados en ambos periodos considerados, siendo los mínimos bastante bajos e inferiores a los kg recomendados como adecuados (González, Casse y Celis, 1977; González, 1981a; González, 1981b; González, 1981c; González 1981d; González, Flores y Cortés, 1982; González y Bertin, 1982; Navarro, 1985). Concentrado Inicial El 93% de los agricultores utilizó concentrado comercial en la crianza de terneros y sólo el 7% usó concentrado elaborado en el predio. En el sistema de crianza natural, sólo el 19% de los agricultores usó concentrado inicial versus el 81% que no lo empleó. En la crianza artificial, en cambio, el concentrado inicial fue empleado por el cien por ciento de los agricultores durante 60 días. En el sistema de amamantamiento regulado, el 34% de los agricultores empleó concentrado de crecimiento, siendo éste en un cien por ciento de tipo comercial. En el sistema de crianza artificial, el 88% de los agricultores proporcionó algún concentrado inicial, siendo el 9% concentrado propio o elaborado en el predio y el 91% del tipo comercial, siendo ofrecido durante 66 días en promedio (con un rango de días). Los valores promedio concuerdan con información obtenida en la región en el sentido que los agricultores ofrecen concentrado inicial desde los primeros días de vida y aproximadamente hasta días, pero no con el valor máximo de 215 días (González, 1981c; González y Bertin, 1982; Navarro, 1985 y Lanuza, Stehr y Butendieck, 1990). Sin embargo, Navarro (1985) diferencia el período de ofrecimiento de acuerdo a la época de crianza, siendo éste de 2-20 días en primavera-verano y de 2-64 días en otoño-invierno. En general, es importante que en todos los sistemas de crianza analizados se haya empleado concentrado inicial desde el comienzo, para así ayudar a la transformación del ternero en rumiante lo antes posible, pues éste

8 influye altamente en el desarrollo de las papilas ruminales y en mayor porcentaje que los forrajes (Hargreaves y Catrileo, 1983). Concentrado de crecimiento El concentrado de crecimiento fue utilizado por el 60% de los agricultores, siendo el 88% concentrado de crecimiento comercial y el 12% concentrado de crecimiento elaborado en el predio. El concentrado de crecimiento fue ofrecido durante 76 días en promedio (con rango de días). El alto porcentaje de uso del concentrado comercial con respecto al propio o elaborado en el predio, sería atribuible (al igual que en el caso del concentrado inicial), a la gran diversidad de éstos existentes en el mercado, con precios muy similares al elaborado en el predio y fácil de manejar por el hecho de ser peleteados. En el sistema de crianza natural, el concentrado de crecimiento fue usado por el 12,5% de los agricultores y en todos estos casos, correspondió a concentrado de tipo comercial. En el sistema de amamantamiento regulado, el concentrado de crecimiento fue usado por el 14% de los agricultores, y al igual que en caso del concentrado inicial, éste fue en un cien por ciento de tipo comercial. En el sistema crianza artificial, el suministro de concentrado de crecimiento de tipo comercial corresponde al 88 % de los casos y el 12 % a concentrado elaborado en el predio. En esta etapa de la crianza, aumenta el porcentaje de concentrado elaborado en el campo con respecto al concentrado inicial. Esta situación podría ser atribuible a que, en la Décima Región, gran parte de los agricultores siembra avena para grano, destinado a animales mayores durante el período invernal. Es así como un porcentaje de esta avena es utilizado como base para la elaboración de concentrado de crecimiento de los terneros. Al igual que en caso del concentrado inicial, es importante que los agricultores usen concentrado de crecimiento una vez realizado el destete o suspensión de la dieta láctea en terneros y ojalá éste se suministre hasta los seis meses de edad junto con forraje (en forma de pastoreo, ensilaje o heno). Ello, a fin de producir un buen crecimiento y desarrollo del ternero, de modo que no se produzca un retroceso o gran pérdida de peso al dejar al animal a los seis meses de edad sólo con una dieta basada en pastoreo y con suplementación mínima.

9 Uso de heno, ensilaje y agua de bebida en la crianza El heno de pradera fue empleado por el 56% de los productores considerados y el ensilaje sólo por el 9% en la crianza de los terneros. Estos valores son similares a la información proporcionada por el INE (1979, citado por Navarro, 1985). El suministro de agua de bebida a los terneros sólo fue efectuado por el 23% de los productores considerados y éste, en general, correspondió a terneros que ya no consumían dieta láctea. En general, durante el período de alimentación líquida (calostro acidificado, leche entera o sustituto lácteo), la mayoría de los productores no acostumbra a ofrecer agua de bebida a sus terneros en la Décima Región, aspecto que es indispensable para promover el consumo de concentrado y de forrajes (Hargreaves y Catrileo, 1983). Pesos al final de la crianza Al considerar los pesos promedio (Figura 2), los sistemas de crianza natural y amamantamiento estuvieron dentro de lo señalado por la literatura nacional (González, 1981c; González y Bertín, 1982; González, Goic y Castro, 1985; Navarro, 1985 y Hazard, 1987), siendo un poco bajo el peso promedio alcanzado en la crianza artificial. Sin embargo, los valores mínimos alcanzados a los seis meses de edad fueron excepcionalmente bajos en todos los sistemas, excepto en el amamantamiento, aunque éste no es el peso adecuado de 150 kg mínimo necesario a esta edad (Hazard, 1987).

10 Pesos al final de la crianza según época No hubo variación de los pesos promedio al final de la crianza al considerar la época de ésta, siendo este valor de 154 kg para otoño-invierno. Ello puede visualizarse mejor en la Figura 3. Figura 3. Pesos a la salida de la crianza en dos épocas de cría. Los pesos anteriormente mencionados coinciden con lo citado por Goic y Siebald (1976) y por Navarro (1985) para valores de peso promedio. Sin embargo, es importante destacar que los valores mínimos obtenidos al final de la crianza tanto en otoño-invierno como en primavera-verano, fueron excepcionalmente bajos, pero afortunadamente esos son valores extremos, mínimos en número.

11 Días a salida de la crianza El término de la crianza (Figura 4) se produjo a los 216 días en promedio de la crianza natural; a los 175 días en amamantamiento regulado y a los 139 días en crianza artificial. Estos valores promedio son más bajos que los señalados por Goic y Siebald (1976); González y Bertín (1982) y por Hazard (1987). F igura 4. de terneros. Duración (días) de tres sistemas de crianza

12 Salida a Pradera En general, el 58% de los agricultores sacó sus terneros a pastoreo. De éstos, el 66% los sacó a los 180 días de vida. Estos rangos coinciden con Goic y Siebald (1976); González y Bertín (1982); González, Goic y Castro (1985) y Hazard (1987), ya que es importante el acceso al pastoreo desde que los terneros son pequeños. Sin embargo, las condiciones climáticas imperantes en la Décima Región, dificultan la salida temprana a pastoreo de los terneros durante la época de otoñoinvierno, pudiendo ésta efectuarse sólo en días de buen tiempo, debiendo permanecer bajo techo el resto del invierno. En cambio, pueden salir a pastoreo a partir de los primeros días de septiembre, de acuerdo a resultados obtenidos por Lanuza, Stehr y Butendieck (1990). Por otro lado, los animales nacidos en primavera pueden comenzar a pastorear a partir de las dos semanas de vida. CONCLUSIONES Del presente trabajo se puede concluir lo siguiente : - El sistema de crianza más utilizado por los agricultores analizados, fue el de crianza artificial. - La época de crianza de los terneros es muy similar entre otoñoinvierno y primavera-verano. - Los tres sistemas de crianza analizados emplearon concentrados de iniciación y crecimiento, tanto comercial como elaborados en el predio, siendo mayor el uso de concentrado comercial. Los mayores pesos finales en orden decreciente fueron : amamantamiento regulado, crianza natural y crianza artificial. - El término de la crianza fue de mayor número de días en crianza natural, seguido de amamantamiento regulado y menor en crianza artificial.

13 LITERATURA CITADA GOIC, L Comparación de concentrados simples de crecimiento en terneros. Informe Técnico. Estación Experimental Remehue. GOIC, L. y SIEBALD, E Crianza de terneros de primavera con 30 y 70 días de leche. Informe Técnico. Estación Experimental Remehue (INIA). GONZÁLEZ, MARISOL Almacenamiento y utilización de calostro conservado por fermentación ácida en alimentación de terneros de lechería. Investigación y Progreso Agrícola 9(1): GONZÁLEZ, MARISOL; CASSE, L. A. y CELIS, R Comparación de tres métodos de crianza de terneros en la zona central durante el período de otoño-invierno. Agric. Téc. 37(2): GONZÁLEZ, M.; GARCÍA, C. y LÓPEZ, A Disponibilidad de excedentes calostrales provenientes de vacas Holstein-Friesian. Arch. Méd. Vet. 10(1): GONZÁLEZ, MARISOL y VILLOUTA, GLADYS Salve más terneros mediante un consumo adecuado de calostro. Informativo N 10. Agosto. Estación Experimental La Platina (INIA). GONZÁLEZ, MARISOL Utilización de calostro en alimentación. Boletín Divulgativo N 73 (38Re). Estación Experimental Remehue. Noviembre, p. GONZÁLEZ, MARISOL. 1981a. Calostro conservado por fermentación ácida: Una buena alternativa para alimentar terneros de lechería. Revista El Campesino. Vol. 112(4): GONZÁLEZ, MARISOL. 1981b. Uso de calostro acidificado naturalmente en dos predios lecheros de la provincia de Osorno. Boletín Técnico N 47 (48Re). Estación Experimental Remehue. Noviembre, p. GONZÁLEZ, MARISOL. 1981c. Evaluación de cuatro sustitutos lácteos en crianza de terneros nacidos en otoño. Boletín Divulgativo N 85 (44Re). Estación Experimental Remehue. Mayo, p.

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