Por qué es importante teorizar a la sociedad civil?, Por qué la necesidad por definir una categoría o concepto que aluda a lo social?

Transcripción

1 Por qué es importante teorizar a la sociedad civil?, Por qué la necesidad por definir una categoría o concepto que aluda a lo social? En la búsqueda de respuestas a estos cuestionamientos me resulta pertinente explicar, de forma general e introductoria, la importancia que tienen los conceptos o categorías. Definir a qué llamamos de tal o cuál manera es una primera razón de importancia, ya que como ejercicio resulta necesario conocer el contenido de un concepto, de una idea o bien de una teoría para poder delimitar a lo que nos estamos refiriendo. Asimismo, nos permite ser más precisos al momento de utilizarlos para realizar el análisis. Cuando nos referimos a un concepto aplicable al análisis de la sociedad civil, la importancia es básica, ya que de su concepción depende su utilidad y viabilidad para estudiar otros aspectos de la vida social y dar argumentos a situaciones de otros contextos diferentes al nuestro, como por ejemplo de otras culturas. El propósito principal de este texto es el de reflexionar sobre la importancia que tiene la constitución de una categoría de la sociedad civil. Para ello, retomaré las posturas teóricas que sobre la formación del concepto de sociedad civil han asumido Jürgen Habermas, Jean L. Cohen y Andrew Arato. La confrontación de las ideas de los citados autores me permitirá señalar las contribuciones teóricas y conceptuales que cada uno de ellos ha aportado al estudio de la sociedad civil y, en términos generales, a la teoría social. El ejercicio de plantear y delimitar lo que abarca conceptualmente la sociedad civil ha provocado a través del tiempo especificidades, relaciones y diferencias. Algunos de los factores que han influido en la construcción del concepto de sociedad civil han sido: el Estado, las circunstancias económicas y políticas. De ahí que autores como Jean L. Cohen y Andrew Arato consideren que sería desorientador identificar a la sociedad civil con toda la vida social fuera del Estado administrativo y de los procesos económicos en un sentido limitado. 1 Estos autores, que parten de una definición operativa de la sociedad civil, consideran indispensable tomar en cuenta la diferenciación y relación de ésta con la política y con el Estado, ya que desde su visión 1 Jean L. Cohen, Andrew Arato (2000), Sociedad civil y teoría política, México D.F: Fondo de Cultura Económica, p. 9. 1

2 la sociedad civil se constituye como una esfera de interacción social entre la economía y el Estado, compuesta ante todo de la esfera íntima (en especial la familia) 2. Desde la perspectiva de Cohen y Arato el Estado es el elemento decisivo que contribuye a la definición conceptual de la sociedad civil. Para estos autores el Estado permite que se dé un diálogo en el cuál se desarrollen las diversas formas en que la sociedad civil se puede retomar, ya que finalmente es lo que desde el punto de vista analítico, nos permitirá comprender casos de cada uno de los contextos, o de otros países (si se quiere replantear de esta manera) que nos interesen. Por lo tanto la categoría o el concepto de lo social nos facilita en gran medida replantear y aportar conocimiento con respecto a otros panoramas pasados de nuestras sociedades. En otras palabras, la importancia del concepto consiste en que nos permite acceder a otros cuestionamientos y reflexionar sobre nuestra constitución como sociedad, nuestra capacidad y facultad para intervenir en los procesos que nos afecten. Lo anterior ha ocasionado que se adecue y modifique en relación con lo tiempos históricos en los que se ha interpretado. Me refiero a las modificaciones que el concepto de la sociedad civil a perpetuado, incluyendo tanto lo referente a su significado, como lo relacionado a la forma de nombrarla. Por ejemplo Parsons presentaba su concepto de la comunidad societal como un esfuerzo por traducir la categoría Hegeliana de sociedad civil, enriquecida por el concepto de lo social de Durkheim. 3 Incluso la primera versión del concepto de sociedad civil aparece en Aristóteles con el título de politike Koinonia, sociedad / comunidad política. 4 Por otra parte, para Habermas es preocupante el funcionamiento de la sociedad civil, ya que le interesa identificar cómo se canalizan las demandas de ésta y por cuáles filtros pasa. Al señalar que El poder social se mide por la capacidad de imposición que tienen los intereses organizados 5, Habermas hace evidente la existencia del poder que representan las peticiones sociales y que dirige el implemento de los programas pertinentes. Vale la pena resaltar que el autor deja ver en su texto el por qué no coincide con la perspectiva de ciudadanía social que surge de la teoría del pluralismo, ya que con base en el punto de vista de Norberto Bobbio, considera: lo que la teoría del pluralismo hace es sustituir a los ciudadanos particulares y a sus intereses individuales 2 Ibid.., p Ibid.., p Ibid.., p Jürgen Habermas (2001), Facticidad y validez, Madrid, p

3 por asociaciones y por intereses organizados 6. Esta idea le permite a Habermas exponer su inconformidad con una teoría como la del pluralismo, puesto que condiciona y limita a la sociedad civil y a la vez convierte sus intereses en un intercambió que simplemente le da vida o función a las organizaciones. Habermas también muestra su desacuerdo con la concepción que adquiere la sociedad civil dentro del proyecto de la democracia competitiva. A este respecto el autor expone que el aparato estatal representa un problema, donde no se puede hacer plausible la forma en la que el aparato estatal podrá regular, controlar y ser sensible a los intereses sociales, es decir, como es que un aparato formado por una elite planteará soluciones para una no elite. Habermas, en su búsqueda por una concepción de la sociedad civil valorada con base en a su función y en su constitución misma, rechaza las teorías que privilegiaban al Estado. En mi opinión, esto se debe a que dentro de esta perspectiva el Estado obstaculiza el papel y el desarrollo de la sociedad civil en general, asimismo le niega una definición propia; es decir, impide conceptualizar la sociedad civil por lo que es, no sujeta a las relaciones que pueda tener con otros aparatos elementales del poder político. Como ejemplo de lo anterior podemos citar su inconformidad con la teoría de sistemas. La teoría de sistemas abandona el nivel de los sujetos de acción individuales y colectivos, y del adensamiento de los complejos organizativos saca resueltamente la consecuencia de que hay que considerar la sociedad civil como una red de subsistemas autónomos que se encapsulan unos frente a otros adoptando cada uno su propia semántica, y que constituye entornos los unos para los otros. 7.Hasta este punto, identificamos que hay en el planteamiento de Habermas algunos ejes prioritarios para considerar su concepción de una categoría que aluda a lo social: la idea de que hay instituciones que propician la integración social, familia y escuela. Otro aspecto relevante en de su concepción, es el referido a la importancia que concede a la existencia de un lenguaje, de una comunicación que de pie a la constitución de la opinión pública y a su vez de la apertura de un espacio público político; un lenguaje que no sólo sea el pilar para la formación de una opinión pública, sino que al mismo tiempo facilite el tratamiento de los problemas de la sociedad y así se reproduzca el mundo de la vida. Textualmente Habermas lo describe de la siguiente manera: 6 Ibid., p Ibid.., p

4 El mundo de la vida constituye, considerado en conjunto, una red de acciones comunicativas. Bajo el aspecto de coordinación de la acción, su componente sociedad viene formada por la totalidad de relaciones interpersonales ordenadas en términos de legitimidad. Comprende también colectivos, asociaciones y organizaciones que están especializadas en determinadas funciones 8. Bajo esta concepción la sociedad civil se compone de asociaciones, (estructuras comunicativas, cultura, personalidad, opinión pública) organizaciones y movimientos surgidos de forma más o menos espontánea que recogen la resonancia que las problemáticas de la sociedad encuentran en los ámbitos de la vida privada, la condensan y elevándole, por así decir, el volumen o su voz, la transmiten al espacio de la opinión pública política. 9 Por otra parte, Jean L. Cohen y Andrew Arato con el objeto de construir una categoría de la sociedad civil, que contribuya a explicar los proyectos democráticos contemporáneos tanto en Occidente como en el Oriente, retoman la propia estrategia teórica de dos pasos de Habermas, es decir el desarrollo de una teoría dual que diferencia y relaciona las metodologías igualmente necesarias que tratan con el mundo de la vida y el sistema. 10 El punto de vista de estos autores es la base para la reconstrucción de una categoría de la sociedad civil y por ende de lo social. Su principal aportación en este sentido es la de promover la crítica de la categoría de la sociedad civil, así como de evidenciar su preocupación de reconstruirla. Jean L. Cohen y Andrew Arato coinciden con Habermas, al entender a la sociedad civil desligada del Estado. Aunque no debemos dejar pasar que los primeros, a diferencia de Habermas, si retoman en cierto sentido al Estado cuando proponen su visión operativa de la sociedad civil, citada al principio de este trabajo. Las diferencias son pocas, ya que Habermas con su propuesta de una sociedad civil formada por asociaciones y que por medio de los procesos comunicativos pone en la opinión pública los intereses sociales y de esta forma reproduce el modo de vida; constituye un concepto utilizado por Jean L. Cohen y Andrew Arato, aunque bajo su 8 Ibid.., p Ibid.., p Op. cit., Jean L. Cohen, Andrew Arato. p

5 versión aderezada por la idea de Luhman cuando el propósito de estos autores es mostrar la modernidad de la sociedad civil, entendida en términos de un mundo de la vida capaz de racionalización. 11 Por tales motivos la asociación de ideas es un fenómeno presente en Jean L. Cohen y Andrew Arato, regido claro por su prioridad por replantear los debates y reconstruir la categoría de la sociedad civil. Con base en ambos ejemplos considero que muy a pesar de su metodología en la construcción de categorías, su conceptualización y ante todo su preocupación por la creación de una categoría de la sociedad civil evidencia las capacidades e imaginaciones que propician su comprensión y su intención de agregar y desagregar matices inspirados en los replanteamientos existentes. La importancia que representa la creación y replanteamiento del concepto o de la categoría de la sociedad civil, en el sentido de la pertinencia y exactitud. aspecto se preocupante y su ambigüedad, es decir, si bien su importancia se muestra al facilitarnos la comprensión del concepto como tal, existe como contrapeso la finalidad de combatir la poca precisión que se ha observado al tratar de adaptar dicha categoría durante diferentes tiempos de nuestra historia. Lo cierto es que las posturas de los autores citados son prueba de que el concepto de la sociedad civil ha sido presentado bajo el proceso de aceptar y desechar viejas concepciones. Aunado a ésto, hacen evidente la necesidad de adaptar la concepción de sociedad civil a las pretensiones analítico conceptuales, Por lo tanto no me parece que sus concepciones sean ambiguas, sino que pertenecen a un contexto distinto. En conclusión, considero que las reconstrucciones de los conceptos significan ya una contribución a la teoría social. La comprensión y la categorización son sin duda un ejercicio para conocer las ventajas y limitaciones que representa la construcción conceptual del mundo público. La teoría social, resulta indudablemente beneficiada al propiciarse este tipo de debates entre diferentes propuestas de conceptualización., es decir, entre la confrontación y critica de los autores que al pasar de los años han concebido su conciencia con base en los posibles significados y con las posibles características teóricas que le competen a la concepción de lo social. Sin tratar de sobrevalorar las contribuciones que sobre los conceptos se hacen e hicieron y así mismo contribuyeron, me resulta importante considerar el rol de las ideas 11 Op. cit., p

6 que han surgido como producto de una sociedad pensante de analíticos que bien o mal, representan actualmente las posibles huellas de interpretación frente a un intento por hacer de nuestra construcción, un escenario de pugna, de debate, restablecimiento y recuperación de una categoría que nos permita reconocernos. Aportar conocimiento y llegar a una comprensión de lo público es una forma de enriquecer a las concepciones que son propias de la teoría social, entendida esta como la base de la que surgen los principales supuestos que nos permiten comprender lo social.. 6