LA SECRETARÍA ACADÉMICA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO

Transcripción

1 LA SECRETARÍA ACADÉMICA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO A través de la Facultad de Psicología y la Licenciatura en Psicología Área Social convoca a todos los interesados en cursar el Diplomado con opción a Titulación: NOMBRE: Del campo a la palabra: sistematizando experiencias comunitarias FINALIDAD DEL DIPLOMADO: Actualización, capacitación, opción a titulación. HORAS TOTALES: 110 Horas (90 presenciales y 20 no presenciales) INICIO Y CONCLUSIÓN DE ACTIVIDADES: Inicio: Jueves 21 de Enero 2016 Conclusión: 19 de Marzo 2016 HORAS POR SESIÓN: Jueves y viernes: 3 Horas Sábados: 4 Horas NÚMERO DE SEMANAS: 9 semanas HORARIO DE LAS SESIONES: Jueves y viernes: Hrs Sábados: 9-13Hrs SEDE: Centro Universitario, Facultad de Psicología

2 DIRIGIDO A: Profesionistas, estudiantes y público en general interesados/as en la sistematización de experiencias de trabajo comunitario ya sea como servicio social, investigación, trabajo solidario, empleo, práctica profesional, entre otras. RESPONSABLE DEL DIPLOMADO: Mtra. Patricia Westendarp Palacios Lic. Marlen Alicia Cano Morales Lic. Alma Alicia Esquivel Rosas Lic. Ramsés Hernández Chávez. COSTO: Pago único: $7,500 (hasta el 16 de enero) Tres pagos $ 8,500 $2,835 (hasta el 16 de enero) $2,835 (hasta el 2 de febrero) $2,835 (hasta el 16 de febrero) INTRODUCCIÓN: El diplomado Del campo a la palabra: sistematizando experiencias comunitarias es un espacio que atiende a la necesidad de reflexión y sistematización de las diversas experiencias de trabajo comunitario que se han gestado en la región desde las instituciones educativas, de recreación, de seguridad, de salud; así como iniciativas de actores de la sociedad civil y grupos de trabajo no institucional en diversos espacios urbanos y rurales 1.1 Ello con la finalidad de aportar a la generación de herramientas para la construcción de proyectos que atiendan a las problemáticas sociales actuales y que construyan en conjunto con la comunidad 1 Como ejemplo de las iniciativas gubernamentales: DIF, programa de Desarrollo Integral Para la Familia, los recursos del PREP, Programa de Recuperación de Espacios Públicos y SUBSEMUN, Subsidio Municipal para la Seguridad, entre otros.

3 alternativas para la resolución. Así, se considera pertinente la creación de este espacio para recuperar y repensar los trabajos realizados en la región, considerando que un lugar propicio para tal labor es la Universidad. En tanto que esta casa de estudios asume la producción de conocimiento acorde con los problemas sociales que demanda nuestro contexto. Al respecto, la Universidad Autónoma de Querétaro en el Capítulo II, Artículo 6º de su Ley Orgánica, enumera cinco puntos en los cuales expone el objeto de su existencia. Los dos primeros puntos hacen referencia a la formación y al sentido de la investigación, donde apunta a su deber de procurar que la formación de profesionales corresponda a las necesidades sociales, afirmando la atención primordial a los problemas estatales, regionales y nacionales y en relación con las condiciones de desenvolvimiento científico e histórico. Los tres puntos siguientes sitúan la vinculación con la sociedad en el lugar protagónico de la universidad: el tercer punto Preservar y difundir la cultura, el punto cuatro Prestar servicios a la comunidad de acuerdo a sus posibilidades y por último Actuar como agente de cambio y promotor social a través de sus tareas sustantivas. En este sentido, recordar el objeto de una institución es fundamental para romper con la inercia del olvido, donde pareciera que el objetivo de las instituciones es mantenerse a sí mismas, generando la ficción de ser un elemento aislado de la diversidad de necesidades y demandas de la sociedad que le dio sentido. No obstante, con la generación de programas de servicio social diseñados y administrados por nuestra casa de estudios se busca evitar el olvido de los compromisos de la misma en su relación con diversos grupos de la sociedad; así encontramos programas como: Verano Intensivo, Sí podemos, Caravanas de arte y cultura, entre otros. Asimismo, la experiencia del servicio social en general, como de las prácticas profesionales, constituyen un eje de experiencias formativas susceptibles de ser trabajadas desde una perspectiva disciplinaria desde la cual replantearse los problemas y soluciones generados en el trabajo con comunidades urbanas y rurales.

4 Si bien las categorías del campo y la ciudad pasan por una revisión desde hace un par de décadas, 2 podemos encontrar que la oferta educativa se constituye no sólo por la universalidad del conocimiento científico sino por el conocimiento situado de las regiones y pobladores. Lo anterior, podemos observarlo con el crecimiento de la UAQ mediante sus campi: Jalpan, Amealco, San Juan Del Río, Cadereyta, Amazcala; donde la cotidianidad va mostrando la necesidad de generar diversas estrategias de convivencia entre la comunidad universitaria -docentes, estudiantes y administrativos-, como en su relación con el lugar donde la universidad mediante los campi aparece, procurando evitar ser una especie de factor fuera de contexto. Para el caso particular de la Facultad de Psicología encontramos vastas experiencias de trabajo comunitario en las cuatro áreas de especialidad 3, sin tener un contenido explícito en los planes de estudio -salvo el área Social-, sobre intervención o praxis comunitaria que posibilite la construcción, operación y sistematización de la práctica. Este esfuerzo de las distintas áreas por realizar un trabajo comunitario evidencia la importancia que hoy día tiene este campo de la psicología; sin embargo, los planes de estudio no cuentan con un espacio que permita problematizar el trabajo de campo, por lo que la mayoría de las veces los estudiantes realizan un trabajo más intuitivo que reflexivo y sistemático, convirtiéndose estos esfuerzos en angustia para las y los alumnos y desgaste para las diversas comunidades. Esta necesidad de reflexión y sistematización del trabajo de campo requiere de la problematización respecto de lo que llamamos intervención y a la diferenciación de esta categoría con otras como praxis y acción comunitaria. Dado que hay un uso indiscriminado de las tres categorías, donde incluso son usadas como sinónimos sin entender las distancias no sólo conceptuales sino también metodológicas. Comprender lo anterior, posibilita el entendimiento de las diferentes formas de acercamiento y diálogo con la comunidad, así como los posicionamientos ético-políticos que implica cada una. 2 2 García Canclini, Néstor. Introducción. Público- Privado, la ciudad se desdibuja. En Alteridades 6(11), 1996, pp Cabe mencionar que en la Facultad existen 261 programas de servicio social, 50 programas para área social, 47 para laboral, 72 en área educativa, 71 para área clínica y 25 generales. De los cuales 80 atienden a una cobertura institucional gubernamental, 118 son promovidos desde la UAQ, 24 por ONG s y desde otras instituciones educativas públicas.

5 A su vez, es igual de importante abrir la discusión sobre la comunidad dado que es un término polisémico, confuso y complejo 4 que se usa cotidiana e indiferenciadamente en el ámbito académico y en los distintos grupos y actores sociales que emprenden acciones en diversos escenarios que tienen como eje la comunidad sin clarificar a qué se hace referencia con el concepto. Discutir qué es la comunidad, lo comunitario y lo comunal es un ejercicio que se ha hecho poco y que es fundamental para entender nuestras prácticas, sus alcances y sus desatinos. De lo anterior, resulta necesario pensar a la comunidad como una categoría que no se agota meramente en lo espacial y salir también del lugar común de pensar la comunidad sólo en un ámbito rural. Esto es imprescindible para comprender otros espacios y tiempos en donde lo común se transforma y actualiza, por ello es que la referencia al aspecto dinámico es importante para su comprensión. Por el contrario, pensar la comunidad en su dinámica y su potencial implica reparar en los procesos de constante disolución, para entender luego los modos inéditos de su rearticulación en otros espacios (del campo a la ciudad), en otros tiempos (de la crisis del fordismo periférico a la del neoliberalismo), en otras imágenes (del pueblo a la junta de vecinos), luego de lo cual lo común es capaz de otras posibilidades a la vez que enfrenta otros conflictos. La comunidad no admite ser pensada como un hilo de continuidad en la historia de ciertas regiones latinoamericanas o como un sujeto persistente en el tiempo, sino a condición de ser descifrada como un conjunto de rasgos que muchas veces de forma intempestiva encarnan lo común. 5 En ese sentido, comunidad más que referir a una localización geográfica se entiende, en un sentido amplio, como las relaciones que se tejen entre las 4 Maritza Montero, Comunidad y sentido de comunidad en Introducción a la Psicología Comunitaria. Desarrollo, conceptos y procesos (México: Paidós/Tramas sociales, 2004) Colectivo Situaciones, Notas sobre la noción de comunidad en Raúl Zibechi, Dispersar el poder. Los movimientos como poderes antiestatales (Buenos Aires: Tinta Limón, 2006),

6 personas, así como las relaciones de las personas con el lugar construido no sólo físicamente sino también emocionalmente. 6 Esto permite reconocer la diversidad de comunidades que superan y desmitifican la idea de comunidad como sinónimo de rural permitiendo visibilizar otras formas, otros espacios, otros tiempos de construir lo común. Así, ante la problemática ya mencionada resulta imperativo que el diplomado Del campo a la palabra: sistematizando experiencias comunitarias sea un espacio donde se pueda interrogar la pertinencia de las investigaciones e intervenciones realizadas, es decir, si éstas resuelven o atienden las necesidades del contexto comunitario en su actualidad y dinamismo, o si sólo cumplen con las expectativas del investigador. A su vez, es imprescindible reflexionar en la pertinencia de lo que de esas investigaciones se hará como devolución concreta a las comunidades, o si es posible producir instrumentos de devolución susceptibles de inspirar una práctica social transformadora más allá de reportes escritos, artículos publicados, cifras estadísticas, etc., que resultan ajenas en lenguaje y realidad a las comunidades donde intervenimos. En particular, cuestionar y resolver el campo ético-político que toda acción, intervención y praxis comunitaria exige al científico social contemporáneo, implica pensar en el quehacer disciplinario, ya que investigación y acción se convierten en un compromiso: el de investigar resolviendo desde un compromiso moral del investigador. Por tanto, podríamos decir que una ciencia sin ética es una ciencia sin conciencia. 7 Asimismo, definir el campo ético-político posibilita comprender en general que la investigación y la acción no son dos momentos del quehacer científico, sino dos dimensiones del mismo acto científico, porque no se puede aislar la ciencia social de la práctica social, ni la investigación del compromiso. La práctica nos compromete, lo que nos mueve a la acción es la dimensión ética y desde dónde lo hacemos y cómo nos relacionamos en los entornos comunitarios 6 Maritza Montero, Comunidad y sentido de comunidad en Introducción a la Psicol ogía Comunitaria. Desarrollo, conceptos y procesos (México: Paidós/Tramas sociales, 2004) Andrés Aubry (2011). Otro modo de hacer ciencia. Miseria y rebeldía desde las ciencias sociales en B. Baronner, M. Mora y R. Stahler- Sholk (coord.) Luchas muy otras. Zapatismo y autonomía en las comunidades indígenas de Chiapas. (México: UAM/ CIESAS/ Universidad Autónoma de Chiapas, 2011)

7 presupone desde su inicio una relación política. De esta manera, se pretende enfatizar que en el terreno ético-político los valores tienen la misma importancia que la conceptualización, teniendo en cuenta que la ley de la realidad no es la mecánica sino el dinamismo, con sus rupturas y desequilibrios, sus interacciones, sus imprevistos, sus cambios, su creatividad, sus crisis, sus mutaciones y bifurcaciones. De lo anterior, se considera que dejar un registro sistemático de nuestras experiencias hace posible volver a pensar, analizar, considerar lo ya hecho para hacer de la experiencia una fuente de aprendizaje. No obstante, para realizar un ejercicio que contemple una reflexión sobre la teoría, el método y la dimensión ético- política desde la cual es realizado el trabajo comunitario, requiere de tiempo, del cual la más de las veces carecemos. Hoy día, el contexto económico, político y cultural presenta una realidad cambiante y en constante actualización, como también un escenario donde el tiempo transcurre cada vez con mayor rapidez. En este mismo sentido, las prácticas institucionales y comunitarias están sometidas a requisitos y tiempos que muchas veces no corresponden a las lógicas de la cotidianidad de las personas con las que trabajamos. Asimismo, quienes participan en estas experiencias, en la urgencia de entregar resultados y productos, dejan a un lado la reflexión e interpretación crítica de las prácticas. De ahí la importancia de contar con espacios de sistematización de las experiencias, donde puedan recuperase los trabajos reconstruyendo lo sucedido y reordenando los distintos elementos objetivos y subjetivos que intervinieron en el proceso para poder comprender las acciones. 8 Así, se busca pasar de una mera enunciación de actividades a una interpretación crítica que permita un aprendizaje para mejorar las propias prácticas, compartir experiencias con otras similares y poder contribuir al enriquecimiento de la teoría a partir de la producción de nuevos conocimientos. Finalmente, la sistematización de experiencias es una gran posibilidad para desarrollar y divulgar los saberes locales. De esta manera, podrán entenderse creativamente los proyectos que se realizan como producto del diálogo con otras experiencias, creando así 8 8 Oscar Jara, La sistematización de experiencias. Práctica y teoría para otros mundos posibles (San José, Costa Rica: Centro de Estudios y Publicaciones Alforja, 2012).

8 conocimientos más adecuados a la realidad y contextos en los que vivimos hoy en día. Origen del proyecto: Como es mencionado en la introducción del presente documento, el origen del proyecto surge por la inquietud de las y los organizadores de brindar un tiempo, espacio y herramientas para recuperar experiencias de intervención comunitaria. Ya que la más de las veces, precisamente por esa falta de tiempo, un sinnúmero trabajos con comunidades se pierden y junto con ello, la posibilidad de generar nuevos conocimientos a partir de la práctica. OBJETIVO GENERAL: Que el/la participante reflexione, analice y sistematice su trabajo comunitario para construir un posicionamiento ético- político y herramientas apropiadas que respondan a las exigencias y necesidades de las comunidades, a partir de los elementos teóricos y metodológicos ofrecidos por el diplomado. OBJETIVOS PARTICULARES Que el/la estudiante conozca elementos teóricos que le permitan comprender el trabajo en entornos comunitarios. Que el/la estudiante adquiera herramientas metodológicas para la sistematización de experiencias. Que el/la estudiante conozca la importancia de un posicionamiento ético político en el trabajo en comunidad así como en la sistematización de dicho trabajo.

9 CONTENIDOS: 1. La comunidad 1.1 Definiciones de comunidad 1.2 Problemáticas de la comunidad en el contexto contemporáneo 1.3 Conceptos clave: formas de participación, pertenencia, sentido de comunidad, territorio y otros. 2. Trabajo comunitario y posicionamiento ético- político. 2.1 Visibilizar la ética en el escenario político, económico y social actual 2.2 Compromiso del investigador y formas de relacionarse 2.3 Análisis de la implicación 2.4 Sentipensar el trabajo comunitario 3. Sistematización 3.1 Construcción del concepto de sistematización 3.2 Formas de registro de la información 3.3 Estrategias para el ordenamiento de la información 3.4 Análisis de la información 3.5 Presentación de resultados CRITERIOS DE EVALUACIÓN Entrega en tiempo y forma de los avances de sistematización. Participación en las exposiciones y grupos de discusión en clase, sobre los textos revisados en el diplomado. REQUISITOS DE PERMANENCIA 80% de asistencia

10 Pagos puntuales REQUISITOS ACADÉMICOS DE INGRESO Contar con un trabajo comunitario previo con grupos o colectivos en escenarios barriales, ejidales, sindicales, escolares, entre otros. REQUISITOS PARA LA OBTENCIÓN DEL DIPLOMA Haber asistido mínimo al 80% de las sesiones Entrega en tiempo y forma de los avances de sistematización. PARA LA OPCIÓN DE TITULACIÓN Ser pasante de la Facultad de Psicología Haber asistido mínimo al 80% de las sesiones Entrega de trabajo final con una extensión mínima de 40 cuartillas con visto bueno del asesor/a asignado/a. NOTA: Los/as estudiantes interesados/as en este diplomado como opción a titulación, seguirán las indicaciones y criterios de la secretaría académica de su Facultad. INFORMES E INSCRIPCIONES: Mtra. Patricia Westendarp Palacios Tel ext Correo electrónico: campoalapalabra@yahoo.com.mx Redes Sociales: Nota: El trámite de la impresión de recibo se realiza en la Secretaría de Finanzas ext DADA A CONOCER EL 26 DE NOVIEMBRE DEL 2015 ATENTAMENTE EDUCO EN LA VERDAD Y EN EL HONOR

11 Dr. Irineo Torres Pacheco Secretario Académico