UNIDAD 1.LA LITERATURA COMO ARTE. Tema. Competencias lingüísticas y los movimientos literarios

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1 UNIDAD 1.LA LITERATURA COMO ARTE Tema. Competencias lingüísticas y los movimientos literarios

2 Competencias lingüísticas y los movimientos literarios Las competencias lingüísticas: manejo del lenguaje y presentación del discurso. El concepto de competencias lingüísticas ha sido explicado por diversos autores entre los que se destacan: Howard Gardner, Joel Moroyoqui y Chomsky, y, se refiere a la capacidad que tiene el ser humano para aprender a comunicarse con sus semejantes a través de la palabra oral o escrita, es decir, las competencias lingüísticas son aquellas aptitudes que nos permiten crear, diferenciar, interpretar y transmitir distintos tipos de mensajes a las demás personas con las que interactuamos en el ambiente social. Jürgen Habermas, en su libro Teoría de la Acción Comunicativa publicado en el año 2002, plantea que los seres humanos pasan la mayor parte del tiempo comunicándose y que en los distintos contextos en los que se mueven van desarrollando competencias comunicativas. En este sentido, Habermas, distingue entre dos espacios: El mundo de la vida y la estructura social. En el mundo de la vida, lo único a lo que aspiramos es darnos a entender, mientras que en la estructura social aspiramos a dar validez y formalidad a nuestros mensajes, por lo que trasladando este enfoque a la literatura se puede plantear que en las obras literarias no sólo se recobran aquellas expresiones que nos resultan naturales, también hay que apegarse a ciertas normas gramaticales y de sintaxis, pues hablar no es lo mismo que escribir, ya que no disponemos de ciertos recursos como los gestos, las señas o las tonalidades de voz que nos ayudan a darnos a entender o a evitar confusiones, por ejemplo, cuando escribimos Qué bello día!, tenemos que aclarar si es una expresión de entusiasmo o de sarcasmo, pues los gestos, las señas o las tonalidades de voz no están implícitas de ninguna manera en los textos literarios. Así pues, con base en lo anterior, según Navarro (2010), se pueden enlistar las siguientes competencias lingüísticas: Los conocimientos que se tienen acerca de la lengua para construir oraciones coherentes, pensemos por ejemplo que queremos expresar que necesitamos estudiar con un amigo, para aprobar, si dijéramos Para el examen a estudiar voy yo en casa de tu nadie nos entendería, por lo que lo más correcto sería decir Voy a estudiar en tu casa para el examen, en este sentido resulta importante distinguir las partes de la oración para poder dar coherencia a nuestros escritos, en nuestro ejemplo, el sujeto de la oración soy Yo, el predicado es voy a estudiar y el resto de la oración serian complementos indirectos.

3 Las competencias paralingüísticas, que son aquellos recursos que trascienden a las palabras y de los que nos valemos para darnos a entender, entre los cuales se pueden mencionar los gestos, los tonos de voz o las señas, pensemos por ejemplo que deseamos un objeto en particular de una repisa, que decimos Quiero eso y para que no haya confusiones señalamos dicho objeto. Las competencias culturales que son aquellos conocimientos y creencias que tiene una persona sobre el mundo, pensemos por ejemplo que deseamos leer una novela de caballería pero no entendemos nada, la solución sería ampliar nuestras competencias culturales y conocer el contexto en el que ha sido escrita para poder comprenderla mejor.. Ahora bien, aunado a lo anterior, es importante desarrollar competencias discursivas, es decir, distinguir entre los distintos tipos de texto, para poder interpretarlos y comprenderlos. Los discursos literarios se presentan en prosa o en verso: La prosa es la forma de presentación del discurso literario más sencilla, pues no tiene medidas y se vale de expresiones que nos resultan naturales siguiendo normas gramaticales muy estrictas. Los textos literarios que se presentan generalmente en prosa son los cuentos y las novelas, pues se busca que el lector pueda hacerse un retrato de lo que se está narrando, como se puede observar en el siguiente ejemplo. Los miserables (Fragmento) En 1815, M. Carlos-Francisco-Bienvenido Myriel era obispo de D. Era un anciano de cerca de setenta y cinco años, y ocupaba la sede en D. desde 1806 Aunque esta circunstancia no interesa en manera alguna al fondo de lo que vamos a referir, quizá no será inútil, aun cuando no sea mas que para ser exactos en todo, indicar aquí los rumores y las habladurías que habían circulado acerca de su persona, cuando llegó por primera vez a su diócesis. Víctor Hugo. Los miserables El verso a diferencia de la prosa es una forma de presentación del discurso compleja, pues busca que lo que se dice sea elegante e incluso musical, por lo que en ocasiones se cambia la estructura de las oraciones y se busca adecuar el uso de las palabras para que rimen. Los textos que se escriben en verso pueden ser poemas, leyendas e incluso guiones de teatro como el de La vida es sueño, lo cual depende del estilo del autor. Para mostrar las complejidades del verso presentamos el siguiente ejemplo y un breve análisis de su métrica, que es lo que le da musicalidad.

4 A la eternidad de un pensamiento (Fragmento) No sólo envidia al suelo, no envidiada sólo en tu altiva frente de una estrella, era oh, gallarda torre, cuan bella temida, y cuan temida respetada! Ya qué no allana el tiempo?, derribada, creces llanto a Sagunto; niega bella la hiedra, huésped que se abraza en ella, o ella se esconde en ella, de afrentada. No le prestó su fe su fortaleza. Mas qué homenaje deja el tiempo duro que en brazos de sus alas no dé al viento? No hay bronce que a su fuerza esté seguro Tú, triste, eternidad, valor, firmeza buscas, no a bronce o torre: a un pensamiento. Luis Carrillo Sotomayor. Poemas de Luis Carrillo Sotomayor El poema que se presenta tiene cuatro versos, dos de cuatro estrofas y dos de tres, la secuencia de rimas de los dos primeros es ada, ella, ella, ada ; estas rimas son consonantes, es decir suenan igual, mientras que en el caso de las otras dos estrofas la secuencia de rimas es eza, uro, ento y uro, eza, ento, respectivamente, por lo que hay una rima disonante, es decir, que suena parecido pero no igual uro, ento. Esta secuencia de sonidos permiten darle musicalidad al poema y para poder realizarla se ha tenido que cambiar el orden de los elementos de las oraciones que lo componen, por lo que se debe leer cuidadosamente para comprender que el poema en general busca dar a entender que la fuerza de las armas no puede calmar la desesperación de los hombres. Los movimientos literarios Los movimientos literarios pueden ser entendidos como las expresiones artísticas del lenguaje que caracterizan a una determinada época, y, los especialistas en el tema los han clasificado de la siguiente manera: La literatura antigua, que comprende las expresiones artísticas del lenguaje que surgieron en Europa y Asia desde los inicios de la humanidad hasta finales de la edad media en el siglo XV. Las obras más representativas de este periodo se dividen en dos grupos: El primer grupo lo conforman las obras más antiguas que fueron escritas por autores anónimos, como El Poema de Gilgamesh, los cinco libros de la biblia denominados Pentateuco en los que se sustentan las creencias de los judíos, el Mahabarata y el Ramayana, en los que se narran las primeras historias de la mitología hindú, y, el Poema del Mio Cid, que es uno de los primeros relatos de caballería.

5 El segundo grupo lo conforman obras de autores reconocidos, como El Arte de la Guerra de Sun Tzu, la Ilíada y la Odisea de Homero, El Decamerón de Giovanni Bocaccio y La Divina Comedia de Dante Alighieri. La mayoría de estos textos son historias con un amplio contenido filosófico y moral, en ellas se habla de héroes, dioses, semidioses, gigantes, peregrinaciones, batallas y grandes hazañas, que han llegado a formar parte del folklor y el imaginario de las primeras civilizaciones. La literatura moderna, que es la que surge entre los siglos XVI y XVIII, durante el renacimiento, algunas de las obras más representativas de esta época son: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra, La vida es Sueño de Pedro Calderón de la Barca y las Fábulas de Jean la Fontaine. La mayoría de estas obras hablan de personajes de la nobleza, principalmente española, y, tratan temas como la locura, las pasiones desmedidas entre los cortesanos y las luchas por el poder, no obstante, también hay obras de contenido moral en las que se habla de los ideales de justicia, libertad e igualdad. La época contemporánea de la literatura abarca desde fines del renacimiento hasta finales del siglo pasado, algunas de las obras más representativas de este periodo son Fausto de Goethe, Los miserables de Víctor Hugo, Narraciones extraordinarias de Edgar Allan Poe, La Metamorfosis de Franz Kafka y El Lobo estepario de Herman Hesse. En estas obras se puede apreciar que los personajes ya no son nobles caballeros, héroes mitológicos o aristócratas, más bien son personas comunes y corrientes de la clase trabajadora e inclusive ladrones o bohemios, por otro lado, los temas que se abordan en este periodo son sumamente diversos, pues van desde los amores prohibidos hasta las historias de redención, desde los escritos existenciales que son reflejo de los estragos producidos por la segunda guerra mundial hasta los que muestran una inquietud hacia el futuro, así mismo, los personajes son multidimensionales, es decir no hay alguien totalmente bueno ni totalmente malo, y, algunos de sus escenarios y dinámicas son rutinarios. Es de hacerse notar que aun en nuestros días persisten los temas que se trataron en el siglo pasado, no obstante, las obras actuales no se han hecho de renombre como las antes señaladas, salvo escasas excepciones como son las que han escrito Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez y José Saramago, por mencionar a algunos. Así pues, es importante desarrollar las competencias lingüísticas y obtener un mejor conocimiento de la cultura de las distintas sociedades y épocas para poder situar a las obras en sus contextos y así comprender mejor sus mensajes, de tal modo que su lectura sea amena y edificante, pues sólo así se dará una comunicación fructífera entre el, los lectores y autores.