Más allá de las fronteras de la gestión: La mirada educativa del Patrimonio Cultural.

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1 Más allá de las fronteras de la gestión: La mirada educativa del Patrimonio Cultural. SANJO FUENTES LUIS COORDINADOR DEL PROGRAMA DE EDUCACIÓN PATRIMONIAL CONSEJERIA DE EDUCACIÓN GOBIERNO DE CANARIAS 1

2 I. LA EDUCACIÓN COMO AGENTE EN LA GESTIÓN PATRIMONIAL: UNA PERSPECTIVA GENERAL. En la decimoséptima Conferencia General de la UNESCO celebrada en Paris en 1972 se aprobaba la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural y Natural, convirtiéndose así en el instrumento más eficaz para la conservación del patrimonio cultural y natural a escala internacional. En respuesta a las continuas amenazas que sufría el patrimonio a causa de la negligencia, la insensibilidad o la ocupación desmesurada del territorio, la Convención estableció el marco conceptual y normativo del patrimonio, a la vez que marcaba las estrategias para una mayor conservación y difusión del mismo. En concreto, en lo referido a los programas educativos, en el artículo 27.1 se recoge que Los Estados Parte en la presente Convención, por todos lo medios apropiados, y sobre todo mediante programas de educación y de información, harán todo lo posible por estimular en sus pueblos el respeto y aprecio del patrimonio cultural y natural. Desde entonces, la definición y naturaleza del patrimonio cultural se ha enriquecido y ampliado notablemente. Atrás quedan aquellas concepciones que ponían el acento en el patrimonio como el objeto aislado y mudo, ajeno a cualquier relación con la actividad humana en la que el sujeto quedaba ausente de cualquier atención o estudio. Afortunadamente, el patrimonio y sus diferentes manifestaciones se expresan en múltiples formas y es objeto de atención por un público cada vez más formado, crítico y exigente en la conservación de éste. En efecto, la atención que se le presta al patrimonio desde sectores sociales que hasta fechas recientes estaban al margen de su gestión va en aumento. La dificultad que supone para los gestores del patrimonio poner en valor las potencialidades de éste y hacerlo más cercano a la ciudadanía, hace que exista una mayor preocupación por dotar al patrimonio de instrumentos didácticos que lo hagan más compresible y cercano al público en general. Cada vez son más los organismos encargados de la gestión (museos, servicios de patrimonio histórico, etc.) que se dotan de personal especializado para atender las labores pedagógicas o educativas y, más allá de estas instituciones, aparecen también en el debate público nuevos actores que aportan una renovada mirada a la problemática de la gestión y difusión. En 2

3 este sentido, muchos son los proyectos de puesta en valor del patrimonio que dirigen su atención a la comunidad educativa, y la educación no permanece al margen de esta nueva realidad, considerando la labor educativa como una oportunidad valiosa en el conocimiento y comunicación del patrimonio. Organismos internacionales como la UNESCO desarrollan desde 1994 el Proyecto especial denominado Participación de los jóvenes en la preservación y el fomento del Patrimonio Mundial. Una iniciativa que tiene el propósito de alentar a aquellos que un día tomarán las decisiones relativas a la conservación del patrimonio y capacitarlos a tal efecto. Este Proyecto es coordinado por la Red del Plan de Escuelas Asociadas (redpea) de la UNESCO y el Centro del Patrimonio Mundial. En él los estudiantes aprenden a conocer los sitios del Patrimonio Mundial, se organizan seminarios para docentes, y se celebran los Foros Juveniles sobre el Patrimonio Mundial. Estos últimos se han desarrollado en Croacia (1996), China (1997) o Perú (2005) y son una oportunidad para intercambiar experiencias e ideas, además de ser catalizador para abordar el papel de la educación en las estrategias de conservación del patrimonio. A pesar de que tradicionalmente la enseñanza-aprendizaje del patrimonio cultural se ha vinculado con las asignaturas de Historia del Arte o con aquellas del ámbito de las ciencias sociales, y que muchas veces ese esfuerzo de los docentes queda reducido a una serie de actividades aisladas dentro de un proceso educativo global y no se ve respaldado en los currículos oficiales de la Educación Primaria o Secundaria, en el Estado Español comienzan a existir diferentes experiencias educativas que tratan de poner de relieve la necesaria relación entre la proyección social del patrimonio y el papel que desempeña la educación en todos sus niveles y formatos (educación formal o no formal). La experiencia educativa que desarrolla la profesora Teresa Álvarez (2006) trata de rescatar y acercar el patrimonio etnomusical de Asturias a los más jóvenes, en concreto a los niveles de primaria, en la que los niños y niñas se encuentran con las personas mayores, aprenden de ellas la construcción de algunos instrumentos musicales que están a punto de desaparecer y elaboran materiales curriculares en los que están presenten los tres medios diferentes para la expresión, producción y elaboración artística: la voz y el canto, los instrumentos, y el movimiento y la danza (Álvarez, 2006). 3

4 En la misma línea de prestar atención al patrimonio local frente al imparable proceso homogenizador que provoca la globalidad y resaltar el valor identitario que representa el patrimonio, se encuentran los trabajos desarrollados por los profesores Domínguez y Cuenca y Gabardón. Este último desarrolla una experiencia con estudiantes de secundaria en la que analiza el papel del patrimonio como resultado de los diferentes procesos históricos, y trata de impulsar en el alumnado una mirada más detenida de la ciudad en la que viven (Sevilla) y ver cómo determinados edificios históricos han resistido a la presión urbanística y demográfica. Para el trabajo en las aulas, se elaboran mapas conceptuales de determinados edificios relevantes existentes en la zona conocida como la Campana un espacio de la ciudad muy frecuentado por los estudiantes por ser un lugar de cita en las salidas nocturnas-, y contrastan la trama urbana actual con el plano de Olavide del siglo XVIII. A partir de este análisis los estudiantes conocen los distintos usos de determinados edificios del patrimonio local, la relación entre los diferentes inmuebles, o el papel jugado por éstos en relación con las distintas demandas de los ciudadanos a través del tiempo. Como resultado, a partir de estas experiencias didácticas los estudiantes conocen las relaciones cotidianas de los edificios históricos y los habitantes de Sevilla (Gabardón, 2005). Hoy en día nadie cuestiona las enormes posibilidades que representa para la difusión del patrimonio las nuevas tecnologías. En un mundo cada vez más interconectado, la comunicación que fluye a través de la red supone multiplicar en un periodo de tiempo más corto el efecto de cualquier campaña de sensibilización respecto al patrimonio, a la vez de la capacidad de llegar a un público más heterogéneo. Estas razones son las que han propiciado un notable aumento de aquellas iniciativas que buscan en este soporte la vía más apropiada para proyectar a la sociedad los trabajos de recuperación y puesta en valor del patrimonio (Hernández Hernández, 2004). Proyectos reconocidos internacionalmente como los trabajos de investigación del yacimiento de Atapuerca han aprovechado el recurso de las nuevas tecnologías, y en especial sus posibilidades de recreación virtual, para desarrollar todo un discurso pedagógico acerca del proceso de hominización ocurrido en Europa. Más allá de las tradicionales publicaciones en libros o revistas especializadas, el profesor Rafael Sospedra valora en sus trabajos 4

5 los contenidos que sobre Atapuerca aparecen en la Red, y cómo éstos pueden mejorar notablemente la dimensión educativa de este proyecto (Sospedra, 2006). Algunos colegas muestran más preocupación por intentar valorar los contenidos patrimoniales que aparecen en los libros de texto de las diferentes comunidades autónomas, analizando de manera pormenorizada los materiales curriculares publicados, y valorando la correcta adecuación de éstos a la práctica docente (González y Pagés, 2005; Colón Cañellas, 2006). En otros casos se trata de construir una teoría de la acción patrimonial que dé participación a la mirada educativa del patrimonio, que éste se introduzca en el proceso educativo como una enseñanza transversal desde los niveles de la educación primaria hasta la formación universitaria. Desde luego, esta nueva propuesta curricular referente al patrimonio lleva implícito la necesaria redefinición de los conceptos de éste, adaptarlos a la nueva realidad y, por supuesto, dar cobertura institucional a las propuestas innovadores que se diseñan en las aulas e incorporarlas a los nuevos contenidos currículares, aspecto éste que desgraciadamente todavía no ocurre. En relación a esto último, los trabajos llevados a cabo por los profesores Estepa Jiménez y Cuenca López (2006) en las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva, han puesto de manifiesto la falta de relación existente entre la comunidad educativa -ya sea en las etapas de primaria o secundaria- y las instituciones encargadas de gestionar el patrimonio. La encuesta realizada a 126 maestros y profesores y a 31 gestores de museos y centros de interpretación revela, por parte del profesorado, la falta de un criterio común respecto a la noción y naturaleza del concepto de patrimonio, así como existen serias dificultades para reconocer la variabilidad tipológica del mismo (patrimonio arqueológico, etnográfico, industrial, etc.). Erróneamente, muchos de los docentes encuestados consideran que la didáctica del patrimonio está suficientemente cubierta en los centros educativos con las visitas guiadas que se realizan a determinados yacimientos arqueológicos o museos de interés. Respecto a los gestores del patrimonio, la excesiva especialización provoca que éstos pongan el acento en las cuestiones relativas a las normativas de conservación o restauración, obviando muchas veces la riqueza potencial que supone una adecuada didáctica del patrimonio. Desgraciadamente, también en este colectivo se cree suficiente la labor 5

6 pedagógica desarrolladas por estos organismos, en los cuales en la mayoría de las ocasiones las labores didácticas no van más allá de exposiciones temáticas, charlas en colegios o la edición de monografías más o menos atractivas. II. Y EN CANARIAS?: FUNDAMENTOS PARA UNA EDUCACIÓN PATRIMONIAL. Sin duda alguna, uno de los grandes retos que afronta la acción patrimonial en el Archipiélago ante el nuevo milenio es acercar el legado patrimonial a la sociedad, que ésta lo asuma como suyo y que interactúe de manera racional y sostenible con él. Tradicionalmente, la gestión del patrimonio se había entendido como aquellas acciones que se limitaban exclusivamente al estudio, conservación y protección de los bienes patrimoniales, prestando poca atención a aquellas iniciativas que veían en el patrimonio un recurso y un valor social. Afortunadamente, en las últimas décadas hemos sido testigos del cambio experimentado por el concepto de patrimonio cultural. Tras superar la visión decimonónica que atribuía a éste un valor estético, una realidad atractiva que era foco de atención exclusivamente de especialistas en Historia del Arte, u objetos mudos cuyo principal motivo de conservación eran los defendidos por coleccionistas y anticuarios, hemos alcanzado una dimensión más dinámica y elástica acerca de su naturaleza y concepción. El fenómeno del patrimonio cultural y sus múltiples manifestaciones -materiales e inmateriales- no sólo se presenta ya como objetos estáticos o anónimos, sino que, al contrario, éste se encuentra en muchos rostros de la realidad cotidiana, en la arquitectura popular, en las artes plásticas, en la arqueología industrial, en las esculturas públicas de las ciudades, en las artes escénicas como elementos coreográficos o en la industria cultural como valor añadido. En el contexto de la globalidad, esta nueva dimensión del patrimonio vinculado a la industria cultural es la que mayor auge y desarrollo ha alcanzado en las últimas décadas. En efecto, la industria del turismo ha apostado por incorporar la oferta cultural como reclamo añadido que permita diversificar la oferta y competir así con los destinos turísticos de su entorno más próximo. Así, la creación de infraestructuras museísticas en determinados inmuebles con un alto valor patrimonial, la puesta en marcha de parques arqueológicos o centros de interpretación se convierten en escenarios apropiados en los que resaltar las singularidades - e identidades 6

7 propias - de un destino turístico frente a otro. En este sentido, el patrimonio y su proyección cultural se convierten en un recurso de primera mano para atender la demanda de aquellos clientes que buscan algo más que sol y playas y, como señalan Ballart y Tresserras (2007), el patrimonio pasa de ser un recurso a convertirse en un producto capaz de generar riqueza y empleo. Sin embargo, lo paradójico de la industria turística es que si bien es capaz de impulsar la recuperación y puesta en uso del patrimonio cultural, también es la responsable de provocar una serie de fenómenos que desencadenan cambios en las pautas socioculturales de las poblaciones locales y la transformación dramática del territorio en el que se desarrolla la actividad turística. A mi modo de ver, las llamadas sociedades turistizadas 1 -aquellas que han apostado decididamente por el turismo como motor exclusivo de su economíaexperimentan en su seno una doble problemática que incide de manera directa en la conservación y gestión del patrimonio. En efecto, el cambio de un modelo económico basado históricamente en el sector primario a otro más dinámico y agresivo como el turístico supone en muchas ocasiones la desvertebración sociocultural de aquellas poblaciones en las que se desarrolla la actividad turística. Por su propia naturaleza, las actividades agropecuarias guardan una relación estrecha con el territorio en el que se desarrollan, dejando una impronta en el paisaje en forma de patrimonio cultural. Actividades como la explotación agrícola han creado todo un repertorio de infraestructuras, técnicas y herramientas de trabajo relacionadas con la explotación de los recursos agrícolas. En este sentido, en Canarias existen numerosos testigos de este paisaje agrario que forman parte del rico y variado patrimonio etnográfico. Como consecuencia de ese salto vertiginoso a un nuevo modelo económico, muchas de esas infraestructuras se abandonan y caen en desuso, y con ella la pérdida de conocimientos acumulados como expresión del patrimonio oral. Esta pérdida se concreta en la ruptura de la correa de transmisión entre las personas mayores, creadoras 1 Canarias en general, y más concreto Lanzarote, Fuerteventura y el sur de Gran Canaria y Tenerife, son ejemplos claros de sociedades turistizadas en las que el desarrollo del turismo ha penetrado de lleno en todas las esferas de la sociedad, alterando el modo de explotación de los recursos naturales, generando ciertos conflictos entre lo local y lo foráneo, esteriotipando las identidades, mercantilizando la intimidad y las pautas culturales, o creando la llamada arquitectura del ocio. Para una mayor profundidad de esta dimensión antropológica del turismo, ver Paisajes del placer, paisajes de la crisis. Fundación César Manrique,

8 y depositarias de ese saber popular vinculado al patrimonio, y los más jóvenes, futuros herederos de esa herencia cultural. Paralelamente a este proceso de ruptura de la correa de transmisión intergeneracional, la economía turística demanda grandes bolsas de suelo en los que desarrollar su actividad y la oferta de ocio complementaria. La creación de complejos hoteleros, muelles deportivos, campos de golf o redes viarias supone en la mayoría de las ocasiones la agresión y pérdida de lugares con un alto valor patrimonial, ya sea porque estas infraestructuras turísticas proyectan su acción donde se localizan importantes yacimientos arqueológicos costeros (especialmente concheros o poblados estacionales), o porque ocupan lugares donde se encuentran bienes patrimoniales con un alto valor etnográfico como salinas, hornos de cal o ingeniería militar. La demanda constante de suelo para la actividad turística provoca que los Servicios de Patrimonio Histórico de las administraciones públicas lleven a cabo una labor a contrarreloj en la gestión diaria de éste, y muchas veces se vean desbordados para atender la enorme solicitud de informes arqueológicos, licencias urbanísticas, planes parciales o recalificaciones de los BIC, convirtiéndose por tanto la labor de estos servicios en una gestión casi exclusivamente de salvamento arqueológico o una gestión de arqueología de urgencia, desatendiéndose las parcelas de difusión o pedagogía patrimonial. En este sentido, las conclusiones de las V Jornadas de Patrimonio Histórico, La Arqueología canaria: Análisis de partida, celebradas en Lanzarote en el 2005, son reveladoras. En éstas se pone de manifiesto que en los organigramas de gestión de los Servicios de Patrimonio Histórico de los Cabildos las acciones y los recursos económicos y humanos destinados a tareas de educación patrimonial son muy limitados. Salvo los casos de el Cabildo de Gran Canaria, donde sí existe una línea de difusión muy consolidada y con dotación presupuestaria; el de Lanzarote, que cuenta con una persona para las labores didácticas pero sin subvenciones específica para este capítulo; o el de Tenerife, que lo realiza a través del Museo Arqueológico, el resto de los Cabildos desarrollan estas actividades de manera puntual, esporádica, y gracias a la buena predisposición del personal adscrito a estos Servicios para participar en charlas en los colegios, visitas guiadas a yacimientos arqueológicos, exposiciones, etc. No existen una 8

9 planificación para estas tareas y todos coinciden en que la falta de presupuesto, y muchas veces las cargas administrativas, limitan estas acciones. En este sentido, desde las diferentes administraciones (insulares y locales) se señalan que la gestión del patrimonio debe estar sustentada por una estrecha relación entre investigación/educación que propicie la proximidad del patrimonio al conjunto de la ciudadanía. Lo grave de esta realidad es que esta frenética ocupación del territorio condiciona la Cadena Genética de Gestión Patrimonial de los Servicios de Patrimonio Histórico, quienes se ven obligados a actuar siguiendo el esquema clásico de: A) protección y conservación de los bienes patrimoniales. Para el desarrollo de esta fase se lleva a cabo un trabajo previo de identificación de las evidencias patrimoniales. En el caso del patrimonio arqueológico supone la caracterización de los distintos tipos de yacimientos, su clasificación según sus patrones cronoculturales o tipología de los asentamientos. Esta labor requiere un ejercicio de documentación histórica -bien sea de laboratorio o de campo-, y una descripción lo más precisa posible de las evidencias localizadas. Una vez identificados los diferentes tipos de objetos (muebles o inmuebles) se lleva a cabo todo un proceso de protección y conservación 2. Para ello se desarrolla toda una serie de mecanismos y protocolos de actuación que se inicia con la realización de los inventarios patrimoniales (cartas arqueológicas, catálogos arquitectónicos municipales y cartas etnográficas), a los que se les trata de salvaguardar de la presión urbanística a través de las distintas figuras de protección que existen en la normativa vigente (conjunto histórico, zona arqueológica, monumento, etc.). Este proceso de conservación y protección lleva consigo, como es obvio, la aplicación de la normativa vigente en materia de patrimonio histórico a aquellas personas o instituciones que cometan acciones punibles o delictivas en relación a éste. Sin embargo, y ante la imperiosa necesidad de proteger el patrimonio de la presión urbanística, la aplicación al ciudadano de a pie de la normativa vigente sin una labor previa de pedagogía patrimonial o una campaña ciudadana en la que se sensibilice y se informe a los vecinos sobre el valor social del patrimonio, tiene resultados contradictorios y provoca muchas veces efectos negativos en las personas 2 Esta fase es lo que algunos autores llaman funciones internas (Ballart y Tresserras, 2007). 9

10 sancionadas. Provocando que éstas se encuentren muy reacias, molestas y no quieran saber nada de ese patrimonio conservado supuestamente para ellas. Generando todo ello un efecto mediático muy negativo en la ciudadanía respecto al patrimonio y todo lo que signifique su conservación y protección. Convirtiéndose para los propietarios la herencia cultural más que en un beneficio en una pesada carga. B) Una vez inventariado y catalogado los bienes patrimoniales se desarrolla una etapa de reproducción y difusión que trata de poner a disposición del público las evidencias patrimoniales. Ésta fase se concreta a veces en acciones puntuales como exposiciones temáticas, talleres o jornadas y seminarios. Todas ellas dirigidas a un público concreto y por un periodo de tiempo determinado que, tras la celebración del evento, pocas veces se lleva a cabo un estudio o análisis de la actividad que permita valorar las opiniones y sugerencias de los asistentes. Junto a estas acciones, se llevan a cabo otras iniciativas de carácter más estable dirigidas a un público más heterogéneo y que pretenden tener un mayor alcance y duración. Así, la edición de publicaciones monográficas, maletas didácticas, DVD o juegos patrimoniales están siendo una apuesta decidida por las administraciones públicas. Quizás, su debilidad como instrumentos oportunos en la proyección social del patrimonio, se deba a la falta de adaptación de éstos a los nuevos lenguajes manejados por sus potenciales usuarios, mayoritariamente los más jóvenes (García Macías, 2006). La era de la información y las nuevas tecnologías obliga a los gestores del patrimonio a una constante búsqueda y experimentación con nuevos discursos expositivos más atrevidos e innovadores, en la creencia de que esta incorporación producirá efectos duraderos y reales en las vidas de esos usuarios. En otras ocasiones se llevan a cabo actuaciones de mayor envergadura como la creación de parques arqueológicos o centros de interpretación. La puesta en marcha de este tipo de iniciativas de mayor alcance suelen tardar varios años hasta que definitivamente se vean materializadas, y muchas veces generan una serie de problemas derivados de una inadecuada planificación. En efecto, el expediente de creación y tramitación de un parque arqueológico o museo de sitio se inicia con: a) la compra de los terrenos afectados para la 10

11 ejecución de este museo, muchas veces obligando a la expropiación forzosa de sus actuales propietarios, lo cual provoca la visión negativa de éstos hacia esa obra que se quiere realizar, b) el vallado y protección de estos terrenos y las evidencias arqueológicas que en él se localizan, c) inicio de las obras, d) equipamiento museológico y planificación del discurso expositivo y, e) finalmente, inauguración y puesta en uso público. En este largo proceso, pocas veces existe una actividad didáctica paralela a la creación de ese museo que dé información a la población local de lo que se está haciendo, que dé a conocer las características de ese yacimiento arqueológico, su importancia y que explique el por qué y para qué de su conservación 3. Resulta paradójico que quienes supuestamente van a ser los futuros herederos y beneficiarios de esas infraestructuras públicas no sean informados y consultados de cómo quieren que sea ese futuro parque arqueológico, qué les gustaría que hubiera en él o qué ideas y soluciones creativas se les ocurrirían para que sea más efectiva la información que se va a destinar al público. Por el contrario, ocurre que tras el entusiasmo y la excitación lógica que supone la inauguración de una obra de tales características, la población local acaba mostrando una total apatía hacia ella, se aburre, no ve más que un montón de piedras que no entiende y, finalmente, acaba por mostrar un absoluto desinterés por todo aquello que se pretende hacerles llegar. La consecuencia inmediata es que nuestro entusiasmo científico, nuestro afán por mostrar que tan importante es el patrimonio -y con él el dinero público que se destina a esta labor- chocan de frente una vez más con la realidad de una sociedad poco informada y poco educada para entender nuestro seudolenguaje académico. Esta doble problemática tiene como resultado que la población más joven no conozca su patrimonio porque no disponen ya ni de los antiguos canales de información intergeneracional ahora fracturados ni de las herramientas formativas para su aprendizaje, y que la sociedad civil en su conjunto no 3 Existen experiencias interesantes en las que se pone de manifiesto que la labor de investigación arqueológica y la puesta en marcha de equipamientos museológicos no es incompatible con la visita y disfrute de la población local. Al contrario, esto genera en esas poblaciones un sentimiento de autoestima colectiva e identificación con las obras que se proyectan. Un caso destacable es la intervención en la Zona Arqueológica de Pintia (Valladolid), en las que acudieron durante los meses de verano de 2000 más de tres mil personas a visitar y participar activamente en la excavación (Ballart y Tresserras, 2007). 11

12 conozca su patrimonio porque no se lo hemos mostrado, no lo entienda porque no se lo hemos explicado correctamente y, finalmente, no encuentre relevante su conservación porque no lo hemos dotado de los valores para que le encuentre sentido en su experiencia diaria. El resultado será, como es lógico, una sociedad que no quiere al patrimonio como suyo. Entonces habremos perdido una oportunidad y a un aliado vital en esta lucha, la sociedad civil, y la batalla final por la conservación de ese patrimonio difícilmente podrá ganarse, más bien está pérdida de antemano (Fuentes Luis, 2004 y 2006b) (Gráfico 1). 12

13 . Si por el contrario, tratamos de corregir esta situación equilibrando La Cadena Genética de Gestión Patrimonial a través del desarrollo de una estrategia y 13

14 una pedagogía patrimonial, como así lo recoge la resolución número 5 del Consejo de Europa en 1998, y el artículo 27 de la Convención sobre el Patrimonio Mundial de La UNESCO, en la que se trate de educar y formar a la población en valores patrimoniales, que fomente a crear otra sensibilidad y otros hábitos respecto a éste, que dé a conocer a la ciudadanía ese patrimonio, que posibilite los mecanismos para que ésta lo disfrute, que lo incorpore a su experiencia de vida, que sea relevante, que lo reconozca como suyo, entonces, y sólo entonces, encontrará motivos suficientes para defenderlo y, por tanto, para conservarlo (gráfico 2). En este contexto, creemos que las posibilidades que puede aportar la Educación Patrimonial, entendida como la participación real y activa de los ciudadanos en el debate público respecto a la gestión, son enormes. La incorporación de los más jóvenes a ese discurso abre un mundo de propuestas y soluciones ingeniosas a viejos problemas heredados, precisamente, por la falta de horizontes más creativos e innovadores, tratando 14

15 siempre de facilitar un mayor conocimiento y valoración del patrimonio (Fuentes Luis, 2004, 2008). II.1. El Programa de Educación Patrimonial: Antecedentes. El Programa de Educación Patrimonial que desarrolla la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias trata precisamente de dotar al alumnado de los instrumentos formativos que les permitan conocer y valorar el patrimonio cultural de Canarias, a la vez que fomentar la participación activa, creativa y responsable en la conservación y gestión del éste. Desde los cursos académicos 2003/2004, 2004/2005, 2005/2006, 2006/2007 y 2007/2008 han participado más de 200 Centros de Enseñanza Secundaria de las Islas, en los que más de alumnos y alumnas han ido demostrando a lo largo de estos años el interés, la responsabilidad y la creatividad en la recuperación, documentación y difusión del Patrimonio Cultural de Canarias. Durante el curso académico 2003/2004 la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, a través de las Direcciones Generales de Promoción Educativa, Ordenación e Innovación Educativa y Formación Profesional y Escuelas de Adultos, llevó a cabo el desarrollo del programa de Educación Patrimonial en siete Centros de Enseñanza Secundaria, uno por cada isla. Dado los buenos resultados obtenidos, y considerando los valores didácticos del mismo, en el curso académico 2004/2005 las Direcciones Generales de Promoción Educativa y Ordenación e Innovación Educativa acordaron ampliar el número de Centros participantes hasta un total de veinte. En el curso 2005/2006 ambas Direcciones Generales acuerdan ampliar el número de Centros participantes hasta un total de cuarenta dado el interés y la demanda de los Centros de Enseñanza Secundaria en participar en este Programa. Para el curso 2006/2007 el número de Centros participantes se amplía hasta un total de cincuenta, en los que participan de forma directa más de alumnos y alumnas (Ver tabla 1) 4 que han realizado más de doscientas propuestas creativas para la recuperación y documentación del patrimonio cultural 5 4 Durante el curso 2007/2008 se ha hizo una convocatoria pública a la comunidad educativa y el número de Centros inscritos ha aumentó notablemente, alcanzado hasta un total de setenta y ocho, y participando de forma directa más de treinta mil alumnos y alumnas. 5 Para un mayor detalle del desarrollo del Programa y de los distintos proyectos realizados por los Centros, visitar la web 15

16 Tabla 1. Programa de Educación Patrimonial. Evolución educativa. II.2. Enseñanza integral y pedagogía creativa. Como se ha dicho más arriba, el fenómeno del patrimonio cultural y sus múltiples manifestaciones no sólo se presentan ya como objetos estáticos o anónimos, sino que, al contrario, éste ha ampliado su naturaleza y horizontes. Paralelamente a este proceso de revisión conceptual, se ha ido generando un interesante debate en torno a la conservación y gestión del patrimonio. Se han mejorado notablemente las técnicas de restauración y consolidación, especialmente las referidas al patrimonio mueble, se han incorporado nuevas disciplinas en los procesos de catalogación de los inventarios, y se han diseñado nuevos lenguajes expositivos para hacer llegar a la población en general los valores patrimoniales. Sin duda alguna, esta nueva dimensión del patrimonio viene dada no sólo por la saludable incorporación al discurso patrimonial de diferentes especialistas que enriquecen las labores de gestión, sino, también, por nuevos actores que generan y demandan nuevos referentes patrimoniales, nuevas miradas 16

17 cercanas a sus propias experiencias de vida y nuevas estrategias de comunicación que les faciliten la comprensión de los procesos sociales que contienen esos patrimonios. Considerando que el patrimonio no es nada si no se proyecta, si no se enraíza en las sociedades, siendo la comunicación y la formación el recurso más adecuado para que el mensaje repercuta en el público, un segmento importante de esa nueva realidad social demandante, de esos nuevos actores dinámicos, es la comunidad educativa. Por las propias características del colectivo docente, y por el efecto multiplicador que provoca cuantas acciones se dirijan a él no hay que perder de vista que la comunidad educativa es el mayor colectivo social organizado de Canarias-, La Educación Patrimonial se presenta como una herramienta oportuna en las nuevas estrategias de difusión del patrimonio. La vinculación emocional que supone poner en contacto al alumnado con sus referentes patrimoniales, acercarlos a los lugares donde éstos se hallan, interactuar con ellos, hacerlos cotidianos en sus experiencias diarias, y el valor simbólico que representan para muchos alumnos esos bienes patrimoniales, convierten al patrimonio cultural en un recurso didáctico de primera mano no sólo para extraer de ellos documentación de mucho interés para el desarrollo de los programas curriculares sino, además, un buen soporte para la transversalidad, favoreciendo la convergencia de distintas áreas de conocimiento y el carácter interdisciplinar en el desarrollo de los contenidos académicos. La elaboración de las Unidades Didácticas Patrimoniales (UDIPAS) en los Centros Educativos participantes en el programa de Educación Patrimonial se presenta como una estrategia excepcional para acercar el patrimonio a los estudiantes y favorecer la enseñanza integral. En efecto, las diferentes propuestas creativas que se realizan en los Centros, y las UDIPAS que acompañan a las mismas, permiten que, a modo de puzzle, cada área de conocimiento aporte una pieza más en el desarrollo y ejecución de dichas propuestas creativas. Así, de manera general, el departamento de Ciencias Sociales es el encargado de llevar a cabo el acopio de toda la documentación histórica necesaria para la buena marcha de la propuesta creativa; el departamento de lengua son los responsables de dar cuerpo definitivo a la redacción y estructura del texto que se presenta en las UDIPAS; y el 17

18 departamento de educación plástica y visual o tecnología son los que finalmente diseñan y ejecutan el soporte creativo en el que se presenta la propuesta de recuperación patrimonial (Gráfico, 3). El uso del patrimonio como herramienta educativa permite a los docentes explorar nuevas estrategias para desarrollar determinados contenidos curriculares que, en principio, pudieran parecer ajenos a la temática patrimonial y que en muchas ocasiones resultan ser tediosos o aburridos para los estudiantes. Algunas experiencias desarrolladas en los Centros participantes en el Programa han permitido al profesorado ver en el patrimonio un recurso innovador para desarrollar contenidos matemáticos, físicos o lingüísticos. En este sentido, en el IES Roques de Salmor (El Hierro) se desarrollaron los contenidos del área de lengua y literatura a través de la creación de la Web del futuro Centro de Interpretación del Julan. De tal manera que aspectos como la comprensión, la capacidad de síntesis o la inferencia oral encontraron en el patrimonio un recurso idóneo para cubrir los objetivos curriculares que establece la Comunidad Autonómica de Canarias para la Enseñanza Secundaria Obligatoria. El estudio y documentación del juego del Palo permitió al IES Los Realejos (Tenerife) desarrollar los contenidos matemáticos, tipos ángulos que se forman en el juego, medidas de 18

19 los palos, cálculos de la longitud de circunferencia que se describe en el juego, etc. El trabajo realizado por el IES Arucas sobre la importancia histórica del agua en Gran Canaria permitió al profesorado participante desarrollar los contenidos matemáticos a través de las medidas de las cantoneras, la toponimia vinculada a la cultura del agua posibilitó desarrollar el área de lengua, y los contenidos de física se abordaron a partir de la presión y la fuerza que ejerce el agua en las cantoneras. De este modo, la aplicación del patrimonio como herramienta educativa adquiere una doble dirección: el profesorado puede desarrollar contenidos curriculares a través del patrimonio como soporte educativo, y el alumnado, en el proceso de conocimiento de su patrimonio más inmediato, adquiere determinados contenidos curriculares. Utilizando lenguajes de la pedagogía moderna, y representados en diferentes recursos didácticos, el alumnado participante en este Programa documenta y recupera muchos bienes patrimoniales, mostrando al público en general las múltiples caras, usos y destinos de ese patrimonio cultural. El número y la variedad de los soportes en los que se realiza cada propuesta creativa es variado, y éstos dependen de las habilidades del alumnado, de los recursos técnicos y de la formación específica impartida en cada Centro Educativo. En este sentido, la creación de una agenda escolar por parte del alumnado del IES Isabel de España (Gran Canaria) ha sido un buen soporte para que a través de las artes plásticas y el diseño gráfico se nos permita conocer el rico patrimonio arquitectónico que posee Las Palmas de Gran Canaria. Estas mismas técnicas fueron aplicadas por el alumnado del CEO Juan XXIII (La Palma) en la elaboración de juegos y puzzles didácticos para impulsar un mayor conocimiento de una actividad que fue importante en el pasado y que hoy prácticamente está abandonada como es un antiguo taller de mosaicos en La Palma. El diseño artístico ha sido una herramienta útil para el IES Arucas en la realización de una campaña de marketing para la venta de un patrimonio natural como es la sal de las Salinas del Bufadero, un conjunto declarado Bien de Interés Cultural. La utilización del diseño web ha permitido que cualquier otro joven del mundo conozca, por ejemplo, los ataques piráticos a los que fueron sometidas las Islas Canarias durante los siglos XVI y XVII, y la necesidad de la población de 19

20 defenderse con torreones y fortalezas. Los alumnos y alumnas del IES Lomo Apolinario (Gran Canaria) han encontrado en esta herramienta creativa una plataforma virtual para dar a conocer el importante patrimonio vinculado a la piratería y las fortificaciones en Canarias. El diseño web ha permitido también difundir hechos dolorosos y traumáticos como fueron los asesinatos cometidos en la Sima de Jinámar y la Marfea durante la Guerra Civil Española. Esta propuesta realizada por los alumnos y alumnas del IES Jinamar (Gran Canaria) pretende recuperar la memoria histórica y proteger estos espacios naturales del olvido social y de las agresiones medioambientales. Por su parte, el arte de la animación, y en general la ilustración, ha permitido a los estudiantes de la Escuela de Arte Gran Canaria divulgar a través de un corto de animación los hechos históricos ocurridos durante la embestida de las tropas del almirante Van der Does (1599) a la ciudad de Las Palmas. De este modo, se crearon personajes idealizados necesarios para contar una de piratas (héroes, malos, villanos, etc.), poniendo énfasis en la gestualidad corporal, ilustrando los lugares donde ocurrieron las batallas, los navíos, el armamento, etc. La utilización de las prendas de vestir, y en general la moda, para dar a conocer los grabados rupestres de las Islas se presenta como una herramienta muy original y práctica para difundir este importante patrimonio arqueológico. Este ha sido el lenguaje utilizado por los estudiantes de la Escuela de Arte Gran Canaria para difundir los grabados aborígenes de Lanzarote. Para ello se diseñaron diferentes prendas de vestir (camisetas, pantalones, chaquetas, etc.) y se hicieron las reproducciones y estampaciones en las prendas de los grabados aborígenes de Fémes. La maqueta es quizás el soporte que mayor eco ha encontrado en el alumnado a la hora de elaborar sus propuestas de documentación patrimonial. La reproducción física a escala de algo real o ficticio no deja de sorprendernos, además de ser una herramienta pedagógica eficaz para fijar contenidos sobre inmuebles con un alto valor etnográfico. El IES San Sebastián (La Gomera) ha encontrado en este soporte la mejor herramienta para dar a conocer su propuesta de recuperación de una antigua factoría de pescado del siglo XIX (La Cantera) y convertirla en un espacio para la 20

21 recuperación e interpretación del patrimonio histórico-etnográfico de la cultura del mar. Del mismo modo, los alumnos y alumnas de la Escuela de Arte Gran Canaria han encontrado en la maqueta el instrumento idóneo para dar a conocer el futuro Ecomuseo de Acusa que proyecta el Cabildo de Gran Canaria. También los estudiantes del Ciclo Formativo de Modelismo y Maquetismo de la Escuela de Arte Pancho Lasso han llevado un importante trabajo de documentación del patrimonio arquitectónico y de ingeniería popular que esperan dar a conocer a través de la recuperación de la Casa de Isabel Luzardo (s. XIX) para convertirla en un Centro de Difusión Patrimonial que contenga el museo del patrimonio arquitectónico, arqueológico y de ingeniería popular de Lanzarote en miniatura (Fuentes Luis, 2007). Hay que señalar que algunas de las propuestas creativas desarrolladas por los Centros Educativos han sido ejecutadas o se encuentran en vías de ejecución por las administraciones competentes (Cabildos y Ayuntamientos). Entre éstas sirva citar la restauración por parte del Cabildo de La Palma de la Torre de Santo Domingo (Santa Cruz de La Palma) del siglo XVIII propuesta por los estudiantes del IES Alonso Pérez Díaz; la futura señalización del yacimiento Arqueológico de Vallehermoso (diseños de paneles expositivos, cartelería y señalética) realizada por los estudiantes del IES Poeta García Cabrera (La Gomera); o la recuperación e instalación por parte de los estudiantes de Tecnología del IES Granadilla de Abona del reloj de sol siglo XVII que desapareció hace una treintena de años del exterior de la iglesia de Vilaflor (Tenerife), 21

22 III. LA EDUCACIÓN PATRIMONIAL: LOGROS Y PERSPECTIVAS. EXPERIENCIAS CONCRETAS. La experiencia desarrollada a través del programa de Educación Patrimonial pone de manifiesto el grado de entusiasmo y compromiso que pueden alcanzar los más jóvenes en la mejora del patrimonio cultural, haciéndose eco de las demandas sociales y tratando de establecer puentes de diálogo entre lo producido en el pasado y los nuevos usos del presente. Desde esta perspectiva, queremos mostrar de forma más detallada las múltiples posibilidades que representa la educación patrimonial en el marco de la gestión integral. En este artículo nos detendremos en mostrar dos aspectos -de los muchos posibles- de la mirada educativa del patrimonio y su incidencia positiva en la acción patrimonial, tratando de superar así las estrechas fronteras de la gestión clásica del patrimonio y facilitando una nueva sinergia entre la comunidad educativa y los expertos en la gestión patrimonial. En concreto, se prestará atención a la realización por parte del alumnado de propuestas razonables y atrevidas que suponen un impulso al desarrollo local en el contexto de las llamadas industrias culturales y, por otra parte, al valor del patrimonio como recurso educativo, favoreciendo el desarrollo de estrategias creativas para una enseñanza integral en las aulas. III.1. La educación patrimonial como impulso al desarrollo local: Experiencias concretas. III.1.1. Rehabilitación de la torre de la Iglesia de Santo Domingo (s XVIII). Santa Cruz de La Palma. El IES Alonso Pérez Díaz se encuentra ubicado en lo fue las antiguas dependencias del convento dominico de San Miguel de las Victorias. Tras la desamortización de Mendizábal en 1835, el edificio ha tenido varios usos, entre ellos el de ser cuartel de la Milicia Nacional en 1843, así que quedó en estado de abandono y en propiedad del Estado hasta la II República, cuando se destinó a centro de Segunda Enseñanza. En la Actualidad este conjunto del exconvento de Santo Domingo tiene tres propietarios: el templo que 22

23 depende del Opispado, el Instituto que pertenece a la Consejería de Educación, y la Torre que es propiedad del Cabildo de La Palma. Qué es la Torre?. La Torre es un edificio de sección cuadrada realizada en cantería y que alcanza una altura de 18mts con una puerta de acceso y unos vanos terminados en balcones que antes de la restauración faltaban. Remata el edificio una cornisa en madera y una cúpula poligonal con incrustaciones de azulejos sevillanos mal conservados. Por qué se eligió? y para qué la restauración? se preguntaban los estudiantes, porque siendo el patrimonio de Santa Cruz de La Palma tan amplio y, por otro lado, estando en proceso de restauración gran parte del mismo, se planteaban problemas a la hora de elegir cuál debería ser aquel punto de actuación que resultara más apropiado para desarrollar en el Centro Educativo. Desde este punto de vista, la torre de la Iglesia de Santo Domingo, que se comenzó a edificar en el año 1701, fue la elegida porque presentaba una característica que los demás no tenían: su proximidad al Centro, hecho éste que facilitaba mucho la labor, sobre todo al evitar largos desplazamientos en la Ciudad. Pero también planteaba un problema, el derivado de su titularidad, es decir, su propietario, que no era el Instituto, sino el Cabildo de La Palma. Así pues, puestos en contacto con su Presidente, se le comunicó la idea, que desde el primer momento acogió con entusiasmo y decidido a brindar todo su apoyo, comenzando así a trabajar en la materialización del proyecto (Daranas, 2006). Los estudiantes buscaron material fotográfico antiguo de la zona, obras de arte que dieran una idea de cómo era antiguamente, dibujos de la misma y bibliografía sobre el tema. A través de un óleo de Luis B. Pereyra de 1914 y de una acuarela de J.B. Fierro de 1885 se pudo observar el colorido de los elementos de madera que componían la torre. Para tomar sus medidas los estudiantes realizaron mediciones de la misma y para ello tuvieron que repasar conceptos de trigonometría. Técnicos del Cabildo facilitaron el acceso a su interior para conocerla por dentro y conocer las características de la cantería y el artesanado de la madera. 23

24 En cuanto al exterior, a la Torre le faltaban dos de sus cuatro balcones lignarios que originariamente llevaba (el que mira al sur y el inferior de la cara este), y uno de los que mantenía conservaba en mal estado su madera. Especialmente este deterioro se hacía más visible en los valiosos azulejos holandeses que decoran dicha Torre. Por tanto, era evidente que su restauración se hacía necesaria. Pero para qué, qué finalidad, aparte de la recuperación de un bien patrimonial, era la respuesta que faltaba por determinar y sobre la cual los estudiantes ponían mucho énfasis. Considerando que la Torre objeto del proyecto se encuentra junto a un Instituto de Enseñanza Secundaria, junto a una plaza pública, al lado de una Escuela Municipal de Teatro, y próxima a un bar donde se llevan a cabo representaciones de cuenta-cuentos, la propuesta creativa consistió en rehabilitar, restaurar y recuperar la Torre como espacio urbano integrado en las actividades culturales de Santa Cruz de La Palma con una utilización a lo largo de todo el año mediante dos usos concretos: Lugar expositivo de trabajos y proyectos de los alumnos del Instituto, tanto manuales (maquetas, dibujos, pinturas ), como proyectos de diversa índole (europeos, patrimoniales ). Es decir, un escaparate de una parte de las actividades del Centro. Del mismo modo, podría ser utilizado también por los distintos organismos que lo soliciten con parecidos fines. En las tardes-noches de los meses estivales o vacacionales podría ser utilizado desde sus balcones que dan a la plaza como espacio cuentacuentos o, también, dada la proximidad a la Escuela Municipal de Teatro, ser aprovechado como espacio teatral escénico en el marco del atrio y la plaza de Santo Domingo. Todo ello supondría un incentivo cultural para la zona. Los estudiantes, guiados por los profesores, realizaron dibujos de plantas y alzados de la Torre, diseñaron propuestas de puertas, cuarterones, canes y balcones para reponer lo que no se encontrase en su sitio, pero también se hicieron propuestas de aquello que ya no existía y tendría que haber formado 24

25 parte de la Torre desde un principio. La propuesta de restauración de la Torre se concretó en la realización de una maqueta de la misma de unos 60x60 cms. Esta se complementó con la realización de dibujos y planos del proceso de trabajo desarrollado en el Centro Finalmente, la restauración de este emblemático inmueble de Santa Cruz de La Palma fue llevada a cabo por el Cabildo, quedando concluidas ésta el 30 de junio de 2005, justo para el comienzo de las Fiestas Lustrales (Daranas, 2008). III Puesta en valor del yacimiento arqueológico acceso al pescante de Vallehermoso (La Gomera). En junio de 2005 se produjo un importante hallazgo arqueológico en la Playa de Vallehermoso, concretamente un enterramiento aborigen, y durante el verano de ese mismo año, y con permiso de la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias, se realizó la excavación de dicho yacimiento por parte de la Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo de La Gomera, dirigida por el arqueólogo Juan Carlos Hernández Marrero, y que constituyó todo un éxito, tanto en los aspectos técnicos y específicos de la investigación arqueológica, como en lo referido a la difusión patrimonial. En este contexto, durante el curso , mientras se estudiaban las diferentes alternativas que se podían abordar desde el I.E.S. Poeta García Cabrera para participar en el Programa de Educación Patrimonial durante ese curso académico (restauración del pescante, intervención en el casco histórico o recuperación de los molinos de agua existentes en la zona), fueron los propios estudiantes del Taller de Fomento de Autonomía de Aprendizaje quienes sugirieron el recién descubierto yacimiento arqueológico como posible tema para profundizar en él, ya que al pasar una encuesta inicial sobre posibles asuntos de interés que abordar durante ese curso, el yacimiento de la playa fue el que más interés despertó entre el alumnado. La propuesta inicial planteaba la posibilidad de desarrollar un proyecto de educación patrimonial en el ámbito de este yacimiento de la Playa de Vallehermoso, extensible además a un proyecto más general de estudio de los valores patrimoniales de la Playa de Vallehermoso con edificios e instalaciones tan singulares como las del antiguo pescante. 25

26 El soporte de la propuesta creativa sería la elaboración de unos paneles interpretativos y de maquetas con vistas a un posible centro de interpretación en el Yacimiento. Sin embargo, durante el desarrollo de esta propuesta, surgió la posibilidad realmente atractiva de que este proyecto no se quedara en una interesante iniciativa, sino que fuera tangible y real. Todo ello fue debido a un compromiso por parte del Cabildo de La Gomera y del Ayuntamiento de Vallehermoso para que fuesen los propios alumnos y alumnas de Centro los que diseñasen el panel informativo que se iba a colocar en el Yacimiento. Esto otorgó a este proyecto una dimensión real que ha sido sin duda alguna el factor más motivante para el desarrollo del mismo. Finalmente, se optó por dedicar todos los esfuerzos en la elaboración de dicho panel y dejar para un posterior desarrollo otros aspectos etnográficos de la playa de Vallehermoso, ya que elementos tan singulares como el antiguo pescante, la agricultura de exportación tienen la suficiente entidad y complejidad en sí mismos como para dedicarles un estudio individual. Lo que se pretendía es la puesta en valor del yacimiento arqueológico mediante un panel informativo e interpretativo que iría embutido dentro del cerramiento que se va a realizar en el Yacimiento. Esta intervención iría dirigida a todo el público en general, puesto que el Yacimiento se encuentra en una zona muy visitada, tanto por vecinos de Vallehermoso como turistas, justo al lado de las instalaciones del Parque Marítimo de Vallehermoso y del acceso al antiguo pescante. La estrategia de trabajo desarrollada en el aula se basó en una metodología activa y encaminada a la educación integral del alumnado. En este sentido, en el primer trimestre del curso se llevó a cabo una intensa labor de documentación bibliográfica sobre el Yacimiento, recogida de información oral, recopilación de fotografías antiguas del lugar y charlas del personal técnico del Cabildo. En el segundo trimestre se prestó atención a la realización del panel que estaría ubicado en el Yacimiento. De este modo, se mantuvieron reuniones con el arqueólogo del Cabildo que asesoró en todo momento de los contenidos del panel, con el aparejador del ayuntamiento de Vallehermoso para conocer las características de la obra que se iban a ejecutar. Finalmente, se redactó los contenidos del panel, se seleccionaron las imágenes, se diseñó el cartel teniendo en cuenta los textos, los colores y 26