LA PSICOMOTRICIDAD Y EL NIÑO. ETAPA MATERNAL Y PREESCOLAR. Oscar Zapata EDUCACIÓN INFANTIL P

Transcripción

1 EDUCACIÓN INFANTIL P

2 La psicomotricidad y el juego son las herramientas de las que el niño/a se vale para conocer el mundo, dominar sus impulsos sin perder iniciativa ni espontaneidad, y para desarrollar relaciones satisfactorias con los demás. Entre los dos y seis años de edad, los rasgos distintivos de la personalidad infantil emergen rápidamente, y hacia los cinco años podemos detectar los que quedan perfectamente definidos. Los cinco primeros años tienen una importancia fundamental para el desarrollo afectivo posterior. Los conocimientos adquiridos posteriormente están, si no preformados en ella, ampliamente condicionados por las operaciones psíquicas de la primera fase de la vida. EL DESARROLLO FÍSICO Y MOTOR En primer lugar hay que aclarar algunos conceptos que surgen al hablar de desarrollo físico: - Maduración: desenvolvimiento de las características heredadas y que, por tanto, no son producto del ejercicio, el aprendizaje, la experiencia o la interacción con el medio ambiente. Estos distintos factores sólo pueden frenar o estimular reales procesos. - Crecimiento: aumento de tamaño, peso y volumen corporal. - Desarrollo: cambio más complejo de composición y aumento de la facilidad para realizar una función determinada; por ejemplo, el desarrollo neuromuscular, la adquisición de ciertas coordinaciones o destrezas, etc. El/la niño/a que evoluciona normalmente, crecimiento y desarrollo marchan coordinados y conforman un aspecto esencial de la personalidad. Ambos factores nos permiten inferir las capacidades, la conducta y la personalidad del niño/a en etapas diferentes. El desarrollo es continuo y gradual, pues las características humanas no aparecen repentinamente, aunque depende de la etapa de desarrollo en que se encuentre el individuo. El desarrollo tiende a ser constante: el desarrollo de un/a niño/a, sea lento o rápido, continuará siempre al mismo ritmo. Una mala nutrición se refleja en un deficiente funcionamiento adaptativo que repercute en el fracaso escolar, pues afecta en la capacidad de aprendizaje y el desarrollo psicológico del niño/a. Una vida familiar en las que existen conflictos emocionales, tensión y ansiedades provocan el entorpecimiento del desarrollo motor y físico del niño/a. La estatura del niño/a en la etapa preescolar proporciona para predecir la estatura que tendrá en su vida adulta. El crecimiento de la cabeza es lento, mediano el del tronco y rápido el de las extremidades inferiores. Los sistemas óseo y muscular se desarrollan paralelamente a estos cambios de las proporciones del cuerpo, el proceso de osificación provoca que los cartílagos del sistema óseo se sustituyan por huesos. En la primera infancia, se produce crecimiento rápido y maduración continua, con aumento especial de las funciones del sistema nervioso. En la segunda infancia y en P

3 la niñez, el crecimiento es relativamente lento, pero continuo. Aumenta la coordinación funcional al desarrollarse las habilidades y los procesos intelectuales. Las características del crecimiento y el desarrollo no pueden ubicarse dentro de un rango único y dentro de un mismo sexo, pues cada niño/a cumple con su propio modelo de maduración y desarrollo. Los primeros logros en la educación motriz son los movimientos de la cabeza, la fijación visual y la coordinación ojo mano, y muy posteriormente, los movimientos, el pararse y el caminar. Las extremidades superiores funcionan antes y más eficazmente que las inferiores. Desde el punto de vista del crecimiento físico, el doble de la estatura alcanzada por el niño/a a los dos años, será la que probablemente la que tendrá en su crecimiento total, si se realiza en condiciones ambientales adecuadas. Se produce un rápido crecimiento durante los dos o tres primeros años de edad; en la etapa de los tres a los once años el crecimiento es constante, uniforme y regular, y se acelera durante la adolescencia. Entre los tres y los cincos años, las estaturas promedio de niños y niñas son muy similares, aunque los niños suelen ser un poco más altos y ligeramente más pesados. A los tres años los niños miden, por término medio, entre 90 y 95 cm. y pesan de 13 a 15 Kg., las niñas miden entre 80 y 85 cm. de altura y pesan entre 12 y 13 kg. producto del crecimiento gradual, a los cinco años la altura promedio de los niños es de 100 a 109 cm. y su peso de 18 a 19,5 kg.; las medidas de las niñas son equivalentes, con una ligera diferencia a favor de los niños en peso y altura. P

4 Aumento promedio del peso y de estatura, desde el nacimiento hasta los cinco años. Por lo que toca al crecimiento corporal del niño/a preescolar, la forma de su cuerpo madura, se acelera el crecimiento de las extremidades inferiores, mientras que el del tronco es relativamente medio y el de la cabeza es lento. A los seis años, las formas y proporciones del cuerpo de los/as niños/as adquieren gran semejanza con respecto a las dimensiones que tendrán como adultos. Durante esta etapa se matizan las diferencias corporales entre las niñas y niños: estos son ligeramente más pesados que las niñas; los sistemas óseo, muscular y nervioso del niño maduran más rápido (cada vez más cartílagos del sistema óseo se sustituyen por huesos). Entre los dos y tres años, el niño/a por lo general tiene todos sus dientes de leche y, por tanto, está preparado para ingerir los mismos alimentos que los adultos. Hasta la edad de cuatro años, el crecimiento del sistema muscular es aproximadamente proporcional al crecimiento del cuerpo en su conjunto. Después, los músculos se desarrollan más rápido, de manera que casi el 75% del aumento de peso del niño/a durante el quinto año puede atribuirse al desarrollo muscular. Sin embargo, los músculos más grandes se desarrollan un poco más que los pequeños y delicados, lo cual explica, en parte, el hecho de que el niño/a de esa edad sea más hábil para realizar actividades que suponen movimientos grandes, que en la de las que requieren coordinaciones más delicadas. Los movimientos respiratorios en reposo se incrementan con el crecimiento. Esta frecuencia disminuye progresivamente desde la infancia hasta la pubertad, la cual equivale a la del adulto. Hasta la edad de cinco o siete años, la respiración es diafragmática. El desarrollo del corazón es rápido durante el primer año de vida, y su crecimiento es más lento desde los dos hasta los cinco años. De estos cambios fisiológicos se deriva un aumento en la resistencia del niño/a, lo que le permite participar en actividades más intensas. La doctora Hilda Knobloch plantea cinco formas para el análisis de la conducta infantil: 1. Motricidad gruesa: Incluye el control de la cabeza, tronco y extremidades. 2. Motricidad fina: Consecución del control de los movimientos delicados de los dedos. 3. Comportamiento del lenguaje: Comprende la producción de sonidos, palabras aisladas y combinadas, expresiones faciales y gestos, y comprensión de la comunicación. 4. Comportamiento personal y social: Depende de la cultura y del ambiente; también es expresión de la madurez neuromotriz. Incluye los hábitos de alimentación y sueño, las funciones vesicular e intestinal, la identificación de objetos y personas, la habilidad para trabajar y jugar con otros/as, para adaptarse a las regulaciones impuestas por la sociedad. 5. Conducta adaptativa: Incluye la manipulación y exploración de objetos, el uso de la capacidad motriz para resolver situaciones prácticas y la solución a problemas nuevos a partir de la experiencia anterior. P

5 Guía para valorar el progreso del desarrollo infantil por edades: 2 AÑOS 3 AÑOS 4 AÑOS 5 AÑOS MOTRICIDAD MOTRICIDAD FINA Corre bien sin caerse. Sube y baja escaleras solo. Da golpes con el pie a una pelota grande, si se le pide. Pasa de una en una las páginas de un libro. Alterna los pies al subir escaleras. Salta a pies juntillas el último escalón. Anda en triciclo y pedalea. Sostiene un lápiz entre los dedos. Al hacer cabriolas alterna los pies. Se para sobre un pie durante más de ocho segundos. Lanzamiento perfeccionado. Se mantiene alternativamente sobre un solo pie, con los ojos cerrados. CONDUCTA ADAPTATIVA LENGUAJE CONDUCTA PERSONAL Y SOCIAL Construye torres de 6 a 7 cubos. Alinea cubos para formar un número tres. Imita caricias verticales y circulares. Emplea pronombres. Enuncia frases de tres palabras. Realiza cuatro direcciones con la pelota: sobre la mesa, sobre la silla, a mamá, a mí. Verbaliza adecuadamente su necesidad de ir al baño. Se viste con prendas fáciles. Usa correctamente la cuchara para comer. Juega con gesticulación. Construye torres de 9 a 10 cubos. Imita un puente con tres cubos. Nombra a su propio dibujo. Copia un círculo e imita una cruz. Utiliza el plural. Indica la acción en un libro con ilustraciones. Indica su sexo y nombre concreto. Obedece a los mandatos preposicionales: arriba, abajo, adelante, al lado. Se lava y seca la cara y las manos; se cepilla los dientes. Distingue la parte anterior de la posterior en las prendas de vestir. Se anuda los cordones de los zapatos. Realiza mandados fuera de la casa. Construye dos escalones con cubos. Dibuja un hombre con cabeza, cuerpo, manos, etc. Copia un triángulo. Cuenta diez objetos correctamente. Conoce cuatro colores. Nombra las monedas de distintas denominaciones. Hace comentarios descriptivos al ver ilustraciones. Realiza cuatro mandados. Se viste y desviste sin ayuda. Pregunta el sentido de las palabras. Dibuja unas cuantas letras. Construye tres escalones con bloques. Dibuja un hombre con cuello, manos y traje. Suma y resta hasta cinco. Copia un trébol. En vocabulario logra el modelo de Stranford Biner. Se ata los cordones de los zapatos. Diferencia la mañana de la tarde. Distingue entre izquierda y derecha. Cuenta hasta treinta. P

6 El rendimiento motor varía con la motivación, la emoción y los apoyos físicos que el/la niño/a tenga en la casa y en la escuela; el movimiento provoca en el /la niño/a una satisfacción natural, y genera un desarrollo básico para conseguir satisfacción y seguridad emocional. Como Piaget investigó, el dinamismo motor y los correctos aprendizajes motrices están estrechamente ligados a la actividad mental infantil. EL DESARROLLO COGNOSCITIVO EN EL PREESCOLAR Según Piaget, la etapa que va desde los dos años hasta los seis se denomina preoperacional. El/la niño/a conoce a través de la interacción de sus estructuras mentales, que dependen de la etapa de desarrollo cognoscitivo en que se encuentra, con el medio ambiente físico que rodea al infante. Factores que afectan al desarrollo intelectual: - Maduración: a mayor edad, mayor desarrollo intelectual, mejor adaptado a la realidad. - Experiencia física: a mayor experiencia física con los objetos físicos del entorno, más desarrollo de un conocimiento apropiado de ellos. El conocimiento se realiza por medio de la manipulación y de la representación interna de su acción. - Interacción social: fuente de información, aprendizaje y desarrollo del pensamiento que se amplía gracias a la relación del niño/a con su familia, el juego y la escuela. La adaptación presupone el equilibrio entre la asimilación y la acomodación en la interrelación del sujeto con su medio ambiente. La acomodación está determinada por el objeto, mientras que la asimilación por el sujeto. El/la niño/a elabora de forma activa sus conocimientos internamente, mediante una constante interrelación con el medio que lo rodea. P

7 Durante los seis años de vida podemos distinguir tres etapas del desarrollo del pensamiento: 1. Pensamiento Sensoriomotriz: Desde el nacimiento hasta los dos años de edad. Desarrollo de los reflejos y acciones sensoriomotrices; coordinación fina de mano y ojo, el juego, la imitación, espacio, causalidad, objetivos y tiempo. 2. Pensamiento Preoperacional: 2.1. Comienzo del pensamiento representacional, surge entre los dos y cuatro años: desarrollo de la función simbólica Representaciones o intuiciones simples; surge entre los cuatro y cinco años y medio: representación que permite un pensamiento intuitivo, limitado a la percepción, preoperativo y no reversible Etapa de las representaciones o intuiciones articulares. Establece las bases para el período siguiente. 3. Operaciones Concretas: Comprende desde los cinco años y medio hasta los siete años. Egocéntrico, simbolismo privado, no permite generar una correcta comunicación (poco sociable), su deseo subordina el objetivo por lo que tiende a apegarse al placer; no es ni deductivo ni inductivo sino que opera de lo particular a lo particular. Irreversible, rígido y mecánico, incapaz de realizar una acción en los dos sentidos del recorrido, y de operar la acción inversa. Confunde fantasía con realidad lo que hace de su mundo difícil de entender por el adulto. Activo, con deseos de conocer e investigar el mundo que le rodea. Edad del coleccionista, del observador, del experimentador, del interrogador. No le interesan las cosas como le aparecen sino que las transforma y si no lo consigue (juguete complicado) lo destroza. No se cansa, no se aburre, en la repetición está la capacidad de aprehensión de la realidad que lo rodea. P

8 EL DESARROLLO COGNOSCITIVO, SOCIAL Y AFECTIVO Para George H. Mead los procesos de adquisición del lenguaje por la mente infantil son fundamentales para el desarrollo de la persona. La persona, a diferencia de su individualidad como cuerpo o de los demás objetos de su medio ambiente, es un objeto para sí, lo que indica conciencia de sí mismo; gramaticalmente, el término puede denotar al mismo tiempo sujeto y objeto. La comunicación proporciona una forma de conducta en la que el individuo puede convertirse en un objeto para sí. El tipo de comunicación que interesa para estos procesos es la interacción simbólica, comunicación que implica una doble vía: por un lado, se dirige hacia los demás y, por el otro, hacia el individuo mismo. Mead dice:...las varias personas elementales que constituyen la persona completa, o que están organizadas en ella, son los distintos aspectos de la estructura de esa persona completa que responden a los distintos aspectos de la estructura del proceso social como un todo; la estructura de la persona completa es, así, el reflejo del proceso social completo. La organización y unificación de un grupo social es idéntico a la organización y unificación de cada una de las personas que surgen dentro del proceso social en el que dicho grupo está ocupado o que está llevando a cabo. En las relaciones sociales, toda conducta surge a partir de la conducta de otros y, puesto que el pensar se desarrolla por medio de símbolos, los pensamientos siempre operan con símbolos que provocan en los demás sujetos la misma reacción que se produce en el sujeto pensante. Por medio de los juegos con sus compañeros/as imaginarios, los/as niños/as logran el conocimiento de una doble experiencia que les permite vivenciar las reacciones provocadas por sus acciones en otras personas, y también lo que les sucede a ellos/as. Mediante la situación ficticia del juego, los/as niños/as asimilan las reacciones sociales adultas. El juego de roles que les posibilita asimilar las relaciones sociales es el juego típico de la etapa preescolar; aunque para Piaget hay una imposibilidad de asumir roles en la etapa preescolar, debido a que los/as niños/as no pueden imaginar otra perspectiva que no sea la propia, y por ello no pueden asumir el punto de vista del otro. De todas formas, investigaciones ulteriores, confirman cierta acomodación eficaz a los puntos de vista ajenos, por lo que se puede decir que los/as niños/as en edad preescolar no desconocen totalmente los puntos de vista ajenos. El/la niño/a asume deliberadamente el papel del otro y comprende e internaliza una variada cantidad de roles. En el juego, la interconexión es de uno con uno. Por el contrario, en el deporte se involucra una cantidad mayor de sujetos intercambiables, y quien adopta un papel dado tiene que contar con la capacidad de adoptar cualquier otro. La organización del deporte conforma situaciones en las cuales la actitud de uno provoca la actitud de los otros. P

9 Mead señala dos etapas fundamentales en el pleno desarrollo de la persona: la persona individual se constituye por una organización de actividades particulares de los otros hacia él, y de las actitudes de los unos hacia los otros. Una persona tiene personalidad en cuanto pertenece a una comunidad e incorpora e internaliza las instrucciones de su entorno a su propia conducta. Incorpora el lenguaje como medio para conformar su personalidad y, posteriormente, adoptar los diferentes papeles que los demás proporcionan; entonces su conducta integra la actitud de los demás miembros de la comunidad. Mead y Piaget, visualizan el pensamiento de la etapa preescolar del niño/a como un razonamiento centrado en sí mismo y muy poco flexible; y al contexto social como un factor básico para el desarrollo del pensamiento reflexivo. El juego es la actividad esencial de ayuda a construir la inteligencia y a equilibrar la afectividad; es el medio fundamental de socialización y de asimilación de la realidad externa. P

10 EL DESARROLLO PSICOAFECTIVO El desarrollo psicosexual y el afectivo se producen en una serie de etapas, en las cuales la búsqueda del placer se enfoca de forma selectiva hacia una determinada parte del cuerpo. La concepción de Freud tiene por principio fundamental el que la sexualidad comienza al nacer y se desarrolla en periodos graduales y sin límites: 1ª ORAL: A. Nacimiento hasta la aparición de los dientes (0 a 6/8 meses): Domina la actividad de succión, sus esquemas de asimilación pasa por la boca, el/la niño/a conoce el mundo a través de chuparlo. B. Hasta el año o año y medio. Es la sadicoanal, el chupeteo es sustituido por el deseo de morder o masticar. Hay un doble juego: deseo amoroso y afectivo de acercarse y unirse a los demás y, por el otro, el deseo de destruir, el odio y pulsión de agresión. 2ª EXCRETORA: Una educación adecuada permite al niño/a encontrar sustitutos simbólicos adecuados a sus materias fecales (barro, arcilla, arena) y podrá adoptar rasgos de carácter que posteriormente serán de mucho provecho. En estos procesos de adaptación afectiva a la realidad, el/la niño/a descubre que, para recibir amor, tiene que dar, y renunciar a situaciones placenteras; todo el problema del amor adulto se plantea en esta realidad. 3ª FÁLICA: Tres y cuatro años de edad. Gira en torno a la zona genital y su manifestación más importante es el complejo de Edipo. La niña juega y realiza todas las funciones familiares que conoce. Los niños desarrollan todo tipo de juegos agresivos: juegan a la guerra, con soldados, pistolas o fusiles, indios... La niña imita las acciones de su madre y el niño las del padre o las que ha observado en hombres. Freud señala que el complejo de Edipo puede ser positivo cuando el niño desea a la mamá y tiene como rival al papá, mientras la niña lo vive a la inversa; en cambio es negativo cuando ocurre lo opuesto: que el niño desee al padre o la niña a la madre, lo cual es raro. El resultado del complejo de Edipo es la construcción del super yo y el inicio de la etapa de latencia. En todas estas etapas, el adulto desempeña un papel importante; es decisiva la manera en que responde a las exigencias afectivas del niño/a y reacciona a sus demandas. Con actitud tierna, paciencia en todo momento y si los regaños, castigos y premios han sido adecuados, las renuncias que el/la niño/a tuvo que aceptar le aportarán gratificaciones afectivas suficientes y valiosas. P

11 ESQUEMAS OPERATIVOS Y APRENDIZAJES Las estructuras motrices de la inteligencia, afectividad, etc... se construyen por la interacción entre la actividad del individuo y las reacciones del objeto. A cada estadio de esta construcción corresponde un conjunto de estructuras. La estructura tiene que ver con la necesidad de todo ser vivo de organizar sus funciones. La adaptación es el equilibrio entre la asimilación y la acomodación, en la interrelación del sujeto con el medio. Estos dos elementos son indisociables, pero las proporciones en que operan en determinadas situaciones favorecen a una y a otra. El aprendizaje en el/la niño/a no es un acto puramente receptivo, sino un proceso activo, en el que los tanteos y los ensayos se organizan y orientan por los esquemas de asimilación que el/la niño/a posee. Todo aprendizaje es actividad por parte del sujeto, a fin de movilizar las estructuras asimilatorias. Existen dos tipos de aprendizaje: uno que activa los aspectos figurativos de la conducta (imagen, percepción, representación y memoria), y que consiste en pura acomodación por parte del sujeto; y otro transformador, en el que el conocimiento aprendido no es mero registro ni copia, sino resultado de una organización en la que participa el sistema total de esquemas asimilativos de que dispone el sujeto. P

12 ENCUADRE PSICOPEDAGÓGICO La educación es responsable del desarrollo equilibrado de la personalidad y de que cada una de las personas se integre activa y creadoramente a la cultura y a la sociedad que la enmarca. Los educadores deben orientar y estimular a sus alumnos/as para el pleno desenvolvimiento de todas sus posibilidades, por medio de situaciones educativas valiosas y fecundas que permitan desarrollar y acrecentar el impulso y el sentido de autoformación. La psicomotricidad debe promover experiencias significativas de carácter primordial, pues las tareas del movimiento físico estimulan en los/as niños/as y comprometen a la personalidad de los/as mismos/as en su totalidad. La psicomotricidad tiene los mismos fines globales de la educación en general, motivo importante para integrarla con el resto de disciplinas. Toda acción corporal influye en la persona como totalidad, ya que la educación por medio del movimiento actúa sobre el cuerpo. La psicomotricidad estudia las relaciones que existen entre los movimientos físicos y las funciones mentales, así como el relevante papel del movimiento en la formación de la personalidad y la influencia que éste tiene en los diferentes tipos de aprendizaje, especialmente durante los primeros años de vida y el desarrollo de la infancia; también aborda terapéuticamente problemas o trastornos del aprendizaje, como dislexias, acalculias, disfasias, dispraxias y otras perturbaciones; al tiempo que desarrolla diferentes trabajos reeducativos con niños/as y adolescentes. Por medio del movimiento, la educación psicomotriz guía y favorece las diferentes etapas del desarrollo infantil, en los aspectos motores, intelectuales y afectivos, lo mismo que en la relación del niño/a con su medio social y físico; los contenidos de las actividades se adecuan a los intereses y necesidades infantiles. La psicomotricidad permite el tránsito de la causalidad mágica fenoménica a la causalidad física, la estructuración del objeto, y de los cuantificadores, la ejercitación de la función simbólica, el aprestamiento para el grafismo y la escritura, la actividad creadora, y otras muchas posibilidades. Todos estos logros se realizan por medio de las siguientes cualidades psicomotrices: motricidad general, estructuración del esquema corporal, percepción sensoriomotriz, construcción del espacio y el tiempo, afirmación de la lateralidad. Las actividades para desarrollar estas diferentes cualidades psicomotrices son: 1. Las formas jugadas. 2. Los juegos infantiles. 3. Las actividades rítmicas y expresivas. 4. Los haceres físicos o destrezas. P

13 1. Las formas jugadas. El propósito es desarrollar en el/la niño/a el placer por el movimiento, de acuerdo con sus posibilidades motrices. Realmente no son juegos en tanto no incorporan la estructura del juego, no existe división interna del trabajo y tampoco cuentan con reglas para cumplir. Wallon los denomina juegos funcionales y Piaget juegos ejercicios. Las formas jugadas son movimientos totales como correr, saltar, lanzar, gatear, caminar hacia atrás, rodar, trepar, arrastrar, recibir un objeto, etc., son acciones que el ser humano logra e incorpora de forma natural en su vida cotidiana, y que resultan necesarias para su existencia; posteriormente las transfiere al trabajo, el juego y el deporte, la danza y el arte. La forma didáctica ideal de trabajo es presentar problemas del movimiento adecuados al nivel de desarrollo psicomotor e intelectual del niño/a. El manejo adecuado de esta actividad genera en la clase un gran incentivo dentro de un ambiente de alegría, y el/la niño/a siente mucho placer al enfrentarse a estos problemas que se encuentran dentro de sus posibilidades de logro, a la vez que promueven el trabajo cooperativo y la integración social en el grupo clase. 2. Los juegos infantiles. El juego es medio de expresión, instrumento de conocimiento, de socialización, regulador y compensador de la afectividad, y efectivo colaborador en el desarrollo de las estructuras de pensamiento; en pocas palabras, es un medio esencial de organización, desarrollo y afirmación de la personalidad. Para Piaget, en la actividad lúdica se perciben tres etapas, que se corresponden directamente con las de la inteligencia y la afectividad. La primera etapa corresponde al juego ejercicio. El/la niño/a juega con sus manos, brazos, pies, boca y, posteriormente, con todo el cuerpo. El/la niño/a se conoce y experimenta con el mundo externo; tiene mucha importancia en el bebé, y decrece paulatinamente hasta los cinco años de edad. La segunda etapa consiste en el juego simbólico: a partir de los dos años descubre los juegos imaginativos, mágicos y simbólicos; hasta los cinco años. Finalmente, realiza sucesivas identificaciones con el mundo externo (juega a ser mamá, a trabajar como papá,..) y estructura un núcleo de identidades que apoyan su propia identidad. Entre los dos y seis años, el/la niño/a interpreta e intercambia los roles adultos. Durante esta evolución social, el/la niño/a se desliga paulatinamente de la imitación respecto al adulto, hasta reemplazarla por las reglas de los mismos, y pasar progresivamente de los juegos prerregulados y con una división del trabajo muy simple, a una etapa superior, que contiene una estructura lógica más compleja, dotada con su correspondiente sistema de reglas estructuradas. A través de las distintas actividades psicomotrices podemos apoyar el proceso de socialización, y generar en el grupo de niños/as la solidaridad y la integración. P

14 Cultivar el espíritu de cooperación grupal en los juegos es la mejor forma de socialización y de desarrollar una buena salud mental en nuestro alumnado. 3. Actividades rítmicas y expresivas. El fin consiste en desarrollar y acrecentar la sensibilidad general del niño/a mediante el ritmo, el canto, la música y la danza. El juego y el movimiento rítmico pueden educar la sensibilidad auditiva y la coordinación. Didácticamente, lo más difícil es dotar al niño/a de la noción de tiempo y ritmo. Por eso las actividades rítmicas deben incorporarse a todas las sesiones psicomotrices y enriquecerse progresivamente. También se puede iniciar el trabajo con ejercicios de sensibilidad auditiva, en los que el/la niño/a distinga entre ruido y sonido, entre sonido y silencio, y entre las diferentes cualidades del sonido. Al principio se trabaja con palmadas, golpes de la mano en el suelo y, en el propio cuerpo, por medio de las técnicas de ecos y creaciones rítmicas. Luego se pasa a la conducción de las sesiones psicomotrices con palmadas. Se continúa con la educación de la expresión corporal (libre búsqueda de movimientos y sus combinaciones), por medio de la imitación de animales, marchas, rondas, dramatizaciones, sonidos de la naturaleza. En un tercer nivel de complejidad, se presenta la educación del lenguaje musical por medio de canciones infantiles, control de la respiración, fraseo, entonación, cantos y rondas, dibujos y dramatizaciones, danza y juegos expresivos. 4. Haceres físicos o destrezas. Son ejercicios gimnásticos totales para dominar el cuerpo en el espacio, y coordinar una cierta complejidad. Estas destrezas parten de cuatro núcleos de movimientos básicos: rotar y rodar; apoyos; saltos; balanceos. Los/as niños/as poseen una gran elasticidad para resolver problemas de movimiento, y les agrada superarse y tratar de realizar destrezas cada vez más complejas y variadas. Destrezas: vuelta adelante, vuelta atrás, apoyo de cabeza o vertical de cabeza, puente, rueda de caro o vuelta lateral, suspensiones y balanceos en cuerdas o cañas, trepar por escalas, etc. Actividades acuáticas: Cuanto antes se inicien en la natación y los deportes acuáticos mayor será su capacidad motora, mayores sus estructuras psicomotrices y su capacidad de adecuación a este medio diferente. Vida en la naturaleza: Convivir en la naturaleza es un factor educativo esencial para alcanzar un desarrollo normal y equilibrado en la infancia. El contacto con la naturaleza se puede realizar mediante caminatas, excursiones, un día de campo, vacaciones organizadas en grupo. P