MESA 2. EN CLAVE ASOCIATIVA NUEVAS FORMAS DE VOLUNTARIADO

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1 MESA 2. EN CLAVE ASOCIATIVA NUEVAS FORMAS DE VOLUNTARIADO

2 MESA 2. EN CLAVE ASOCIATIVA DOSSIER NUEVAS FORMAS DE VOLUNTARIADO Indice 1. FUNDAMENTACIÓN 3 2. SÍNTESIS DE LAS MESAS DE DIÁLOGO ESTRUCTURADO 5 3. ORIENTACIONES 7 4. PISTAS PARA EL DEBATE 7 Nerea Díez Es técnica de voluntariado en Bolunta - Agencia para el voluntariado y la participación social de Bizkaia. Fue secretaria técnica de la Federación Bosko Taldea de Euskadi Santi Domínguez, Coordinador Nacional de Oratorios y Centros Juveniles 2

3 1. FUNDAMENTACIÓN IDEA DE PARTIDA: NUEVAS FORMAS DE VOLU NTARIADO El perfil de nuestro voluntario/a ha ido cambiando como se refleja en el estudio y análisis previo del XVI Congreso Estatal de Centros Juveniles: Con denominación de origen. Más Jóvenes de edad, menos duración, menos militancia, de la motivación y compromiso, más débil e inconstante, más actividad y menos proyecto. Es preciso que las personas voluntarias sean las primeras convencidas de la importancia de la acción social voluntaria, y sean las primeras en saber dar razón de lo que hacen, desde dónde, para quién y por qué lo hacen. Partimos de la realidad de que, en el contexto actual del voluntariado, hay ciertos elementos a los que nosotros damos una vital importancia, pero que cada vez cuesta más el mantenerlos. Nosotros seguimos apostando por un voluntariado concienciado, que supere otros estilos de voluntariado más lights sin ninguna incidencia en su vida personal o social.? La participación social y el voluntariado no son fenómenos nuevos. Desde siempre han existido movimientos que han intentado dar respuesta a necesidades propias y ajenas, públicas y privadas, y que se han caracterizado por dinamizar una ciudadanía activa y plural. El asociacionismo y el voluntariado son un fenómeno de enorme importancia en nuestra sociedad porque representan un instrumento adecuado para la participación social y porque además, la agrupación de personas que persiguen un fin común, su constitución en entidades organizadas y su funcionamiento y sistemas de relación constituyen un inmejorable indicador del grado de cohesión y dinamismo social. Así, el voluntariado ha experimentado en los últimos años un desarrollo constante tanto cuantitativo como cualitativo, siendo su repercusión social cada vez mayor. Ha sido especialmente durante la década de los noventa, cuando el voluntariado ha experimentado un crecimiento mayor, reflejado, no sólo en cuanto al número de organizaciones de voluntariado, sino en cuanto a la diversidad de ámbitos de intervención, y el número de personas que se han ido incorporando a estas entidades. Existe una gran variedad de organizaciones sociales de voluntariado que abarcan un gran número de ámbitos de intervención, con una extensa gama de objetivos, formas organizativas, planteamientos ideológicos, volumen de actividad y recursos, etc. Se puede afirmar, por tanto, que el movimiento voluntario, es un fenómeno arraigado, con un fuerte grado de desarrollo y que en las últimas décadas continúa en plena vigencia. Y cada vez más ha sido una puerta abierta a cualquier persona, siendo hoy en día un movimiento más normalizado y extendido que hace una década. Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a organizarse y contribuir, en función de sus intereses, capacidades y posibilidades, en las diferentes acciones que desarrolla el movimiento solidario. Son voluntarias, por tanto, aquellas personas que se comprometen a colaborar voluntaria y libremente con una determinada entidad, de forma estable, solidaria y desinteresada, en actividades de interés social, a través de su participación en diferentes programas desarrollados de forma organizada, tal y como queda recogido en la Ley del Voluntariado. Pero si algo ha caracterizado siempre al movimiento voluntario ha sido su condición de movimiento plural, vivo y en constante evolución. Con el paso del tiempo, además, ha ido adquiriendo mayor protagonismo social, siendo capaz de movilizar a un gran número de gente de su entorno. Por ello es un fenómeno amplio, heterogéneo y complejo. Si tradicionalmente nos encontrábamos con, por una parte, el voluntariado que podríamos llamar tradicional nacido habitualmente al amparo de organizaciones religiosas con objeto de intervenir con colectivos en riesgo o exclusión social y por la otra, aquellas organizaciones de voluntariado nacidas al amparo de reivindicaciones de carácter más político. En la actualidad, si bien estas dos formas tradicionales de participación siguen existiendo, hay que dar paso a una tercera vía que dé cabida a una nueva forma de participar menos exigente con los tiempos y compromisos de las personas, adaptada a las nuevas formas de vida y que da una mayor importancia al individuo frente al colectivo. 3

4 Fruto de esto es que en los últimos años las organizaciones de voluntariado se han encontrado de frente con una realidad que las está obligando a replantearse tendencias y comportamientos que venían desarrollando. Y es ahora cuando toca reconocer estas nuevas formas y acciones de voluntariado, y adaptarse a las mismas. Así, entre otros, nos encontramos con el fenómeno del plurivoluntariado, esto es, personas voluntarias que ofrecen su colaboración a varias entidades, pero dedicando un tiempo muy limitado a cada una de ellas, o en algunos casos, buscando una potencial salida laboral. El uso de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, tales como las redes sociales, el voluntariado a distancia, el cibervoluntariado, y el ciberactivismo están entrando con fuerza en el movimiento asociativo. O los movimientos surgidos en las comunidades locales para la defensa de su entorno inmediato, llamados Nimby (not in my back yard no en mi patio trasero), en los que un grupo de personas se organiza para enfrentarse a una situación que les afecta directamente (la instalación en su entorno inmediato de ciertas actividades o instalaciones que son percibidas como peligrosas, por ejemplo). A estos nuevos fenómenos a los que se tienen que enfrentar las organizaciones de voluntariado se une el desgaste de las personas voluntarias con más largo recorrido en la entidad, que ven cómo en los últimos años la tendencia es caminar hacia lo que podríamos llamar voluntariado por proyectos, que lejos de ir en contra del voluntariado más militante, ha dado entrada en el movimiento asociativo a personas que optan por un modelo más centrado en un programa, que en una organización. Es indudable la creciente preocupación con la que un número importante de entidades estamos viviendo las nuevas tendencias del voluntariado, los nuevos perfiles de los monitores y los rápidos cambios en los modelos de participación. La tendencia actual parece mostrar, por un lado, un voluntariado de compromiso más débil, con un grado menor de exigencia, una menor dedicación, con apuestas menos duraderas, menor identificación con las entidades y una menor asunción de responsabilidades. Como ha afirmado hace ya tiempo Luis Aranguren, se ha producido una importante evolución del modelo predominante de participación. Partíamos de un modelo de voluntariado basado en el compromiso social, la militancia, la identificación con las causas un modelo con una clara dimensión sociopolítica, y donde había una clara implicación de los voluntarios y monitores en la relación con las otras personas y con las funciones de la entidad. En la actualidad la participación está llegando hacia un modelo de colaboración social, mas basado en la propia realización personal y que es fruto de la ética de la responsabilidad particular de los ciudadanos. Esta responsabilidad se traduce según Natxo Arnáiz, de la Fundación EDE, en una participación parcial en un proyecto, con una dedicación e implicación mucho más puntuales y más centradas en las tareas concretas, siendo clave el atractivo de la actividad a realizar, por encima de los objetivos e ideales puros y duros. No se quiere en general, asumir el peso de gestionar un proyecto, sino encontrar una entidad (atractiva, grande y con prestigio a ser posible) en la cual poder canalizar su responsabilidad social. Son muchos, por tanto, los retos que estas nuevas formas de voluntariado plantean a las organizaciones, y a los que se pueden unir una aún más larga lista de desafíos, como son el trabajo en red, la formación del voluntariado, la incorporación y fidelización del voluntariado, los nuevos modelos de participación, etc. 4

5 2. SÍNTESIS DE LAS MESAS DE DIÁLOGO ESTRUCTURADO LOS TEMAS QUE MÁS PREOCUPAN: Cambio de modelo: ante una sociedad en crisis es necesario profundizar en una educación en valores basada en el compromiso, el esfuerzo y la generosidad. Ofrecer un acompañamiento a los jóvenes. Falta de un liderazgo claro. Con respecto al voluntariado se ve la persistencia de voluntarios de hace mucho, mayores ya de 30 años. En la actualmente a través por ejemplo de Bolsas de Voluntariado vemos diferentes formas de voluntariado, con diferentes compromisos, muchas de manera puntual. Puede parecer falta de conciencia, pero permite que una vez que se prueba la implicación cada vez sea mayor. Todo el mundo debería probar una experiencia del voluntariado. Es bueno que haya generaciones que perduren para formar y dar continuidad, pero hay que promover que haya nuevos para dar el relevo así que aprovechemos ahora que el voluntariado vuelve a estar en auge. Interasociacionismo. Trabajar en red. Se tiene aun la mentalidad antigua de que esto es una amenaza y no se ve como una riqueza. Vencer esos perjuicios porque la experiencia demuestra que la unión hace la fuerza. Aprender de los jóvenes, por ejemplo el 15M. Los jóvenes buscan un voluntariado para salvar el mundo. No hay mucha militancia, quizás porque no se sienten identificados con la entidad, con su filosofía, no se sienten parte de ella, como protagonistas, algunas sólo le dan trabajo. Antes había más compromiso en horas y ahora la dedicación es más puntual, una acción que no suponga un compromiso continuo y de mucho tiempo en el calendario. Se busca dónde hacer voluntariado con una perspectiva laboral de futuro, la idea de que después lo puedan añadir a su cv, o como perfil profesional, se vive una experiencia no remunerada. El ejercer voluntariado se ve como un trampolín. Los jóvenes no ven una ONG como un nicho laboral pero sí una oportunidad para sumar. Pero desde las entidades también tenemos que hacer una lectura positiva: Aunque no nos lo parezca, las entidades aportamos a los jóvenes. Si los jóvenes nos buscan es por algo, para aprender, pero nosotros también les tenemos que saber corresponder, tenemos que saber qué pueden aprender a través nuestra entidad y de nuestra labor. Tenemos que hacer un reciclaje de perspectiva porque las motivaciones de los jóvenes que se quieren iniciar en el voluntariado son distintas a las que había hace unos años. A veces nos dirigimos a los jóvenes voluntarios basándonos en nuestros modelos de voluntariado que quedan obsoletos y no se adaptan a su realidad. Las entidades que movilizan voluntariado y de participación juvenil fallamos en cómo le vamos a decir a un joven cómo y cuanto hacer voluntariado. Los jóvenes de 14 y 17 años quieren participar pero no saben en qué, pero más grave es cuando una asociación no sabe dónde meterlos. De ahí nuestra obligación de reorganizar nuestro proyecto para que la gente que está motivada aunque no sean los que nosotros consideramos primero, puedan desempeñar su voluntariado de manera motivada y hará que al final terminen sintiéndose vinculados. Se ha centrado mucho la conversación en el papel de los voluntarios y en la discusión de si una persona que colabora puntualmente en una actividad es un voluntario, como actualmente se define, o si es necesario sentirse identificado, parte del proyecto. Se ha valorado que todo es válido y que la participación es un proceso, en el que no se empieza estando implicado al 100% pero que se puede ir creciendo en sentido de pertenencia, en identificación con el proyecto. RESPUESTAS QUE SE ESTÁN DANDO DESDE LAS DISTINTAS REALIDADES: Formación en autonomía personal desde el voluntariado Desde la Generalitat de Catalunya se está promoviendo el voluntariado Favorecer un modelo de persona que apueste por el colectivo y la comunidad en la que se mueve. La figura de acompañante que guíe al joven. 5

6 Hacer experiencia con los jóvenes para poderles acompañar. Difusión y promoción a través de materiales audiovisuales para difundir en los espacios públicos y darnos a conocer. Estar en la calle, participando en ferias y fiestas, realizando juegos, dando charlas en los centros educativos Procurando visibilizar lo que obtienen, le dan valor académico a la participación, le dan valor formativo dentro de la universidad. Lo incluyen en el currículo académico, con créditos optativos. Porque hay que darle valor y reconocimiento para que los jóvenes también le den importancia. La primera motivación a veces para ejercer el voluntariado es el crédito pero después la experiencia constatan que les vale para algo. En principio nadie viene porque tienen tiempo libre, están buscando algo y le dan la oportunidad para que lo descubran. Entrega de una Certificación de actividad del voluntario, que le vale como certificado para competencias profesionales. Plan formativo para todos los voluntarios: habilidades, salud... Se hacen pequeños certificados de todo tipo de formación. RECONOCIEMIENTO. Esfuerzo por mantener la Permanencia del voluntariado, no lo están mimando lo suficiente. Se intenta hacer actividades para el propio voluntariado.nuevos puestos de voluntarios, grupos juveniles, encuentros de fin de semana Desde Voluntariado indican que se está ofreciendo y animando a la implicación en lo local, en la propia comunidad, desde los distintos ámbitos (atención a mayores, ecología, etc) pero, siempre, animado a construir desde lo local, a implicarse con los más cercanos. El coste es mínimo y la experiencia integradora. LO QUE SE NOS PIDE A LAS ASOCIACIONES JUVENILES ES.? Que se siga promoviendo el voluntariado, ya que Cataluña presenta un fuerte tejido, que no debe desaparecer. En la asociaciones existen jóvenes con granes capacidades y habilidades, hay que saber potenciarlos. Que desde las asociaciones propongan temas para formar a los jóvenes, y que los formadores trabajen para sacar lo mejor de cada uno. Que nuestras asociaciones se sigan viendo llenas de participantes Ir empapando a los jóvenes poco a poco. Le pedimos a los jóvenes que participen pero no los educamos en temas como en qué participar y cómo. Nos preocupamos de elaborar proyectos pero no nos preocupamos en implicarlos, en que ellos tb aporten su granito de arena en su elaboración. Las entidades debemos dirigir menos y hacerlos sentir parte del proyecto, es decir, que ellos se involucren con todas las consecuencias en el proyecto El paso por nuestra asociación tiene que servir de trampolín para que sea útil en otra entidad, no tenemos que tener miedo a que se vayan, pero tampoco debemos pretender que estén toda la vida. Voluntariado 2.0? Empezar a estudiarlo Ser claros con lo que podemos ofrecer, no engañar a nuestro voluntarios ni destinatarios. Cuidar la implicación de los jóvenes en el proyecto. Considerar a los jóvenes no como clientes, sino parte del proyecto (capacidad de tomar decisiones, sentido de pertenencia ). Que los jóvenes sean protagonistas de la totalidad del proyecto (desde el diseño hasta la realización). 6

7 3. ORIENTACIONES Como se señalaba en la fundamentación, el voluntariado es un fenómeno de una importancia vital hoy en día, un movimiento arraigado y muy extendido hoy en día. Pero también se trata de un movimiento plural, vivo y que debe de estar en evolución constante. Así, durante los últimos años las organizaciones de voluntariado han tenido que ir adaptándose a nuevos retos que se le iba planteando que han generado grandes debates dentro de las asociaciones, como ha sido la incorporación de personas remunerado en las mismas, o el pasar de los benéfico a lo reivindicativo, a la denuncia social, o el trabajo con otras entidades del mismo ámbito pero diferente ideología, también supuso un gran paso en las organizaciones. Actualmente nuevas formas de voluntariado, como el plurivoluntariado, el cibervoluntariado, la dedicación puntual, el voluntariado como salida laboral, la falta de militancia en el sentido tradicional, el voluntariado corporativo, etc son los desafíos a los que las entidades de y con voluntariado deben enfrentarse. En los últimos años la tendencia es caminar hacia lo que podríamos llamar voluntariado por proyectos, que lejos de ir en contra del voluntariado más militante, ha dado entrada en el movimiento asociativo a personas que optan por un modelo más centrado en un programa, que en una organización. Cuando pensamos en los animadores de nuestros centros a algunos les viene a la cabeza inmediatamente que son aquellos que desempeñan funciones como organizadores de actividades, guías de grupos, de programas y de proyectos, de campamentos y actividades de tiempo libre. A veces nos puede dar la sensación generalizada que bastan dotes de comunicación y organización, espíritu joven, iniciativa, entusiasmo, cordialidad, decisión, interés por los niños y jóvenes para comenzar en nuestras tareas de animación, y sin embargo el tiempo y la realidad se encargan de hacer aflorar dificultades, límites, matices. Porque la animación se entiende muchas veces como un simple quehacer, un hobby que se asume, cuando uno le sobra tiempo cuando es joven y se deja cuando aparecen otros intereses más fuertes. No sería un camino para nuestros centros juveniles. La animación, el compromiso, se fundamenta en motivaciones de gran calado humano, social, de fe (si uno es creyente). Todos somos conscientes que no basta la buena voluntad. 4. PISTAS PARA EL DEBATE 7 Es nuestro centro juvenil quien tiene que adaptarse a los nuevos voluntarios-animadores (en cuanto a su perfil, disponibilidad ) o son éstos lo que tiene que adaptarse a las necesidades de la entidad a la que se incorporan? Es necesario el voluntariado en la sociedad actual, para que, qué aporta, o podría ser un voluntariado profesionalizado? Por qué ha disminuido el compromiso en el tiempo (menos años, menos horas) con la organización? Debemos considerar voluntaria a aquella persona que llega a la asociación por un tiempo determinando y buscando un certificado para su cv? es bueno este perfil para la asociación? Cómo afecta este cambio de modelo a las y los destinatarios de nuestras actividades? Y a nuestros voluntarios de larga duración? Pueden convivir sin fricciones en nuestros centros juveniles diversas formas de ser voluntarios? Qué pasos hemos ido dando en nuestras inspectorías, Federaciones, teniendo en cuenta los datos de nuestros voluntarios/as y las conclusiones del XVI Congreso Estatal de Centros Juveniles: Con denominación de origen? Nuestros voluntarios, animadores no estarán volcados más en el hacer actividades que en el ser animadores? Establecemos tiempos reales de acompañamiento o no tenemos tiempo para ello?