DICTAMEN Nº. 126/2004, de 6 de octubre. *

Transcripción

1 DICTAMEN Nº. 126/2004, de 6 de octubre. * Expediente relativo a reclamación de responsabilidad patrimonial de la Administración Pública incoado a instancia de Dª X, por los daños y perjuicios irrogados a consecuencia de la asistencia sanitaria prestada en el Hospital X. ANTECEDENTES Con fecha 27 de marzo de 2002 Dª X presentó reclamación ante el Servicio Público de Salud solicitando una indemnización por las lesiones (días de incapacidad y secuelas) que se le habían ocasionado a consecuencia del funcionamiento anormal de los servicios públicos sanitarios en el Hospital X, en el tratamiento que se le otorgó el 27 de marzo de Al efecto señalaba que en tal fecha acudió al servicio de urgencias con un fortísimo dolor de cabeza, náuseas y mareo y en tal centro se limitaron a diagnosticar mi situación como una trasgresión dietética y enólica con intoxicación etílica aguda. Sin embargo, tanto el primer síntoma como el segundo eran totalmente falsos ya que ni había comido en abundancia ni había bebido alcohol. Continuaba manifestando que el tratamiento médico aplicado obviamente fue erróneo y negligente tal y como se evidenció a posteriori ya que como los síntomas no remitieron en mi persona fui llevada al Hospital Y en donde me hicieron una serie de pruebas médicas que pusieron de manifiesto que lo que se me produjo en fecha 27 de marzo de 2000 fue un aneurisma complejo polilobulado situado e la bifurcación de la cerebral media del lado izquierdo. Proseguía indicando la negligencia médica en el tratamiento médico que se me otorgó en el Servicio de Urgencias del Hospital X que consideró mi situación como una simple intoxicación etílica (que siempre negamos) cuando en realidad estaba padeciendo un aneurisma cerebral del cual aún sigo en tratamiento ya que me han quedado secuelas irreversibles que se podrían haber evitado si se me hubiera otorgado un tratamiento adecuado y correcto en el momento en que acudí a urgencias. En atención a la citada reclamación se tramitó el expediente de responsabilidad patrimonial en el que intervinieron emitiendo su informe tanto los Servicios Médicos implicados, como la Inspección Médica y varios facultativos de la compañía aseguradora culminando las actuaciones con la propuesta de resolución formulada por la Administración Instructora en sentido desestimatorio a la indemnización demandada. EXTRACTO DE LA DOCTRINA - De la documentación obrante en el expediente se desprende que la atención sanitaria cuestionada se prestó a la reclamante en el Hospital X, entre el día 27 de marzo de 2000 y * Ponente: Ángel Ortega Benayas 1

2 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha la madrugada del día 28 posterior, habiéndose presentado la reclamación el 27 de marzo de No obstante, entre ambos momentos la afectada envió un telegrama a la Administración sanitaria el 27 de marzo de 2001 en el que textualmente expresaba: X reclama indemnización por lesiones y demás perjuicios sufridos a consecuencia de negligencia médica en el Hospital X. Tiene la finalidad de interrumpir la prescripción. En cuanto a la incidencia que la presentación del telegrama pueda tener en el cómputo del plazo del ejercicio de la acción de responsabilidad patrimonial, es preciso traer a colación la doctrina expresada por este Consejo Consultivo en su dictamen 42/2004 de 15 de abril, en el que haciendo cita de la posición del Consejo de Estado en el asunto -dictámenes 2809/2001, de 18 de octubre; 2280/2002, de 17 de octubre y 3717/2002, de 30 de enero de indicaba que los telegramas sólo interrumpen los plazos para el ejercicio de las acciones, en cuanto auténticas solicitudes, de conformidad con el artículo 1973 del Código Civil, cuando contienen los elementos esenciales exigidos por la Ley para ser considerados como tales solicitudes; en especial, han de contener la pretensión. Si no lo hacen, no hay verdadera reclamación y, por tanto, al no tener ese carácter no producen el efecto previsto en el artículo 1973 antes citado del Código Civil. En otros términos, cuando los telegramas se limitan a expresar ese efecto interruptivo no son reclamación extrajudicial en los términos antedichos. En el presente caso el telegrama enviado por la reclamante manifiesta con claridad su identidad, su pretensión de ser indemnizada por la asistencia médica recibida en el Hospital X y su solicitud de interrumpir la prescripción, siendo remitido a la Dirección Provincial del INSALUD como Administración responsable del servicio implicado, datos éstos que llevan a considerarlo como una auténtica solicitud de indemnización, estimando, de este modo, que el plazo quedó interrumpido y, por ende, que la acción ejercitada no ha prescrito. - No es posible apreciar un error en el diagnóstico efectuado a la paciente en el Hospital X, pues los servicios médicos actuaron en orden a los síntomas que presentaba en aquel momento, resultando plenamente justificada la no realización de un TAC craneal, ya que la paciente no mostraba signos meníngeos (rigidez de nuca) que lo aconsejaran, ni su conveniencia podía deducirse del resultado de la exploración que le fue practicada (los resultados de la prueba de fondo de ojo -no había edema de papila ni por tanto hipertensión intercraneal- y electrocardiograma fueron normales), siendo expresivo de una situación de hipertensión arterial e intoxicación etílica que estaba sufriendo la afectada. En tal sentido es preciso citar la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña el 28 de enero de 2002 (JUR ), que fundándose en la doctrina mantenida por el Tribunal Supremo en sus sentencias de 8 de abril y 10 de diciembre de 1996 (RJ, 8967) afirma que no es posible apreciar responsabilidad en aquellos supuestos en que la confusión diagnóstica viene determinada por la ausencia de síntomas claros de la enfermedad o cuando los mismos resulten enmascarados con otros más evidentes característicos de otra dolencia. Asimismo, es preciso destacar que carece de todo fundamento probatorio la afirmación mantenida por la interesada acerca de que la realización de dicha prueba en un primer momento habría minorado en mucho las consecuencias de la hemorragia cerebral y que, la 2

3 ausencia de su práctica en el estadio inicial de la enfermedad, ocasionó una complicación en la evolución de aquélla que no debería haberse producido. Al respecto es necesario indicar que, tal como pone de manifiesto en el informe de alta un facultativo del Hospital Z en el que fue finalmente atendida de su enfermedad la reclamante, su dolencia aneurísmica ha sido totalmente controlada, encontrándose en perfectas condiciones, totalmente recuperada, quedando únicamente una leve paresia oculomotora. No se aprecia, por tanto, la complicación que la afectada afirma haber sufrido, ni la relación del diagnóstico inicial con la consecuencia perniciosa que se produjo, la cual, en afirmación de los facultativos médicos informantes, se deriva de las complicaciones asociadas de forma habitual a la hemorragia subaracnoidea y no se puede achacar a un supuesto retraso en el diagnóstico. DICTAMEN Que no habiéndose acreditado el nexo causal existente entre el funcionamiento del servicio de Urgencias del Hospital X y la lesión sufrida por Dª X procede dictar resolución desestimatoria de la reclamación de responsabilidad patrimonial formulada. 3

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