DICTAMEN Nº. 134/2008, de 23 de junio. *

Transcripción

1 DICTAMEN Nº. 134/2008, de 23 de junio. * Expediente relativo a reclamación de responsabilidad patrimonial de la Administración Sanitaria a instancia de Dª. Z y D. T, por los daños y perjuicios sufridos como consecuencia del fallecimiento de su hijo debido a la negligencia en la asistencia sanitaria prestada por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM). ANTECEDENTES Dª. Z y D. T presentaron una reclamación de responsabilidad patrimonial como consecuencia del fallecimiento de su hijo recién nacido, imputando dicho hecho a la falta de diligencia por omisión por parte de los profesionales que intervinieron en el momento del alumbramiento y con posterioridad al mismo. Según se dice en la reclamación, Dª. Z, que se encontraba en estado de gestación de 32 semanas, comenzó a sufrir dolores de parto a las 8,00 horas del día 7 de mayo, trasladándose desde la localidad de K al Centro de Atención Primaria correspondiente ubicado en J. Dado que la ambulancia no acudía, a pesar de haber sido avisada, Dª. Z se trasladó en taxi llegando al centro médico en torno a las 9:45 horas, en donde fue atendida de inmediato. La doctora que la asistió le manifestó que había llamado a la UVI móvil para que la trasladara al Hospital de Guadalajara. Sin embargo, el parto se produce sobre las 11:00 horas. Tras el nacimiento, añade, la madre e hijo permanecieron tendidos en la misma camilla en que se había producido el parto durante un periodo de una hora, sin que se les prestase ninguna asistencia. A la hora llegó la ambulancia de UVI móvil y tras atender al niño y estabilizar su estado le trasladaron al Hospital H donde falleció una hora después a causa de una parada cardiorrespiratoria por prematuro. En el informe del servicio se admite que la llamada se produjo a las 7,45 horas, pero que al centro no llegaron hasta las 11 horas, siendo atendidos en todo momento la madre y el niño, tanto por los profesionales del centro de salud como por los de la UVI móvil. EXTRACTO DE LA DOCTRINA Los reclamantes fundamentan la responsabilidad sanitaria de la Administración en la inactividad de los profesionales de la sanidad pública que atendieron a la madre y al hijo, especialmente, en el Centro de Salud de J. Establecido lo anterior, debe tenerse presente que, como dijo el Tribunal Supremo en su Sentencia de 27 de noviembre de 2002 (Ar. RJ 2003,61), para determinar si existe responsabilidad patrimonial de la Administración sanitaria es necesario fijar un parámetro que permita determinar el grado de corrección de la actividad administrativa a la que se imputa el daño; es decir, que permita diferenciar aquellos supuestos en que el resultado dañoso se puede imputar a la actividad administrativa (es decir, al tratamiento o a la falta del mismo) y aquellos otros casos en que el resultado se ha debido a la evolución natural de * Ponente: Salvador Jiménez Ibáñez 1

2 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha la enfermedad y al hecho de la imposibilidad de garantizar la salud en todos los casos, siendo el criterio básico utilizado por la jurisprudencia para hacer girar sobre él la existencia o no de responsabilidad patrimonial el de la lex artis, el cual se basa en el principio sustentado por la jurisprudencia en el sentido de que la obligación del profesional de la medicina es de medios y no de resultados, es decir, la obligación de prestar la debida asistencia médica y no de garantizar en todo caso la curación del enfermo. En el escrito de reclamación se efectúan diversas imputaciones, las cuales no han quedado acreditadas en el expediente tramitado al efecto. En primer lugar se manifiesta por los reclamantes que el retraso de su la llegada al Centro de Salud fue debido a que la ambulancia que estaban esperando no llegaba, lo que les obligó a coger un taxi. Esta versión inicial se modifica en el trámite de alegaciones donde se afirma categóricamente que, cuando los reclamantes se pusieron en contacto con el Centro de Salud de J hacia las 8 horas del día 7 de mayo de 2006, solicitando una ambulancia para su traslado, se les dijo que no disponían de ninguna. Ante esta contradicción, parece más creíble la versión dada por el Dr. G y por la enfermera Dª. S, ambos adscritos al Centro de Salud de J, en el que manifiestan que en ningún momento les fue solicitada la ambulancia. En segundo lugar aducen que una vez producido el parto a las 11 horas del día 7 de mayo, los profesionales que la asistieron la dejaron abandonada encima de la camilla durante un hora sin prestar ningún tipo de asistencia, ni tan siquiera los primeros auxilios consistentes en arropar al recién nacido y anudarle el cordón umbilical, actuación que califican de crucial para el fatal devenir de los hechos. La falta de asistencia imputada a los profesionales sanitarios del Centro de Salud es negada por éstos, quienes en su informe manifestaron que cuando Dª. Z llegó al Centro de Salud hacia las 11 horas tenía contracciones cada vez más frecuentes, por lo que el médico llamó al 112 para que enviaran la UVI móvil localizada en W, acostándola posteriormente en la camilla donde le condujeron el parto, procediendo posteriormente a pinzar el cordón umbilical del niño y a ponerle una manta térmica. Esta versión se ve corroborada por el informe del Dr. P, quien manifiesta que recibió el aviso de llamada a las 10 horas y 53 minutos y que a las 11 horas y 11 minutos llegó al Centro de Salud, donde sus compañeros le informaron que el niño había nacido de unos 5 a 10 minutos antes. Tampoco existe coincidencia en el estado de salud del bebé, afirmando los reclamantes que el niño lloraba y pataleaba, como cualquier otro recién nacido. En cambio, los profesionales sanitarios del Centro de Salud dicen que el niño, que nació prematuro (a las 32 semanas de gestación) Estaba cianótico, y tenía el llanto débil y poca movilidad de miembros (Apgar de 4). Un diagnóstico similar es el ofrecido por el Dr. P quien describe el estado del bebé diciendo que Está azul, íntegramente, sin respuesta motora, llanto ni respiración espontánea. Tiene una frecuencia cardiaca menor de 60 lpm y una saturación bastante menos de 50% de 02, por lo que transportaron al niño en la UVI móvil al Hospital intubado con ventilación, con vía umbilical y con medicación de soporte circulatorio. Ello supone, como se dice en el informe médico aportado por R, SL que la situación del bebé era de extremada gravedad desde su nacimiento. Finalmente, los reclamantes señalan que cuando la madre llegó al Hospital H los profesionales que la atendieron le manifestaron que el bebe había llegado estabilizado al centro. Esta afirmación está carente de credibilidad como queda acreditado en el informe del Jefe de Servicio de Pediatría del Hospital H, quien en su informe dice que en el momento del ingreso del bebé en el Servicio de Urgencias presentaba la siguiente situación clínica: Intubado, canalizada vía umbilical y con masaje cardiaco. [...] Está hipotérmico, con 2

3 frecuencia cardiaca dependiente del masaje cardiaco. Muy mala perfusión periférica, por lo que se reintuba y se ventila con ventilación mecánica controlada, continuando con masajes cardiacos y suministro de adrenalina y otras sustancias sin que se consiga una frecuencia cardiaca superior a 60 ni respiración espontánea, no consiguiendo su recuperación. De lo expuesto se desprende la asistencia sanitaria prestada, tanto los profesionales sanitarios del Centro de Salud de J, como los de la UVI móvil y los del Hospital H, fue correcta, no estando acreditadas las acusaciones de desatención consistentes en la negativa a enviar al domicilio de los reclamantes una ambulancia, desatención médica una vez producido el parto, ni retraso en la llegada de la UVI móvil al Centro de Salud de J, y así se pone de manifiesto tanto por el Inspector Sanitario como por los doctores que emitieron el dictamen para R, SL. En parecidos términos se expresa el médico forense quien estableció la causa de la muerte del niño en una parada cardiorrespiratoria por prematuro. DICTAMEN Que no existiendo relación de causalidad entre el servicio público sanitario dispensado por los profesionales sanitarios del SESCAM y el fallecimiento del hijo de los reclamantes, procede dictar resolución desestimatoria de la reclamación de responsabilidad patrimonial examinada. 3

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