DICTAMEN Nº. 81/2007, de 10 de mayo. *

Transcripción

1 DICTAMEN 81 DICTAMEN Nº. 81/2007, de 10 de mayo. * Expediente relativo a reclamación de responsabilidad patrimonial de la Administración Sanitaria a instancia de D. P y otros, por los daños y perjuicios como consecuencia de la asistencia sanitaria que le ha sido dispensada en el Hospital de C, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha SESCAM). ANTECEDENTES El día 27 de enero de 2006, D. Á y Dª. J, actuando como padres de D. P y este mismo en su propio nombre, presentaron una reclamación de ,55 euros como compensación de los gastos correspondientes al tratamiento de la enfermedad cardiovascular denominada Wolf-Parkinson-White (WPW) que le fue denegado por la sanidad pública, así como por el peligro y riesgo inminente de muerte súbita a consecuencia de dicha negativa. En el escrito de reclamación los interesados manifiestan que, con fecha 19 de septiembre de 2004 y con motivo de una revisión médica efectuada para el equipo de fútbol al que pertenecía, le fue diagnosticada una grave enfermedad cardiovascular denominada WPW (WOLF- PARKINSON-WHITE o Síndrome de Preexcitación) con un alto riesgo de muerte súbita en el caso de este paciente, al comprobarse la existencia de taquicardias y de una frecuencia cardiaca en reposo mucho más elevada de lo normal. Como consecuencia de este diagnóstico, D. P. fue tratado en el Hospital de C, informándole que podía hacer una vida normal, evitando bebidas con gas y bebidas alcohólicas. Asimismo solicita la realización de una analítica, radiografía de tórax, Holter y Ecocardiograma. Los reclamantes muestran su desacuerdo con el tratamiento prescrito por entender que el paciente tiene un alto riesgo de muerta súbita, por lo que debía realizarse realizársele el estudio electrofisiológico y la ablación, solicitándoselo así al Dr. B, quien, en su informe de 14 de diciembre de 2004, manifiesta que, dado que no ha presentado arritmias asociadas a la preexcitación, no considera indicada la realización del estudio electrofisiológico. Ante lo que los reclamantes estiman como clara pasividad del Dr. B, los padres del paciente acuden a la consulta del Dr. F, de la Fundación X, quien aconseja llevar a cabo el estudio electrofisiológico y la localización exacta de la vía accesoria, el cual es efectuado el día 18 de octubre, procediendo tras su localización a la ablación de la vía accesoria, siendo dado de alta el día 19 de octubre de EXTRACTO DE LA DOCTRINA En el presente supuesto, los reclamantes aducen que la inadecuada asistencia sanitaria recibida en el Hospital de C fue lo que motivó que tuvieran que acudir a la Fundación X, inadecuación de tratamiento que imputan en la doble vertiente de haber realizado al paciente unas pruebas innecesarias, así como de haberle denegado las que correspondían al diagnóstico que precisaba. Por lo tanto, como ya se dijo en el dictamen * Ponente: Salvador Jiménez Ibáñez 1

2 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha /2006, de 23 de mayo, este supuesto se puede incardinar en el ámbito de la responsabilidad patrimonial y no en el procedimiento de reintegro de gastos. Dicho lo anterior, queda por determinar si, en el presente supuesto, se ha producido una defectuosa prestación de la asistencia sanitaria que pueda dar lugar a la responsabilidad patrimonial de la Administración sanitaria, teniendo presente que, como dijo el Tribunal Supremo en su Sentencia de 27 de noviembre de 2002 (Ar. RJ 2003,61), se hace necesario para determinar si existe responsabilidad patrimonial de la Administración sanitaria fijar un parámetro que permita determinar el grado de corrección de la actividad administrativa a la que se imputa el daño, siendo el criterio básico utilizado por la jurisprudencia para hacer girar sobre él la existencia o no de responsabilidad patrimonial el de la lex artis, el cual se basa en el principio sustentado por la jurisprudencia de que la obligación del profesional de la medicina es de medios y no de resultados, es decir, en la obligación de prestar la debida asistencia médica, constituida por la que según los profesionales de la medicina corresponda en función de las características que concurran en el paciente, pero no la que elija éste como dicen los reclamantes, que parecen confundir el derecho a la información y a su decisión para poder llevarla a cabo con el derecho a elegir el tratamiento médico de aplicación. Como se desprende de lo expuesto en los antecedentes, con motivo de una revisión médica efectuada al equipo de fútbol en el que jugaba el paciente le fue diagnosticada el día 19 de septiembre de 2004 una enfermedad cardiovascular denominada Wolf-Parkinson- White, pronóstico que se confirmó en el Servicio de Atención Primaria de C el día 23 siguiente, quien le remitió al Servicio de Cardiología del Hospital de C, donde el día 5 de octubre del mismo año fue atendido por el Dr. B, quien le diagnosticó Preexcitación ventricular manifiesta tipo Wolf-Parkinson-White y le solicitó analítica, radiografía de tórax, Holter y Ecocardiograma, indicándole que podía llevar a cabo una vida normal, evitando fumar y tomar bebidas alcohólicas y con gas. Una vez examinadas las pruebas realizadas, fue visto de nuevo en la consulta del Dr. B el día 14 de diciembre de 2004, quien le diagnosticó Preexcitación ventricular manifiesta tipo Wolf-Parkinson-White con haz de Kent de probable localización lateral derecha, sin arritmias asociadas, por lo que, a pesar de la sugerencia realizada por los padres del paciente, que dicen ser profesionales sanitarios, el Dr. B estimó, al tratarse de un paciente que no ha presentado nunca arritmias asociadas a su preexcitación ventricular, y que tampoco se encuentra dentro del grupo de riesgo por su profesión, que no estaba indicada la realización del Estudio Electrofisiológico, justificando esta decisión en su informe posterior en que ese era el criterio estipulado para estos casos por las guías de la American Herat Associatión. En el informe clínico correspondiente al día 14 de diciembre de 2004, se vuelve a solicitar una analítica, radiografía de tórax, Holter y Ecocardiograma, citando al paciente para revisión a los 12 meses. No estando conformes los padres del paciente con la decisión del Dr. B, disconformidad que justifican en lo que se expresa en un manual del Dr. F sobre el síndrome de preexcitación (Wolf-Parkinson-White), acuden a la consulta del Dr. F, Jefe de Servicio de Cardiología de la Fundación X, quien, después de expresar que la taquicardia sinusal mantenida hora y media después del partido no tiene nada que ver con la preexcitación, sino con haber bebido la noche antes y con estar mal entrenado el paciente, estima que sería conveniente conocer la respuesta de la preexcitación al ejercicio y a un fármaco IC, así como examinar la naturaleza de la vía accesoria y posibilidad de taquicardias durante el curso de un estudio electrofisiológico, ya que afirma que incluso en los pacientes asintomáticos es un tendencia actual la realización de la ablación. 2

3 DICTAMEN 81 es un tendencia actual la realización de la ablación. Posteriormente, y dado que en la prueba de esfuerzo no había desaparecido la preexcitación, el Dr. F aconsejó la realización del estudio electrofisiológico para determinar el riesgo y la localización exacta de la vía accesoria, puesto que reiteraba, en el informe en que se aconsejaba esta actuación, que en el momento actual la tendencia es llevar a cabo una ablación en pacientes asintomáticos. Estas actuaciones fueron realizadas el día 18 de octubre de 2005, con plena satisfacción, dado que, según se dice en el posterior informe del Dr. F de 21 de noviembre de 2005, el problema del paciente había quedado resuelto pudiendo llevar una vida normal. De lo expuesto en los párrafos anteriores se deduce que en el presente caso ha existido una coincidencia del Dr. B y del Dr. F en el diagnóstico de la enfermedad que tenía el paciente, pero no en el tratamiento que debía darse a la misma, optando el primero por una actitud expectante y vigilante del paciente, para lo cual se le prescribió la realización de una serie de pruebas periódicas que determinasen la evolución de la enfermedad, y el Dr. F por una actitud más intervensionista. El Médico Inspector afirma que la atención médica prestada por el Dr. B se ajustó a la lex artis ad hoc, toda vez que según la doctrina mayoritaria en los pacientes asintomáticos, como es el Sr. P, no es aconsejable la realización de estudios electrofisiológicos por los riesgos que comporta, dado que dicho estudio consiste en la introducción de un catéter a través de un acceso venoso (en brazo, cuello o ingle) y dirigirlo radiológicamente hasta colocar los electrodos que porta en el corazón, dentro de las células musculares cardiacas del mismo, logrando los electrodos insertados, mediante estimulación y registro realizar un mapa de la propagación de los estímulos eléctricos y sus consecuencias sobre el músculo cardiaco, por lo que dicho estudio no está exento de riesgo aproximándose la mortalidad al 1 por mil, además de poder presentar complicaciones entre ellas: accidente cerebro vascular, taponamiento pericárdico, infarto de miocardio o bloqueo auriculoventricular completo. Asimismo, en el artículo de la Revista Española de Cardiología sobre el Tratamiento de los pacientes con preexcitación ventricular, aportado por el Inspector Médico al expediente, se puede leer lo siguiente: La preexcitación ventricular, debida a una vía accesoria que une eléctricamente aurículas y ventrículos, puede dar lugar a una variedad de síndromes arrítmicos [...] Sin embargo, estadísticamente, lo más frecuente es que el individuo esté asintomático toda su vida. En un asintomático, los estudios poblacionales con seguimiento a muy largo plazo indican que el riesgo de muerte súbita es mínimo. [...] No se recomienda el tratamiento crónico con fármacos antiarrítmicos, porque su eficacia no está bien contrastada y el riesgo de efectos adversos es considerable. En los pacientes sintomáticos, el tratamiento de elección es la ablación con catéter, con un 93% de eficacia, un 1% de complicaciones y un 1 de mortalidad. En el individuo asintomático, la indicación de la ablación suscita controversia; la propuesta de los autores es que se realice un control clínico periódico y se indique la ablación sólo en los casos que desarrollen síntomas de taquiarritmias. Por su parte, en la guía de práctica clínica de la Sociedad Española de Cardiología en arritmias cardiacas, aportada al expediente por los reclamantes como complemento a lo expresado en su escrito de alegaciones, se dice que en los pacientes de WPW que son sintomáticos, la ablación con catéter y radiofrecuencia se ha convertido en el tratamiento de elección. Sin embargo, respecto de los pacientes asintomáticos con síndrome de WPW la muerte súbita es infrecuente, añadiendo que actualmente no parece justificada la realización de un estudio electrofisiológico con la única finalidad de conocer la localización y propiedades electrofisiológicas de la vía accesoria, sin recurrir a la ablación en el mismo procedimiento, añadiendo que El tratamiento antiarrítmico profiláctico no está indicado en el paciente asintomático, del mismo modo que tampoco parece ser 3

4 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha en el paciente asintomático, del mismo modo que tampoco parece ser necesaria la restricción de actividades habituales. Parece prudente la recomendación de evitar la práctica deportiva competitiva de alto nivel. Finalmente, en un artículo de la Fundación Española del Corazón, publicado en la página web se dice que al paciente con síndrome de WPW se le realizan las siguientes pruebas diagnósticas: Electrocardiograma, analítica y estudio electrofisiológico. Respecto de este último estudio dice que está indicado en pacientes WPW y taquicardias frecuentes, sobre todo si han tenido arritmias de alto riesgo de muerte súbita, añadiendo que El tratamiento dependerá de los síntomas. Si el diagnóstico ha sido por un hallazgo casual del ECG, sin síntomas, no lo precisa (el estudio electrofisiológico). En pacientes con síntomas hay dos opciones: [] El tratamiento médico o farmacológico pretende retrasar la conducción de la vía accesoria para que el impulso eléctrico camine normalmente por el sistema de conducción normal del corazón. [...] Actualmente, el método más eficaz y seguro es la ablación con catéter. De todo lo expuesto cabe deducir que en los pacientes WPW sintomáticos, la generalidad de la doctrina científica se inclina por la realización del estudio electrofisiológico y posterior ablación. Sin embargo, en los pacientes asintomáticos, la doctrina se encuentra dividida, si bien la mayoría parece inclinarse por una medicina más conservativa con el objeto de evitar los riesgos que tiene la realización del estudio electrofisiológico. Siendo este el estado de la ciencia, este Consejo no puede ni debe pronunciarse sobre cual de las dos opciones sea la más correcta, pues como dijo el Tribunal Supremo en su Sentencia de 14 de marzo de 2005 (Ar. RJ 2005,3620), la medicina no suele presentar un único método, por más que la protocolización de los actos médicos invita a ajustarse a unas pautas seriadas de diagnóstico y tratamiento terapéutico, lo que no excluye que puedan existir -y así ocurre frecuentemente- otros métodos, pero -a su juicio- sí ha quedado acreditado que la opción adoptada por el Dr. B es una de las opciones posibles, por lo que no estamos ante un caso de desatención médica como señalan los reclamantes sino ante una disparidad de criterios entre aquel y éstos, quienes no estando de acuerdo con el tratamiento prescrito por dicho doctor optaron libremente por acudir a la medicina privada. DICTAMEN Que no existiendo relación de causalidad entre el servicio público dispensado en el Hospital de C y el daño sufrido por D. P, y otros procede dictar resolución desestimatoria de la reclamación de responsabilidad patrimonial examinada. 4

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